La mejor manera de saberlo es aprender a leer correctamente las etiquetas nutricionales de los alimentos que en ocasiones pueden ser muy confusas.
El nuevo etiquetado frontal nutrimental debe ilustrar la cantidad de energía, sodio, azúcares totales, grasa saturada y otras grasas del producto.
Sin embargo, debemos entender que no sólo esto es importante y que debemos darle la vuelta al producto para saber exactamente cada uno de los ingredientes.
Para hacer una lectura correcta de las etiquetas puedes seguir estos pasos:
1. Caducidad: Es lo más importante antes de consumir cualquier cosa, ya que puede tener un efecto nocivo en nuestra salud.
2. Verificar cantidad de porciones por envase: En el primer renglón de la etiqueta está especificando la cantidad de porciones que contiene. Esto es lo más importante, ya que con esto sabrás por cuanto se va a multiplicar cada uno de los nutrimentos y sabrás exactamente cuanto contiene cada uno. Si no sabes cuantas porciones son puedes pensar que lo que estás comiendo contiene lo que dice la etiqueta pensando que es el total, cuando a veces tiene más de 3 porciones de esa cantidad. Debes de multiplicar todo por la cantidad de porciones para saber en realidad cuanto contiene de calorías, grasas, carbohidratos, etc.
3. Aporte energético: Verificar si la ración que comerás es equivalente a la porción que señala la etiqueta o ajustar a ella. Lo ideal es que un producto de 100 gramos contenga como máximo 200 kcal.
4. Grasas: Es importante verificar que tipo de grasas son las que contiene, especialmente si son saturadas o trans. Si queremos una dieta baja en grasa se recomienda que contenga 10 gramos por cada 100 gramos.
5. Azúcar: Si estas en un régimen de alimentación procura que contenga menos del 5% en 100 gramos y lo recomendable aunque no estés haciendo dieta es que sea hasta el 10%.
6. Fibra: Ayuda a que el índice glucémico no se eleve a gran velocidad, a la salud intestinal y a la saciedad. Un producto se considera bueno en fibra a partir de 10 gramos en cada 100 gramos de alimento.
7. Sodio: Un número recomendable para los productos industriales es menos de 200 mg en 100 gramos, ya que puede ser nocivo para la salud.
Los ingredientes pueden tener diferentes nombres, que a veces no conocemos y al final son lo mismo. Por ello, es importante conocer cada uno y entender que es lo que ingerimos. Por ejemplo:
-El azúcar: Glucosa, jarabe de maíz de alta fructosa, fructosa, azúcar moreno, dextrosa, sacarosa, miel de maíz, jugo de caña,miel, maltosa, azúcar invertida, miel de malta, concentrados de jugo de frutas.
-Edulcorantes no calóricos: Aspartame, sacarina, acesulfame K, sucralosa, ciclamato, estevia, neotamo.
-Grasas trans: aceite vegetal hidrogenado, parcialmente hidrogenado.
-Conservadores: Conserplus, supreme, lactiplus, propionato de calcio, diporgel trigo, diprogel trigo, benzoato de sodio, propionato de sodio, propionato de calcio, propionato de amonio.
-Colorantes artificiales: E150 Caramelo, E160 Carotenoides, E100 Curcumina, E123 Amaranto.
Siguiendo estos pasos muy fáciles puedes elegir si consumir o no el producto que tienes a las manos y cuanto beneficia o perjudica tu alimentación.