Una escultura de £500,000 entre consumo, ritual y permanencia

Una botella de cerveza puede ser un objeto cotidiano. Pero también puede convertirse en una obra de arte cargada de simbolismo, historia y crítica cultural. En Oro Azteca, el artista japonés Yutaro Zan Karnalachi transforma una botella de cerveza mexicana Charro en una escultura de oro puro de 24 quilates, conservando su forma, escala y peso exactos. El resultado es una pieza visualmente familiar, pero funcionalmente imposible: no se abre, no se consume, no circula. Permanece. 

¿Quién es Yutaro Zan Karnalachi?

Nacido en Osaka en 1994 y formado entre Japón, Londres y Estados Unidos, Karnalachi pertenece a una generación de artistas contemporáneos que operan entre la investigación conceptual y la precisión material. Su formación en instituciones como el Courtauld Institute of Art y el MIT se refleja en una obra que no busca el impacto inmediato, sino la tensión: entre objeto y símbolo, historia y presente, valor económico y significado cultural. 

Una botella de cerveza convertida en escultura de oro

La botella Charro utilizada en Oro Azteca mantiene el peso exacto de una cerveza comercial de 355 ml. No es una réplica ni una interpretación: es una equivalencia física. Al fundirla en oro puro, el artista elimina cualquier posibilidad de consumo y la traslada al terreno de la contemplación.

Lo que antes era efímero se vuelve permanente. Lo que antes circulaba, ahora se detiene. La pieza no propone nostalgia, sino una pausa crítica frente a la cultura del consumo. 

El oro como símbolo: de lo ritual a lo contemporáneo

El uso de oro de 24 quilates, sin aleaciones, es central en la lectura de la obra. Antes de convertirse en moneda o capital, el oro fue materia ritual y símbolo de lo sagrado. En las culturas mesoamericanas, su valor estaba ligado a lo espiritual y a lo eterno, no a la acumulación.

Oro Azteca recupera esta memoria simbólica y la confronta con el presente: un mundo donde incluso los objetos más cotidianos pueden ser absorbidos por el lujo, el fetiche y el mercado del arte. 

Subasta en Londres: el valor como parte del discurso

Exhibida y posteriormente subastada por la White Glass Gallery of London, Oro Azteca alcanzó un precio de £500,000. Lejos de cerrar el discurso, esta cifra lo amplifica: el valor económico no contradice la crítica de la obra, sino que la integra al sistema que cuestiona.