
Nuestra ciudad no se detiene. Los espacios que invitan a bajar el ritmo en la CDMX se han convertido en puntos que buscamos constantemente. En ese ir y venir, el café ha encontrado un nuevo lugar dentro del universo del running. Ya no es solo combustible para empezar el día. Es el punto de encuentro para una pausa compartida y una recompensa ligera y deliciosa. Disco Café surge desde ahí, desde esa necesidad de moverse con intención y detenerse con sentido.


En la Condesa, al lado de la segunda sede de Metta Running House, Disco Café acompaña la rutina de quienes han hecho del cuerpo en movimiento una forma de habitar la ciudad.



Por la mañana, la atmósfera es cálida y silenciosa. El café humea, el menú acompaña y las conversaciones fluyen entre quienes llegaron directo de correr. Más tarde, las luces bajan, la música sube y la cocina se transforma. Las smash burgers se vuelven protagonistas junto a las costillas de elotito.

La arquitectura, a cargo de MOOS, junto con ILWT en la iluminación, tiene guiños retro, sin caer en lo viejo. En el centro, la bola disco es emblema y da la bienvenida a una buena experiencia.
Detrás del proyecto están Alan Huber, Pablo Gil, Ángel Regalado y Gerardo Díaz. Todos con trayectorias que entrelazan comunidad, gastronomía y bienestar. Básicamente, Disco Café es una consecuencia de haber coincidido.


Al final, lo que sucede aquí no depende del momento del día ni del menú. Tiene que ver con el ritmo: con saber que parar no es lo opuesto a avanzar; que comer rico no contradice cuidarse; y que la ciudad, incluso en su caos, puede regalar momentos de equilibrio.
D. Av México 99, Hipódromo, CDMX
IG. @disco.cafe.mx