Cuando pensamos en Suiza, seguramente viene a nuestras mentes fondue, Heidi y los chocolates, pero les contamos también que en la cordillera de los Alpes Suizos se encuentran pueblos escondidos que parecerían un cuento.
Con 489 habitantes, en el Val d´Anniviers o bien Cantón d´Anniviers, se encuentra Grimentz. Una de las estaciones de esqui más conocidas en Suiza. Para llegar ahí, tendrás que tomar el tren de Ginebra a Sierre y tomar la carretera hacia el valle, las indicaciones son muy precisas.
Sus calles están repletas de pequeñas tienditas suizas, cafés, creperías, tiendas de esqui, iglesias y algo que jamás imaginarías, cavas de quesos. Así es…cavas de quesos para hacer el platillo típico suizo conocido como Raclette (se trata de un platillo de queso con cebollines, papas horneadas, carnes frías y pepinillos).
Poder encontrarte en este village es estar en un cuento de hadas, cada habitante y cada rincón están repletos de historias y experiencias. Los châlets, como se les llama a las cabañas de madera, están nombradas cada una por la familia que habita en ella.
Otra tradición de Grimentz es el famoso Vin Chaud, se trata de una bebida en la época de invierno donde después de esquiar y durante las fiestas de año nuevo y Noël, es muy probable encontrarte por las calles, recintos ofreciéndote un vino caliente, una bebida tomada como aperitivo y que vale totalmente la pena degustar después de un buen postre de chocolate suizo.
En verano puedes visitar por igual y disfrutar de la vista de los Alpes donde el clima es mucho más agradable y se pueden practicar deportes como escalar, senderismo y ciclismo.
Una de las fiestas más conocidas en Grimentz, que vale la pena ver, es el regreso de las vacas negras a sus establos. Vienen aproximadamente 120 vacas de la raza Herens procedentes de la Alp Moiry, donde después se crea el queso alpino exclusivo de esta región. Las vacas pasan por el pueblo y son adornadas con coronas de flores creando un desfilo pintoresco y único de esta región.
