El proceso de la propuesta plástica de Antonio de la Rosa parte de una forma muy particular. Crea una comunicación entre su persona, el material y el color, con el objetivo de explorar sus infinitas posibilidades y crear cada pieza en función de su material y composición orgánica que va dictada entre líneas, círculos y los poros de la tierra que encuentra en su camino.
La pedacería de madera, tela, cartón y cerámica se transforma con la mezcla de pigmentos en busca de un nuevo color y se aplica siguiendo la composición natural del soporte. “Cada pieza tiene una vida propia y busco que el color la identifique”.
La valoración y jerarquización que Antonio de la Rosa hace del color va más allá de una cuestión óptica, pues los colores impactan en el ser humano de manera física, perceptual y psicológica. Su efecto sobre los sentidos es digno de estudio, por ejemplo: los ojos forman el sentido que más motiva la conciencia, pero al cerrarlos se aumenta la conciencia cromática, por lo que la mente tiende a generar sonidos. El sonido “arroja” luz sobre nuestra experiencia y permite que el intelecto se libere.
“Mi propuesta es realizar piezas que provengan de una experimentación física con el color, utilizando pinturas acrílicas y al óleo para comparar sus tonos. No busco competir con la tecnología, sino llevar el conocimiento del color a la creación de piezas de arte y colocarlas ante el público. Más allá de querer encontrar los colores existentes, intento revelar la sensación, entender las reacciones y palpar una parte del universo del color”.
Desde 2007 comenzó a explorar el color mientras trabajaba como diseñador industrial; siempre estuvo relacionado con el mundo de los materiales y el color. Durante mucho tiempo realizó ejercicios sobre algunos pedazos pequeños de madera que le sobraban de los muebles que hacía y, a falta de tiempo, pintaba líneas, cubos y círculos en distintos colores, grosor y dirección, pero siempre dependiendo de la forma del material sobre el que trabajaba. A partir del año 2012 se convirtió en una actividad y búsqueda constante, debido a que decidió incursionar de tiempo completo en las artes visuales.
Antonio de la Rosa es artista visual mexicano; actualmente estudia la maestría en Artes Visuales en la Antigua Academia de San Carlos y forma parte de los artistas emergentes de Cultura Colectiva.