Ciclo es un proyecto joven 100% mexicano que procura ayudar a solucionar problemas sociales y reconstruir el tejido social de una forma creativa y eficaz. A partir del trabajo en equipo entre los vecinos y los integrantes de Ciclo, se busca la renovación de espacios públicos en una determinada delegación o zona de la Ciudad de México por medio del arte, acciones ambientales y talleres interdisciplinarios. Se busca propiciar un cambio de actitud, pues como nos explica Laura Reséndiz, coordinadora del proyecto y además fundadora y codirectora de Anonymous Gallery, “un espacio es el espejo de nuestra sociedad”.
Con el fin de aclarar nuestras inquietudes y conocer más de este proyecto, Laura Reséndiz y Sandra Villanueva, encargada de prensa y contenido, nos platican cómo fue que comenzó esta gran iniciativa en la Delegación Magdalena Contreras, las dificultades a las que se han enfrentado y algunos de sus planes a futuro.
¿Cuál fue la inspiración al iniciar este proyecto?
Laura: Mi amor por la naturaleza y vocación por el arte se juntaron de manera orgánica en un estacionamiento. Al verme rodeada de paredes de concreto, entendí que en un entorno así la imaginación y los sueños estarían siempre limitados por muros. El tener un espacio público abierto, verde y armónico me lleva a idear los proyectos más increíbles. Si eso provoca en mí, pensé que lo mismo debería pasar con todos los demás. Así se generó la primera idea de un espacio limpio, ordenado y con arte, que se fue moldeando solo para demostrar que un espacio es el espejo de nuestra sociedad. Y si somos capaces de transformar nuestro entorno de manera conjunta, somos capaces de transformarnos hacia la cooperación, la unidad y la armonía dentro de nuestra diversidad como gran urbe.
¿Por qué se eligió la Delegación Magdalena Contreras?
Sandra: La Delegación Magdalena Contreras estaba bastante olvidada. La delegación tiene una historia muy rica, de siglos; tiene algunas exhaciendas y específicamente una del siglo XVII, en la cual se fundó gran parte de la Magdalena Contreras. Esta se encuentra un poco más abajo del río. Además es la única delegación que tiene un río vivo. La historia de esta zona de la ciudad tiene que ver prácticamente con el río y con la exhacienda que después se convierte en una fábrica de casimires y toda la lucha social en torno a esta fábrica, que cierra en 1967.
¿Cuánto tiempo llevan con este proyecto?
Sandra: El proyecto tiene 7 meses y ahorita se está cerrando en la Magdalena Contreras y buscando espacios en otras delegaciones. Lo que busca Ciclo son espacios en donde realmente se tenga un impacto social. En la Magdalena Contreras, parte de la comunidad ya estaba organizada en ciertos espacios, y se llegó ahí a reuniones con los vecinos porque la base primordial del proyecto es el trabajo con la gente. Las cosas visibles, que son los murales, todo lo que se hizo de permacultura, un pequeño skatepark, un museo de sitio, esas cosas ya son la parte visible del proyecto. Lo que se ha generado con los vecinos es que ellos mismos retomen esa llama que tenían hace unos años, y así ellos mismos cuiden los espacios y que además generen actividades que giren alrededor de los espacios ya habilitados.
¿Qué dinámicas o que secciones envuelve el proyecto?
Se divide en tres áreas: primero, la de microhistorias en donde entran los vecinos directamente a trabajar en el espacio con un grupo de sociólogos e historiadores que hacen trabajo de puerta en puerta, recuperando tanto la memoria histórica de la zona, como identificando necesidades.
¿Los capacitan para que puedan mantener estos espacios?
Sandra: Exactamente, para eso son los cursos. Para que puedan ellos darle continuidad y que puedan expandir. En lugares donde ya se concluyó, la gente sigue con otros espacios, sí se han visto los resultados.
¿Cuáles crees que sean los principales retos a los que Ciclo se puede enfrentar al comenzar la renovación de una delegación?
Laura: Convocar a los grupos de trabajo sin que te conozcan es el mayor reto. De ahí la importancia del área de Vinculación Comunitaria, en donde hay que hacer una invitación personalizada explicando quiénes somos y cuáles son los objetivos. Cruzar la línea de la apatía generalizada por un descontento basado en la desilusión colectiva por la poca colaboración, es el mayor obstáculo.Sin embargo, una vez cruzada la l í nea, la integración sucede casi mágicamente, pues los intereses son los mismos.
¿Cómo planean expandir su visión?
Laura: Primero , con la gente que asistió a alguno de los talleres, donde tomaron la capacitación necesaria para poder implementar lo aprendido en sus hogares y en otros espacios de la zona ; de ahí se va replicando con sus familiares, vecinos, amigos y así va creciendo la cadena. Es una bola de nieve, un efecto que saca lo mejor de uno y que los convierte en capacitadores. Hecho esto, los nuevos “talleristas” van mejorando y adquiriendo nuevas habilidades. Una parte importante dentro de esta visión, es involucrar a los gobiernos y autoridades locales, ya que ellos tienen la responsabilidad de cuidar y respetar el trabajo hecho por los vecinos para así, en conjunto, generar mayor seguridad y goce de los espacios recuperados. La expansión por ende se vuelve responsabilidad de cada uno de los actores y habitantes de cada lugar . Nosotros s o lo somos el motor iniciador del cambio. También buscamos que estas visiones se vayan replicando por todos los espacios para empoderar a la sociedad a través del trabajo comunitario .
@CicloDF