La inspiración es un motor completamente instrínseco. Algunos se topan con ella como una especie de iluminación azarosa. Otros, la ejercitan día a día a través de sus pasiones, de su propia apreciación de la belleza cotidiana y, sobre todo, de aquello que les llena el alma. Para Topo Chico, es el principal impulsor de la creación; asimismo, ha encontrado que, a través del arte, se pueden transmitir las ideas creativas que la emblemática marca desea contar incluso en los lienzos menos esperados.
En esta ocasión, el arte y Topo Chico se vuelven a unir para dar rienda suelta a la imaginación. De la mano de tres talentosos artistas, se intervino una de las piezas más icónicas de la marca: los clásicos mini refrigeradores.
En esta dupla de creatividad, la silueta de la botella de Topo, sus contrastantes colores, su tipografía legendaria, los destellos de las burbujas al encontrarse con el hielo y todo el simbolismo alrededor de la marca, dotaron de inspiración pura a Meny, Pablo y Andreas, quienes plasmaron su visión en cada uno de estos singulares lienzos.
Para Meny, su intervención se gestó a través de leyendas e historias místicas, para crear una pieza llena de color y trazos en dos dimensiones. Para Pablo Díaz, la profundidad de color en el tatuaje y su bagaje en las artes plásticas fueron la experticia que lo encaminaron a crear un diseño con elementos de la naturaleza como aves y flores. Finalmente, el trabajo de Andreas Nash narró una historia fantástica a través de la simbología de sus dibujos.
Tres artistas, tres estilos diferentes y tres lienzos excepcionales creados junto a Topo Chico.
Topo Chico, el agua mineral proveniente de una leyenda
Topo Chico presente en la primera selección de la Guía Michelin México 2024