Este año, se celebró la primera edición de Azafrán Festival de Paella y Vino en San Miguel de Allende, Guanajuato. El festival se llevó a cabo el último fin de semana de julio en la Hacienda San José Lavista, un maravilloso lugar que se caracteriza por su arquitectura colonial rodeada por espectaculares viñedos y vistas de las montañas por un lado, y de las edificaciones de San Miguel por el otro. Sin duda, el escenario ideal para un festival culinario, pues esta pintoresca ciudad se ha convertido en un referente gastronómico de nuestro país.
Los invitados –que fueron más de 750– pudieron disfrutar de una importante muestra gastronómica en la que los protagonistas fueron, por supuesto, la paella y el vino. Sin embargo, hubieron otros alimentos a degustar como carnes frías, gran variedad de ceviches y mariscos frescos, carne a la parrilla y gelato para terminar la comida con algo dulce. Para beber, la selección de vinos blancos y tintos fue complementada con cervezas artesanales y cocteles preparados con los principales destilados como ron, whisky, tequila y mezcal.
La mayor parte de los asistentes se concentraron en la carpa principal, donde se encontraban los stands de comida y bebida, las mesas y una pista de baile que sirvió como escenario para la presentación de baile flamenco y, más tarde, se convirtió en el centro de la fiesta al llenarse de parejas bailando al ritmo de canciones latinas.
Los alrededores de la carpa también estaban decorados con mesas rústicas al exterior, ideales para aquellos que buscaban platicar y disfrutar de una copa de vino en un ambiente más relajado. Algunos incluso optaron por agarrar una de las canastas de picnic y almorzar en medio de los jardines.
A las tres de la tarde llegó el momento más esperado: el concurso de paellas. Participaron varios chefs de distintos estados de la República, elegidos cuidadosamente por los organizadores del festival para presentar a los invitados una gama de 24 paellas espectaculares, cada una de ellas distinta y con un toque especial. Realmente se pudo presenciar el arte de la gastronomía, pues cada chef demostró sus habilidades culinarias y su creatividad al hacer la paella.
Un jurado, conformado por importantes personalidades de la industria gastronómica en México, se dio a la tarea de elegir la mejor receta entre los participantes. Entre los jueces estuvieron Valentina Ortiz Monasterio, Chairman de la lista S. Pellegrino en México y Latinoamérica; Vicente Torres, chef valenciano y propietario del restaurante Garum; Marco Beteta, líder de opinión en el sector gastronómico; y Hugo D’Acosta, reconocido enólogo mexicano.
Al final, el premio Azafrán a la mejor paella fue para el chef Cisco Bartolí del restaurante Oleum y el premio Bodega San José Lavista a la paella más creativa fue para el chef Marcos Canales del restaurante Limosneros, ambos provenientes de la Ciudad de México. Los invitados también votaron por su paella favorita, otorgando el premio Samsung Sabor de Paella a la chef Estela Mortera del restaurante El Marjal en Veracruz.
En los próximos meses, se hará un libro del festival que recopilará las 24 paellas participantes, con sus respectivas notas, ingredientes e información de sus creadores. No cabe duda de que el evento fue todo un éxito y no podemos esperar a su próxima edición.