En un mundo cada vez más consciente de su huella ecológica, el turismo no se queda atrás. La tendencia actual busca explorar horizontes lejanos, de manera responsable, sostenible y significativa. El viaje se transforma en una travesía con propósito, donde cada destino es una oportunidad para aprender, compartir y dejar un impacto positivo.
El turismo sostenible abarca desde el transporte hasta la estadía, incluyendo las actividades en sí. Proyectos innovadores en este ámbito florecen en distintas partes del mundo, promoviendo viajes que respetan la cultura y la biodiversidad locales. Empresas como Patagonia Camp en Chile ofrecen alojamiento en yurts de estilo mongol, completamente integrados en la naturaleza y operando bajo estrictos criterios de sostenibilidad. Mientras tanto, plataformas como Workaway permiten a viajeros intercambiar habilidades por alojamiento, fomentando así un intercambio cultural y disminuyendo en cambio el impacto ambiental.
Los viajeros modernos buscan experiencias que se alineen con sus valores y figuras como Jessica Blotter, cofundadora de Kind Traveler, lideran el camino. Esta plataforma incentiva a los viajeros a donar a organizaciones locales a cambio de precios especiales en hoteles ecofriendly. Su modelo Give + Get ha revolucionado la manera en que los hoteles y viajeros se relacionan con la comunidad y el medio ambiente.
Greta Thunberg también destaca en el ámbito del turismo sostenible. Los viajes transatlánticos en velero de la joven activista han capturado la atención mundial, pues desafían la industria de los viajes aéreos y redefinen las normas del transporte de larga distancia.
Además, no podemos dejar de lado a los influencers de viaje que, con su gran alcance en redes sociales, promueven destinos menos conocidos y prácticas de turismo sostenible y responsable, pues dan voz a proyectos que antes permanecían en el anonimato.
El turismo sostenible no es una moda pasajera, sino es una revolución en la industria de viajes que pone al planeta y a sus habitantes en primer plano. Desde la reducción de la huella de carbono hasta el apoyo de economías locales, cada paso cuenta. Ya sea plantando árboles con cada reserva, como hace la iniciativa Reforesta Patagonia o eligiendo tours que apoyan la conservación de especies en peligro, los viajes de hoy tienen el poder de cambiar el mundo.
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