En el verano de 2014, el colombiano James Rodríguez se convirtió en la sensación del mundo futbolístico, pero su pico de rendimiento fue mucho menor que el que cualquiera pudo haber imaginado.
A finales de septiembre, James fichó por el Al-Rayyan de Catar, y todo parece indicar que su carrera en el máximo nivel llegó a su final a pesar de tener 30 años. Por las condiciones que algún día mostró en el terreno, aún debería estar en sus días dorados.
No es un secreto que los atletas de élite se desgastan de una manera brutal física y mentalmente para llegar al éxito, ni que en ocasiones esa ventana de hojuelas de miel es tan corta que acaba cuando apenas le están dando el primer bocado. Para James Rodríguez, el pico llegó entre 2014 y 2015, cuando su nombre se codeaba con el de Cristiano Ronaldo y Lionel Messi.
Durante la Copa del Mundo de 2014, James tomó el protagonismo tras la inesperada lesión de Radamel Falcao y no falló. Se convirtió en la Bota de Oro del Mundial de Brasil y su golazo contra Uruguay en octavos de final fue elegido como el mejor del torneo y, posteriormente, como el mejor del año. La cereza en el pastel del verano de su vida profesional fue fichar por el Real Madrid días después de la Copa del Mundo.
Su aventura por España comenzó con el pie derecho, igual que como lo había hecho con Colombia en Brasil 2014 y con sus clubes anteriores, Porto y Mónaco. Al final de su primera temporada, fue votado al IX ideal de LaLiga y como el mejor mediocampista. A partir de ahí, todo fue en picada.
James Rodríguez fue perdiendo protagonismo en el Real Madrid a causa de las muchas lesiones que afectaron su carrera y que provocaron que no pudiera afianzarse en el esquema de su entrenador, Zinedine Zidane, que lo fue borrando por completo del club.
A pesar de que tuvo oportunidades en equipos como el Bayern Múnich y Everton, el colombiano nunca volvió a ser el mismo. No hay que ser genios para saber que llega al Al-Rayyan por el gran sueldo que recibirá en la Liga de las Estrellas de Catar. Su carrera está en declive y es buen momento para seguir asegurando su futuro después del futbol mientras que su nombre tenga peso.
La carrera de James nos recuerda que muchas veces el éxito no es proporcional al esfuerzo que hubo detrás y que mantenerse en la cima es lo más complicado. Al final, hay que aplaudir la emociones que provocó en una de las posiciones en extinción en el futbol moderno.
Escrito por Julio Cruz Montoya
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