La Villa d’Este, joya a orillas del Lago de Como, fue el escenario de una pasarela que parecía detener el tiempo. En este palacio, Chanel presentó su colección Cruise 2025/26: un homenaje a la vida de hotel, al arte de la despreocupación y glamur atemporal.

Las modelos aparecieron como huéspedes de un verano eterno, deslizándose por los corredores imaginarios del hotel en vestidos color durazno, rosa y azul. Cada pieza, desde trajes de tweed bañados en luz hasta conjuntos de lentejuelas multicolores, celebraba la alegría de vestirse para ser visto, para bailar, para pertenecer a una postal viva.

La colección capturó la atmósfera soleada y vibrante de la Villa: chaquetas en tonos ocre y dorados, pantalones blancos de corte recto, suéteres de rayas marineras. El espíritu de los jardines se materializó en bordados florales delicados que flotaban sobre faldas negras y trajes blancos de líneas puras.

El movimiento era constante: jumpsuits escotados en lamé a rayas rosas y naranjas, capas ligeras que seguían a cada paso, pantalones de noche de tafetán combinados con blusas de mangas voluminosas bordadas en pedrería. Cada look evocaba una escena cinematográfica, una vida de hotel imaginada por Sofia Coppola, cuya mirada encapsuló esta atmósfera soñada en el teaser del desfile.

No faltaron los códigos de la casa: largos collares de perlas, grandes bolsos de piscina, mules de charol y pañuelos de seda anudados con ligereza en el cabello o en los tobillos. Una silueta pensada para una estrella de cine que, más que interpretar un papel, simplemente vive en su propia escena de verano.

Más que una colección, Chanel ofreció una forma de habitar el tiempo: un refugio elegante en el que cada detalle, desde un puño bordado hasta el pliegue exacto de un vestido, invita a perderse en el arte de no tener prisa, como el propio Lago de Como, donde la vida se desliza entre reflejos, rumores de cine y promesas de eternos veranos.

La colección Cruise 2025/26 también retoma ciertos códigos clásicos del crucero: pantalones blancos de corte recto y chaqueta marinera (en color helado de fresa), rayas azul y blanco (en un traje de pantalón de punto) y rayas de colores (en suéter tejido, vestido y polo).

Collares de perlas, minaudières y grandes bolsos de piscina, guantes largos de estrella de cine de Hollywood, gafas de sol negras, mules de charol y pañuelos de seda atados en el cabello, en la muñeca o en el tobillo junto a las sandalias, contribuyen a una elegancia atemporal y a una actitud audaz.

Lujosa y confortable, la colección Cruise 2025/26 refleja la atmósfera de despreocupación, glamur y armonía que han hecho famosa a la Villa d’Este y al Lago de Como desde el Renacimiento.

P. chanel.com

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