Viajar a un rincón del sudeste asiático que ofrece inagotables destinos de interés cultural y natural –como por ejemplo, Bali– para ir a encerrarse en un hotel, puede sonar un poco ilógico al principio sin embargo, después de conocer el concepto del premiado hotel y estandarte de la cadena COMO Hotels, el Shambhala Estate, todos estos pensamientos se esfuman y uno quisiera vivir ahí para siempre.
Máximo exponente del grupo hotelero, no se puede comparar con otros hoteles de lujo pues más que un hotel, el Shambhala es toda una experiencia. Un abanico de actividades y opciones para el bienestar físico y mental tiene lugar en este wellnes hollistic retreat, y aunque personalmente, esta me parece la parte más especial, es difícil encasillar este lugar bajo una sola categoría, ya que en todas, supera cualquier expectativa.
COMO Hotels and Resorts, que recientemente celebró 25 años de operaciones, nace de la mente de Christina Ong, quien se ha abierto camino en el mundo de los negocios hasta coronarse como una de las empresarias más exitosas del mundo. El nombre de la cadena viene del acrónimo de sus iniciales y las de su hija Melissa.
Ubicado a 90 minutos del aeropuerto, a las afueras de Ubud, la propiedad está completamente rodeada de naturaleza. Cuenta con dos restaurantes, spa, alberca común con el tamaño suficiente para nadar de forma deportiva, albercas de agua de manantial que se integran al paisaje natural; un área de picnic junto al río, gimnasio tradicional y Jungle Gym, canchas de tenis, pared para escalar y un camino hecho a base de piedras y escalones que permite dar la vuelta a la propiedad en un hike no muy demandante de 45 minutos aproximadamente.
Lo más recomendable son los programas y retiros que ofrece el COMO Shambhala Estate, que van desde tres noches hasta semanas completas. Cada programa con diferente enfoque para adecuarse a las necesidades de sus huéspedes.
El resort está compuesto por 5 residencias, 4 villas privadas y 5 pool villas. Cabe mencionar que todas las habitaciones cuentan con increíbles vistas a los arrozales, ríos y selva. Las residencias están compuestas por suites individuales y todas cuentan con una alberca común. Estas se pueden rentar por separado, pero también están acondicionadas para recibir a familias o grupos enteros; cuentan con un estudio que se puede acondicionar como una recámara extra o para recibir tratamientos de spa.
Las villas privadas son más modernas en su arquitectura y fueron diseñadas por el arquitecto Cheong Yew Kuan en conjunto con el interiorista Koichiro Ikebuchi. Las hay de 2 o 3 cuartos con una alberca común. Por último, las pool villas son una opción más privada de descanso, tres de ellas son dúplex con acceso independiente, e incluyen área de descanso, comedor, camastros, alberca privada, tina, vaporregadera y regadera exterior. Son ideales para honeymooners o simplemente para parejas que quieran mayor intimidad.
Al llegar y hacer check in te presentan a tu asistente personal, que estará disponible las 24 horas para ayudarte con reservaciones dentro y fuera del hotel, además de que será tu contacto para un sin fin de servicios y las más detalladas peticiones. Posteriormente, antes de llevarte a tu habitación, te ofrecen un detallado tour por las instalaciones y te explican cómo funciona el hotel. Si así lo prefieres, tu asistente personal desempacará por ti. El cuarto te recibe con increíbles amenities, todo de origen natural y ecológico. Y por último, la cama, después de un día de extrema actividad no decepciona.
La comida es extraordinaria, con dietistas que cuidan constantemente de la alimentación de los huéspedes. Es, por decir lo menos, exquisita y de un gusto sofisticado. Dentro de los menús encontrarás opciones de todo tipo, vegetarianas, asiáticas, occidentales, gluten free, hasta pizzas y hamburguesas. Todo con ingredientes locales y orgánicos de la más alta calidad. Hay un extenso menú de jugos y mezclas de frutas y minerales muy bien balanceados, o bien, hay una carta con una gran variedad de cocteles, cervezas y licores. Como tip personal, cuando vengan, pidan la pizza del día, son hechas en horno de leña y me atrevo a decir que en ningún rincón del mundo he probado una así. Las opciones de cocina local también son espectaculares, y el curry de mariscos, por ejemplo, es un must. En el desayuno, no dejen de probar el pan recién hecho diariamente, así como el extenso menú de tés y su delicioso café.
El personal a cargo de la gama de servicios que ofrece el resort para el bienestar está integrado por dietistas, terapeutas, instructores de yoga, doctores ayurveda, entrenadores y doctores de medicina oriental. Todos están a disposición de los huéspedes para cada experiencia o actividad que elijan.
En mi caso, decidí aprovechar la experiencia y tomar una clase de yoga, por primera vez. Con todo y mi inexperiencia y el avanzado nivel de los demás participantes, el instructor nos fue llevando a todos a nuestro propio ritmo. Otro día, me sumé al hike alrededor de la propiedad, con un guía del hotel que nos contó un poco sobre la historia del recinto, de las costumbres de la zona y del manantial que nace dentro de la propiedad.
Ya deslumbrado por todo lo que el hotel ofrecía, decidí darme un masaje. Escogí el Signature Massage, que dura 60 minutos, de los cuales solo tengo recuerdo de los primeros 15, ya que fui cayendo fulminado en un feliz estado de relajación, para ser despertado, en medio de la sesión, por mis propios ronquidos.
El sudeste asiático se caracteriza por su excepcional sentido del servicio, y este lugar es sin duda un ejemplo del mismo. Después de tres noches de vivir esta experiencia de lujo, belleza, armonía y paz, tras un renacimiento espiritual y físico lleno de energía, me despedí de este pedazo de paraíso, sabiendo que una parte de mí se quedará colgado de este paisaje para siempre.
D. Banjar Begawan, Desa Melinggih Kelod, Payangan, Gianyar.
T. +62 361 978 888