En el universo de los destilados, hay nombres que trascienden y se convierten en auténticos íconos de calidad y artesanía. Clase Azul México es uno de esos que resplandece con un brillo propio, capturando la esencia y la riqueza de la cultura mexicana en cada gota de sus excepcionales tequilas y mezcales.
Cuando hablamos de Clase Azul México, no nos referimos simplemente a sus decantadores. Estas creaciones son más que eso: son recipientes que guardan el espíritu de México en su interior. La atención al detalle es evidente en cada licorera, que se presenta como una obra de arte en sí misma, decorada a mano con trazos plumeados en azul cobalto o incluso con detalles en oro de 24 quilates. Estas licoreras son verdaderas joyas que revelan la pasión y la dedicación que se vierten en la producción de Clase Azul.
Clase Azul Tequila Plata: el reflejo de la frescura del agave
En el mundo del tequila, el Clase Azul Tequila Plata se destaca como una joya incomparable. Este tequila sin madurar captura el matizado y fresco sabor del agave de una manera única. Pero no es solo el líquido que yace en su interior lo que hace que este ícono sea tan especial. La elegante y traslúcida licorera permite apreciar este brillante y prístino tequila en todo su esplendor. Con un cuerpo ligero y un color brillante con destellos plateados, este tequila ofrece un aroma que evoca fragancias de naranja, hoja de limón y hierbabuena, con toques de vainilla, manzana verde y té verde. En el paladar, se despliegan notas de vainilla, limón Meyer, menta fresca y un toque de guayaba verde. Es una experiencia de tequila que cautiva los sentidos desde el primer sorbo.
Clase Azul Tequila Reposado: la magia del reposo en barricas
El Clase Azul Tequila Reposado es un ejemplo maestro de cómo el tiempo y la artesanía pueden combinarse magistralmente. Este tequila se reposa en barricas de whiskey americano, lo que le otorga su distinguido carácter y sabor. Pero su atractivo no se limita a su contenido. La licorera en la que se presenta es un testimonio de la artesanía que distingue a Clase Azul. Con sus reconocidos trazos plumeados en azul cobalto, esta licorera decorada a mano es un emblema de la dedicación y la atención al detalle que definen a la marca. Con un cuerpo medio y un color ámbar tenue con destellos dorados, el Reposado ofrece un aroma de miel de agave, vainilla, piel de naranja confitada y roble tostado, con ligeros matices de canela y plátano. Es un tequila que revela su esencia con cada sorbo, una verdadera obra maestra de la destilería.
Clase Azul Tequila Gold: la fusión de elegancia y sabor
El Clase Azul Tequila Gold es la culminación de una fusión única de tequilas. Combina el Clase Azul Tequila Plata con un tequila especial reposado en barricas de roble francés y un extra añejo terminado en barricas de jerez. Pero lo que realmente distingue a esta presentación es su licorera con una base de cerámica que luce dos líneas pintadas a mano con oro de 24 quilates. Este tequila presenta un color dorado que refleja su complejidad y sofisticación. Su aroma es una sinfonía de miel de agave, manzana verde, cáscara de naranja, higo fresco y pasas, con ligeros matices de almendra y nuez. Es una experiencia que combina la elegancia visual con el deleite del paladar, un tequila que merece ser apreciado con calma y admiración.
Clase Azul Tequila Añejo: el viaje del agave representado en oro
El Clase Azul Tequila Añejo es un testimonio de la paciencia y la dedicación que se invierten en la destilación de alta calidad. Su armonioso carácter es el resultado de un magnífico trayecto de más de dos años en barricas de whiskey americano. Lo que realmente hace que esta presentación sea única es la decoración de su licorera, que simboliza el trayecto del agave desde su nacimiento hasta su transformación en tequila, con trazos pintados en oro de 24 quilates. Con un cuerpo de gran entidad y un color ámbar con reflejos cobrizos, el Añejo ofrece un aroma robusto de mermelada de naranja, membrillo y roble tostado, con suaves toques de canela, clavo, avellana tostada y vainilla mexicana. Es una experiencia que captura la esencia del tiempo y la tradición en cada sorbo.
Clase Azul Tequila Ultra: la cumbre de la maduración
El Clase Azul Tequila Ultra es una expresión sublime del arte de la destilación y la maduración. Su carácter extraordinario es posible solo a través de una prolongada maduración de cinco años en barricas de whiskey americano y de jerez. Siempre de la compleja técnica de pintar su licorera con platino, un proceso que solo las artesanas más diestras han dominado. Con un cuerpo de gran entidad y un color ámbar oscuro con reflejos cobrizos, el Ultra ofrece un aroma embriagador de jerez, ciruela pasa, albaricoque, cereza madura, miel de maple, avellana e intensas notas de roble.
Clase Azul Mezcal Durango: la artesanía de la sierra semiárida
Clase Azul no solo destaca en el mundo del tequila, sino que también ha dejado una huella imborrable en el mundo del mezcal. El Clase Azul Mezcal Durango se elabora artesanalmente con agave cenizo, una planta endémica de la sierra semiárida del estado de Durango en el norte de México. Sus hermosos diseños florales llenan de color el tapón de su licorera. Estos patrones geométricos son creados a mano mediante la aplicación individual de cuentas de colores, una muestra de la artesanía que impulsa la marca.
Clase Azul Mezcal Guerrero: la belleza de la sierra húmeda
El Clase Azul Mezcal Guerrero es otra joya en la corona de los mezcales de Clase Azul. Se elabora artesanalmente con agave papalote, una planta nativa de la sierra húmeda del estado de Guerrero. Su vibrante tapón de licorera luce hermosas representaciones de colibríes creadas a mano empleando técnicas tradicionales de laqueado. Es un tributo a la belleza de la naturaleza y la riqueza de la cultura mexicana.
Clase Azul México va más allá de ser simplemente una marca de tequila y mezcal. Cada una de sus presentaciones es una obra maestra que combina la artesanía excepcional con la excelencia en la destilación. Son tesoros que capturan la esencia de México y celebran su riqueza cultural en cada sorbo. Cuando disfrutas de Clase Azul, no solo degustas una bebida excepcional, sino que admirarás una obra de arte plasmada en una botella.
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