El maridaje es el acto de enaltecer un platillo mediante una bebida que genere un balance en boca. Es complicado recetar un maridaje específico porque depende directamente del paladar de cada persona. La teoría nos indica un camino, por ejemplo, vinos blancos con pescados o tintos con carnes, pero se recomienda hacer pruebas en casa para conocer las preferencias personales al combinar alimentos con bebidas.
1. No le tengas miedo a experimentar distintos maridajes, siempre atrévete a probar diferentes vinos con diferentes tipos de comida, seguro alguno te va a sorprender.
2. Guíate por tus antojos, si te provoca maridar con un platillo porque sí, ¡hazlo! Sigue tus instintos.
3. Si el platillo es muy picante o muy condimentado, no lo marides con un vino tinto muy potente ya que se incrementará la sensación de picor.
4. Si tienes muchas dudas con respecto a qué bebida irá mejor con tu comida, prueba con un vino rosado, tendrás la frescura que te daría un vino blanco y un poco de astringencia.
5. No olvides los maridajes clásicos del vino blanco dulce Sauternes con foie gras.
6. Para hacer un buen maridaje tienes que conocer muy bien los sabores tanto del platillo como de la bebida; si no los conoces puede que no resulte.
7. Las cervezas también son buenos acompañantes, hay que considerarlas.
8. Los vinos de postre no tienen que ir siempre acompañados de algo dulce, intenta maridarlos con quesos.
9. Hay platillos que maridan perfectamente con las bebidas del mismo lugar, por ejemplo, si estas en Francia, prueba sus platillos con vinos franceses.
10. Si tienes la oportunidad, prueba mejillones, almejas u ostiones con un whisky single malt.