Europa alberga algunos de los países más impresionantes. Viajar a cualquiera de ellos es un deleite debido a sus paisajes, su herencia histórica, sus emblemáticas ciudades, sus monumentos, sus plazas y su oferta gastronómica. En particular, el clima mediterráneo que caracteriza el sur de ese continente hace que sea un destino inigualable; por eso, aquí te recomendamos algunos lugares que tienes que visitar al menos una vez en la vida.
Valeta, Malta
Valeta, la capital de Malta, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1980. Es una de las ciudades más pequeñas de Europa y, al mismo tiempo, una de las más jóvenes, ya que se fundó hace 450 años. La arquitectura en Valeta es sorprendente, pues está compuesta por múltiples estilos, desde renacentista hasta moderno. El puerto es uno de los lugares más impresionantes, ya que es posible observar estructuras antiguas que han sido transformadas en espacios modernos. Tu visita a Valeta no estará completa sin un recorrido por la catedral de San Juan, que no solo es un lugar de reflexión, sino una exuberante obra de arte barroca del siglo XVII con un impresionante piso de mármol que crea un hermoso efecto tapiz.
Zadar, Croacia
Zadar, ubicada en la costa de Croacia, es una histórica ciudad romana y vibrante. En su centro hay una hermosa fortaleza veneciana que forma una pequeña península. Debido a sus vistas panorámicas, se dice que sus puestas de sol son de las más espectaculares del mundo. También encontrarás el famoso Órgano de mar, una obra del icónico arquitecto croata Nikola Bašić que bordea la costa y produce música gracias al empuje del agua. En la ciudad podrás probar algunos de los gelato y mariscos más deliciosos, visitar hermosos monumentos y degustar el tradicional licor Maraska. Si vas a Zadar, no te pierdas el mercado, que opera desde la Edad Media y ofrece todo tipo de alimentos, incluyendo pescado fresco, verduras y queso Gligora, el cual ha ganado múltiples concursos por su sabor.
Córcega, Francia
Los amantes de la naturaleza sienten una gran atracción por Córcega. Su extraordinario paisaje conformado por acantilados y montañas parece impenetrable; sin embargo, es el lugar ideal para caminar por sus maravillosos senderos rocosos y sus caminos montañosos, en los que descubrirás lagos brillantes y una hermosa vegetación. Si prefieres un plan relajado, te sugerimos alquilar un barco y recorrer sus increíbles playas. También puedes visitar la histórica Maison Bonaparte, casa en la que nació Napoleón y en la que conocerás más sobre su vida.
Comporta, Portugal
Comporta, ubicada a tan solo una hora de Lisboa, tiene una de las tierras más fértiles y abundantes de Europa. Ahí se encuentran los arrozales más grandes de Portugal, que se extienden por toda la costa. Sus campos de arena están repletos de las verduras y las frutas más frescas. El clima del verano invita a los locales a colocar puestos a lo largo de las carreteras en los que ofrecen una gran variedad de productos locales como sandías, alcachofas, tomates, limones y flores. La propuesta gastronómica es deliciosa, con jarras de sangría blanca efervescente, fresas dulces, quesos, mariscos, ensaladas y mucho arroz. ¡No te la pierdas!
Isquia, Italia
Fue en la década de los cincuenta cuando el cineasta Ángelo Rizzoli transformó Isquia en un destino reconocido internacionalmente. Rizzoli invitó a estrellas de Hollywood, celebridades italianas, pintores y músicos para dar a conocer la impresionante isla, además de colaborar con su infraestructura al construir hoteles, spas e incluso un hospital. El Castello Aragonese es un símbolo representativo de este sitio, por lo que no puedes dejar de visitarlo cuando estés ahí. Isquia es un destino que atrae por su hermosura y sus aguas termales, ya que puedes pasar unas horas de máxima relajación en uno de los espacios naturales más hermosos del mundo. En cuanto a la gastronomía, la especialidad es el conejo, un platillo que no te puedes perder. Pruébalo en el restaurante Montecorvo, ¡te va a encantar!
Madeira, Portugal
El archipiélago de Madeira tiene un clima de primavera eterna, de modo que casi cualquier flora puede prosperar en él. Los paisajes naturales de este destino dejan a cualquiera sin aliento, pues cuenta con una gran cantidad de jardines botánicos y una variedad de plantas que lo hacen realmente único. Entre abril y octubre podrás ver ballenas sumergirse en sus aguas cristalinas; también te sugerimos disfrutar de largas caminatas para explorar las inmensas rocas volcánicas marcadas por matices rojizos, así como visitar las albercas saladas naturales, que son el producto de erupciones volcánicas. Si buscas algo más extremo, puedes realizar una excursión de buceo para ver las maravillas que se esconden bajo el agua.
Escrito por Paola Parachini