Catalina nació y creció en Chile, inmersa desde pequeña en un universo artístico. Su obra evoca la arqueología y la mirada sobre el mundo actual en relación con el pasado. Catalina está representada por la galería Selma Feriani en Londres y en Túnez, y por la galería Isabel Aninat en Chile. Actualmente, vive en Buenos Aires con su familia. Ella nos platicó sobre su carrera como artista.
¿Por qué decidiste dedicarte al arte?
Nací y me crié entre artistas. Mi bisabuelo fue un célebre pintor chileno, mientras que mi abuelo y mi padre son arquitectos y pintores. Si bien fui una alumna brillante y todos esperaban que fuera doctora, siempre supe que dedicaría mi vida al arte. Más que decidirme, fue una vocación educada y heredada.
¿Cómo definirías a un artista?
Con la sobreexposición de imágenes que existe hoy en día, me parece que un artista tiene que dar cuenta de los conflictos que le atañen, pero, sobre todo, debe crear obras que las personas puedan contemplar y que les provoquen una emoción. Pienso que las emociones deben ser contemporáneas, pero identificarse con el presente y con el pasado al mismo tiempo. Para mí, el artista es alguien que debe entregar al espectador algo que pueda contemplar, pero también experimentar y ver reflejado al menos en su panorama histórico, visual, político y social. Me interesa el artista que haga obras que tengan que ver con la humanidad y que haga a las personas reflexionar sobre dónde están y por qué.
¿Cuál es tu obra más reciente?
Estoy trabajando en una serie llamada Fisuras como metáforas de resistencia. Trata sobre la migración de obras arqueológicas que fueron desterradas de su lugar de origen a otros países en los que se exhiben como emblemas de poder. Estas obras de gran formato en papel se realizan a partir de un método de encastre, de documentación arqueológica. Los usos políticos de la arqueología revisan la construcción de identidades. Estas obras se presentan como pieles con sus diversos pliegues y fisuras, son el lugar de vestigios y aspectos contingentes que dan testimonio de la memoria de las naciones.
¿De dónde viene tu fuerza creadora?
De la contingencia. Me interesa lo que sucede hoy, pero en relación con el pasado. La contingencia arcaica. Me interesa conciliar mundos distintos. Me enfoco en la perspectiva de la mirada: ¿qué vemos y desde dónde?; busco observar distorsionando las perspectivas de la mirada.
¿Qué opinas de la posición de la mujer en el arte contemporáneo?
Mi obra busca operar en la movediza frontera que se establece entre el culto y la práctica artística por medio del recurso del rito (performance) y la disposición objetual. A través de la exploración de diferentes medios de comunicación visual como el video, la instalación, la fotografía y el performance, ofrezco obras con gran carga emocional, creadas a partir de manipulaciones metafóricas y simbólicas, las cuales desafían la “realidad como representación”. Mi obra se presenta a modo de un bricolage sincrético, un intento de conciliar doctrinas distintas, un proceso de transculturación y mestizaje, la unión entre lo sacro y lo pagano, lo cual me identifica al ser una mujer artista latinoamericana que pertenece a una era en la que somos partícipes de múltiples encuentros y realidades. El cuerpo de la artista es una metáfora del lugar en el que se inscriben las representaciones de la diferencia y la identidad, manifestando las tensiones entre la experiencia de las mujeres y los significados culturales que se inscriben sobre el cuerpo femenino.
¿Cuál fue para ti un momento revelador en el mundo del arte contemporáneo?
¡Me ha revelado más el arte arcaico que el contemporáneo! Aún espero una revelación en el arte contemporáneo. Creo que todos estamos esperándola o sabrán decir si la hubo cuando se tome distancia y podamos analizarlo a través del tiempo.
¿A qué artistas admiras?
Me interesan los artistas que están presentes en sus obras y que se vinculan con sus creaciones como Marina Abramovic, Gilbert & George, Ai Weiwei.
¿Hay alguna obra de arte que te haya marcado?
Me marcó mucho la obra de Gordon Matta-Clark. Sus building cuts dieron inicio a mis intereses en cuanto a lo que definí como genius loci. Ese fue el comienzo de mi investigación sobre la identidad de los lugares y su arqueología.
Tienes una vida nómada, pero tu hogar está en Buenos Aires, ¿cuáles son tus lugares preferidos en esa ciudad?
- El Centro de Arte Contemporáneo (MUNTREF)
- El Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba)
- La Fundación Proa
- El restaurante El Obrero (ubicado en La Boca)
- Rambla (ubicado detrás del Alvear Hotel para el mejor sándwich de lomito)
- Brasserie Pétanque (bistro français en San Telmo, Defensa 596)
- Tegui (para comida fusión en Palermo Viejo)
- Casa Cavia
- Tramando (fashion, art & design en Rodríguez Peña 1973, Recoleta)
- Laura O (interior deco shop en Godoy Cruz 1575)
- El Sótano (muebles vintage)
- Feria de Antigüedades de San Telmo
¿Cuál es tu ciudad favorita del mundo?
Buenos Aires. Es una ciudad ecléctica, una ciudad latente, viva, enérgica.
¿Tres museos a los que te encanta regresar?
El Museo Nacional del Bardo en Túnez, el MoMA y la Tate Modern.
¿Algún destino que aún no conozcas y quieras visitar?
India.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Estoy preparando una muestra individual para Selma Feriani Gallery en Túnez. Será una exposición con obras, en su mayoría, de gran formato en papel y otras en mármol. La serie está relacionada con el contingente arcaico del país y se inaugura en mayo 2018 en la sede Sidi Bou Said de la galería.
Texto: Lorena Aisaguer Husseini
Lorena Es apasionada de arte, coleccionista y políglota; actualmente trabajando en diversos proyectos relacionados al mundo del arte. Lorena vive en Londres.