zeit=tiempo
werk=acción/mecanismo
A. Lange & Söhne, compañía alemana basada en la región de Sajonia, ha creado una pieza de alta relojería y una herramienta de puntualidad al mismo tiempo, el nuevo Zeitwerk Minute Repeater. La operación completa del reloj se puede monitorear y controlar desde un único botón que pone en funcionamiento el mecanismorevolucionario en esta industria; se han reemplazado las manecillas tradicionales por un par de visualizadores que rotan con brincos para mostrar la hora exacta.
Lo diferente puede asustar a primera vista, pero lo fascinante invita a conocer y despierta la curiosidad, como sucede con este nuevo modelo extraordinario. Decimos que no es algo usual, ya que su diseño es sumamente innovador.
La estética de los relojes alemanes A. Lange & Söhne siempre ha sido una referencia en el mundo de la relojería, y este nuevo modelo supera cualquier expectativa previa. Al pertenecer a esta familia de tradición relojera, existe una intriga de qué más hay detrás de esta pieza, y la respuesta se puede ver claramente en el reloj: el calibre L043.5 que se encuentra adentro, ha sido instalado manualmente con gran cuidado, y debajo de todo se posicionó el balance de resorte que permite que la pieza funcione, con una energía de 18 000 hz de semi-oscilación. Este instrumento de 44.2 mm está disponible únicamente en platino, y se le construyó un puente hecho de rodio y plata alemana, que asegura soporte, calidad y duración.
El mecanismo de manecillas tradicionalmente utilizado en relojes de muñeca ya no se implementó en el Zeitwerk Minute Repeater, al cambiar el sistema por completo. Este consta de 771 piezas, y su principal función es marcar la hora de manera digital, emitiendo un sonido cada vez que se completa una hora, lo mismo sucede cada diez minutos y otro indicador por cada minuto que transcurre. Las horas aparecen del lado izquierdo y los minutos del lado derecho. Esta innovación le permite al usuario estar atento y tener marcado el tiempo que pasa durante el día, de una manera distinta y sumamente eficiente, creando espacios y lapsos reales para la administración de este bien de máximo valor e irrecuperable: el tiempo.