La pasarela de Chanel para la colección Haute Couture SS25 fue una narrativa que recorrió un ciclo completo de luz y oscuridad. En el Grand Palais, la escenografía por Willo Perron nos llevó al infinito: un desfile en forma de doble ‘c’ que simboliza la continuidad de una casa con muchos años de historia. La propuesta de esta temporada celebra el color en todas sus formas, desde los tonos más delicados hasta los más audaces.
La colección siguió el transcurso del día hasta toparse con la noche. La primera luz de la mañana propone conjuntos de seda en tonos claros, mientras que el sol del mediodía se transporta a los clásicos trajes de tweed. Los lilas, naranjas y rosas llegan en vestidos y abrigos, creando una armonía vibrante sin perder la elegancia.
En todos los detalles se reconoce el sello de Chanel: tweeds, botones, forros, y trenzados que aportan textura y profundidad. Los vestidos juegan con volúmenes y transparencias, y otras prendas combinan cortes y largos en un solo diseño.
El cierre es tan poético como el mismo concepto en el que se inspira. Un vestido de lentejuelas blancas, y un abrigo en tweed que representa el brillo final antes de la noche: Chanel Haute Couture SS25.
P. chanel.com
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