Chile es un país aislado y remoto. Estas características lo convierten en un lugar privilegiado y único en el mundo para la observación astronómica. En especial el desierto de Atacama, que por sus condiciones de baja humedad y cielos despejados, ha servido de inspiración y fuente de estudio para científicos, astrónomos, fotógrafos y artistas.
Bien lo sabe Cari Letelier, una extranjera criada en Chile. Ingeniera Civil de profesión, con estudios de post grado en MIT (USA), esta extraordinaria mujer decidió hace 5 años dejar la estabilidad de un trabajo de oficina para dedicarse a tiempo completo al estudio y retrato de nuestros cielos.
Todo su sacrificio hoy está dando grandes frutos. Este año, el blog sobre fotografía y viajes, Capture the Atlas, publicó en su última edición una selección de las 25 mejores fotografías de la Vía Láctea, llamándola “Milky Way Photographer of the Year”. Cari fue una de las premiadas con este tremendo reconocimiento, gracias a su espectacular imagen titulada “Framing Atacama´s Hidden Landscapes”.
Conversamos con ella y esto fue lo que nos contó:
Cari, ¿cómo y cuándo nace tu motivación para iniciarte en la Astrofotografía?
A mediados de Diciembre de 2017, trabajaba como ingeniera en una empresa de consumo masivo, sin mayores hobbies. Un día vi en las noticias que esa noche sería el peak de la gran lluvia de estrellas Gemínidas, una de las lluvias de meteoritos más importantes del año, y se me ocurrió que tal vez podría hacerles fotos. Sería una actividad nueva y entretenida para salir de la rutina. Tenía una cámara reflex guardada que nunca aprendí a usar y le pregunté a un amigo fotógrafo qué debía hacer para lograr una toma de este fenómeno. “Debes buscar un lugar oscuro, usar un trípode, configura la cámara en 30 segundos, ISO 3200 y apertura al máximo”. A pesar de que las palabras resonaban totalmente ajenas en su mente, pensó: “¿qué tan difícil puede ser esto?”.
Decidió ir al Cajón del Maipo, en la precordillera de Santiago de Chile. Esa noche, nos cuenta, cometió todos los errores posibles de un principiante en fotografía: -“saqué la cámara, la puse en el trípode, miraba los botones y no sabía cuál apretar. Fueron casi 2 horas tratando de hacer una foto, sin lograr ningún buen resultado”- Frustrada y enojada consigo misma volvió a casa.
Pero no se iba a dar por vencida y comenzó a leer el manual de la cámara exhaustivamente. Practicó todas las funciones, googleó sobre términos que no entendía, y ese fin de semana logró su primera foto del cielo.- “Hoy la miro y me doy cuenta que en ella habían muchos errores, pero fue la primera y marcó un inicio”-
De ahí en adelante se obsesionó con el tema y siguió leyendo y estudiando todos los días sobre fotografía y astronomía. Al cabo de unos meses ya había ganado su primer concurso. -“Me di cuenta que esto ya no era un hobbie sino una pasión, que se había instalado en mi cabeza y corazón para quedarse, por lo que al cabo de un año decidí pedirle a mi jefa que me despidiera para poder dedicarme full time a esto. Lo difícil ahora era resolver como me ganaría la vida y se me ocurrió dictar talleres de astrofotografía en terreno (enseñando tanto sobre el cielo como de fotografía). Tuve que sacrificar muchas cosas, entre ellas mi departamento, comodidades, a mi ahora ex esposo. Incluso amistades que no entendían que dejara la estabilidad de un sueldo por aventurarme en ser independiente en un rubro que no existía como trabajo formal”.-
Desde entonces dedica sus días a estudiar sobre astronomía, fotografía, marketing, redes sociales, gestión de proyectos, y storytelling. Complementa sus estudios dictando charlas sobre el uso de la astrofotografía en el turismo, capacitaciones a emprendedores y conferencias para países que recién empiezan a emprender en el astroturismo, entre ellos Sri Lanka, Colombia, USA y Argentina. Además, continúa su gran viaje en busca de capturar la mayor cantidad de cielos nocturnos en el mundo, divulgando la astronomía como nueva forma de pensar y conectarse con el firmamento, y motivando cada vez a más personas a mirar hacia arriba.
¿Cuál ha sido tu destino o lugar más desafiante a fotografiar?
Creo que cada destino tiene su propio encanto y dificultad. Siempre es complejo hacer fotografías en un lugar que no has estado anteriormente, más aún de noche, cuando no has visitado el lugar de día. Hay que tomar en cuenta elementos como los ángulos, composiciones, temporada del cielo y horarios.
Creo que uno de los destinos más complejos fue Islandia, donde recorrimos toda la isla más (de 2000 kms en total), junto a 3 fotógrafos amigos. Fueron 10 días en una camper van a principios del 2019. En ese entonces me faltaba aún mucha experiencia, conocimientos y práctica, y se me hizo difícil orientarme en los cielos del hemisferio norte. Más duro aún fue lidiar con el frío y la humedad (llegamos a -25°C en algunas ocasiones), Y bueno, perseguir las auroras boreales fue un verdadero martirio. Había que conducir grandes distancias, además de las dificultades técnicas que presentaba fotografiarlas. Por el frio, las batería duraban muy poco, las pantallas touch dejaban de funcionar, se nos cristalizaban las lágrimas, con lo que temí que se me congelaran los lentes de contacto. Todo era muy duro.
Pero también saqué cosas positivas y cada cierto tiempo reviso el material que logré. Como resumen, las condiciones fueron extremas., dormíamos mal, tuvimos hambre, el clima nos arruinaba la planificación en muchos lugares, pero a pesar de todo, ha sido uno de los mejores viajes de mi vida.
¿Cuál es tu próximo proyecto, meta o sueño a cumplir en el rubro de la Astrofotografía?
Actualmente soy parte del proyecto “Astrofotografía Chile”, donde me desempeño como Directora de Arte y Contenidos. Estamos en la constante búsqueda de actividades de promoción de nuestros cielos nocturnos chilenos y de divulgación de la astronomía. Llevamos bastante tiempo desarrollando proyectos que buscan organizar expediciones orientadas al fotógrafo de paisajes y al astro fotógrafo. Recorrer diferentes latitudes de Chile y el mundo para llevarlos a descubrir paisajes increíbles y ocultos. También se vienen encuentros, seminarios, e incluso una serie de televisión.
En el ámbito personal, creo que mi mayor meta es llegar a posicionar la Astrofotografía como una herramienta que pueda generar trabajo de forma multidisciplinaria, tanto en educación, turismo, desarrollo personal y entretenimiento. La idea es seguir abriendo camino a las siguientes generaciones para que puedan apasionarse por la captura del cielo, y convertirlo en una forma de vida.
Finalmente como sueño, tengo muchas latitudes pendientes por visitar. Espero poder concretar lugres como la Patagonia, Arica e Iquique y Antártica dentro de Chile, y en el extranjero, visitar Mongolia (Desierto de Gobi), Madagascar (árboles baobab, Groenlandia, Arabia Saudita, Pakistán, Rusia (Siberia, Lago Baikal), Alaska y Canadá (Alberta, Yellowknife).
Ig: @cariletelier