En el corazón del Valle de Aragua, Venezuela, emerge un ron que trasciende el concepto tradicional de destilados: Santa Teresa 1796. No solo es reconocido mundialmente por su incomparable suavidad y equilibrio, sino también por su rica historia de resiliencia, tradición y sustentabilidad. Este ron se presenta como la elección predilecta para aquellos apasionados por las experiencias de calidad y profundidad, marcando su presencia en los paladares más exigentes y las conversaciones más memorables.
La saga de Santa Teresa 1796 comienza en el año que le da nombre, fundada en una hacienda que ha visto pasar guerras, revoluciones e invasiones. A través de los siglos, ha convertido cada desafío en una oportunidad para fortalecer su legado, manteniendo viva la esencia de su fundación. Es esta resiliencia la que impregna cada gota de ron, ofreciendo no solo un sabor, sino una historia de superación y éxito.
El perfil de este distinguido ron cautiva desde el primer sorbo, con un balance perfecto entre notas afrutadas y matices de madera, chocolate oscuro, vainilla, y canela. Este sabor único es el resultado de un meticuloso proceso de envejecimiento solera, donde las barricas de bourbon de roble añaden complejidad y suavidad a mezclas de hasta 35 años. Este método asegura que cada botella conserve la herencia y la calidad del ron madre, estableciendo a Santa Teresa 1796 como una obra maestra del arte ronero.
Más allá de su sabor y calidad, se distingue por su profundo compromiso con el impacto social. A través del “Proyecto Alcatraz”, la marca transforma vidas en la comunidad del Valle de Aragua, empleando el deporte y los valores del rugby para ofrecer segundas oportunidades y fomentar un cambio positivo. Este proyecto resalta cómo una marca puede trascender el ámbito comercial y convertirse en un motor de desarrollo y esperanza.
Santa Teresa 1796 invita a explorar su versatilidad a través de la coctelería, siendo el “Cojonudo” uno de sus cócteles insignia. Este refrescante mix combina 50 ml de Santa Teresa 1796 con agua gasificada, servido en un vaso con hielo y decorado con una ralladura de naranja, capturando la esencia de los atardeceres venezolanos y la alegría de la buena compañía.
Santa Teresa 1796 es más que un ron; es una invitación a experimentar una rica herencia cultural, disfrutar de sabores excepcionales y ser parte de una comunidad que valora la calidad, la historia y el impacto social. En cada botella, se encuentran historias de superación, tradición y compromiso con el futuro.
Descubre Santa Teresa 1796 y sumérgete en una experiencia que va más allá del sabor, hacia un viaje por la historia, la cultura y la responsabilidad social.