¡Nos gusta mucho ser de aquí!, exalta la Cervecería de Colima como lema de su marca, mientras que Cru Cru, cervecería de la Ciudad de México, nos invita a descubrir su orgullo capitalino. El auge de la cerveza artesanal lleva décadas sucediendo en lugares como Portland y ya existen más de 10 mil cervecerías artesanales en todo el mundo pero, ¿cuál es el contexto en México?
IDENTIDAD CULTURAL Y NEGOCIO MEXICANO
La cerveza mexicana tiene presencia en más de 180 países y México es el cuarto productor de cerveza a nivel mundial. Entre las bebidas más vendidas en restaurantes mexicanos, según Mero Mole, están los refrescos y la cerveza; esta representa el 75% del mercado global de bebidas alcohólicas. El auge de la cerveza artesanal en México se da a partir de 2013, con la resolución de la Comisión Federal de Competencia Económica sobre la no exclusividad en la distribución de cerveza y se consolida cuando, en 2015, Ab InBev adquiere Cervecería de Tijuana, Cucapá, Bocanegra y Cervecería Mexicana.
DE LA ROMITA PARA EL MUNDO Y LA RESIGNIFICACIÓN DE LOS ESPACIOS
Luis Enrique de la Reguera es el emprendedor detrás de Cru Cru, cerveza que se gesta en las entra- ñas de la Romita, barrio que dio pie al nacimiento de la colonia Roma, en la Ciudad de México, hace más de un centenario. Esta marca se inspira completamente en la capital: la ciudad que tiene como uno de sus emblemas el grillo, por Chapultepec.
La fábrica es una casa de 1700 y era parte de las residencias don- de habitaban los monjes de la iglesia local. Ahora, el recinto es una fábrica de cerveza y el 70% de la producción es de categoría pale ale. Cru Cru produce 5,500 litros al mes y tiene cuatro cervezas de línea. Para considerar esta bebida como artesanal tiene que componerse únicamente de agua, malta de cebada, lúpulo y levadura. Su producción total debe ser menor a siete millones de barriles al año.
La cervecería está propiciando un nuevo movimiento en la zona y plusvalía: un síntoma de gentrificación y limpieza de inseguridad. Generar un destino cultural como lo es una cervecería artesanal dota de nuevos significados a un espacio olvidado. Este caso se replica en ciudades como Miami, donde la zona industrial Wynwood ahora es un lienzo de artistas para exhibir arte urbano y dar vida a restaurantes donde chefs emergentes están montando propuestas gastronómicas.
¿ES LA CERVEZA UN AGENTE DE COHESIÓN SOCIAL?
Las micro cervecerías están enfocándose en el consumo local y en activar economías. Este tipo de industria da trabajo a gente del entorno. Le preguntamos a Luis Enrique Reguera qué viene para Cru Cru y el panorama dicta hacer de la fábrica un espacio de experiencias, es decir: abrirla al público para que este conozca el proceso de la cerveza, además de incorporar un beer garden de la misma marca para que la gente, en el sitio, viva la cerveza desde su origen.
CERVECERÍA DE COLIMA, UNA MARCA QUE CONECTA EMOCIONALMENTE CON SU CONSUMIDOR
Todo nació con Colimita, en 2014, con la leyenda de marca: ¡Nos gusta mucho ser de aquí! Esteban Silva, socio fundador de Cervecería de Colima quería producir una cerveza que supiera a Colima: desafanada y alegre. Cuatro años después, ya hay cinco tipos de cerveza, 105,000 litros al mes de producción y cinco trapiches (beer gardens de la marca, en Guadalajara, Sayulita y Colima).
Adriana Haro, directora de Marketing de la marca, nos contó dos cosas: a ella también le gusta ser de ahí, y que el éxito de Colimita y sus cervezas hermanas está relacionado con la filosofía de la mar- ca: enaltecer el origen, sustentabilidad y responsabilidad social.
La cervecería tiene una planta de tratamiento de aguas residuales, un programa de reforestación y apoyo a la comunidad, destinando las ganancias de los trapiches al desarrollo local. La Cervecería de Colima vende sus productos en la Ciudad de México, Riviera Maya, Bahía de Banderas, Tijuana, el Bajío, y se exporta a San Diego, Los Ángeles, Francia y España.
CHARRO: INSUMOS PREMIUM Y TECNOLOGÍA CON SABOR ARTESANAL
Del Valle de México para el mundo nace Charro, una cerveza pilsner ligera, con acentos a miel y flores, obra del maestro cervecero Gilberto Figueroa. Charro es una marca de pequeñas producciones que enaltece su lado Premium. La receta es incluir insumos selectos como 100% malta y combinarlos con tecnología. Charro utiliza el software Brewmaxx, programa que automatiza, in- forma y controla la producción de la cerveza; de esta forma, se estandariza la experiencia del sabor en cada botella.
Uno de los temas que asecha a los líderes de la industria mundial de alimentos y bebidas es predecir qué papel tendrá la tecnología en la creación de productos y servicios relaciona- dos. Según la edición del congreso de hospitalidad Hip Horeca, llevado a cabo en Madrid, dentro del laboratorio de innovación Perfect Restaurant Project, se anunció que la industria de alimentos está manifestando una polarización: tecnología para optimizar procesos y reducir tiempos dentro de los negocios vinculados al food service, como productos o restaurantes,
y, por otro lado, el consumidor está buscando experiencias, simplicidad y autenticidad en la oferta gastronómica.
LA WGSN, AGENCIA GLOBAL DE TENDENCIAS, DESCRIBE AL PÚBLICO QUE CONSUME CERVEZA ARTESANAL COMO ADEPTOS DEL CONCEPTO DE COMUNIDAD.
Una característica que describe a los millennials en relación a su comportamiento de consumo es qué identidad se crea o no con una marca. Este público se preocupa por quién y qué está detrás de sus bebidas, y suscriben el pensamiento de apoyar las marcas locales. En relación a las cervezas independientes, lo indispensable es exaltar el origen; para desarrollar marcas ya no es necesario vender un producto, sino representar un ideal.
FUENTES
deloitte.com
MERO MOLE
Mero Mole trabaja con restaurantes y food halls a nivel global que crean experiencias extraordinarias para sus usuarios e inversionistas.
meromole.com
cerveceriadecolima.com
casacerveceracrucru.com
cervezacharro.com
Texto por Regina Mitre, de Mero Mole
Fotos cortesía de Mero Mole