La comida francesa se relaciona siempre con los clásicos escargots y el pan hecho en casa. Se relaciona con acordeones y hombres con largos bigotes y boinas. La Gloutonnerie nació hace ocho años a cargo de Miguel Angel Cooley retomando lo clásico de la comida francesa sin caer en estereotipos y adaptándola a la perfección al mercado mexicano.
Empezó como un pequeño deli, con tan sólo 10 o 12 lugares y productos gourmet a la venta. A pesar de que las opciones culinarias eran reducidas siempre se estaban bien elaboradas, y las promesas de incursión culinaria y pruebas en el menú incrementaban con creatividad. Se ofrecían opciones básicas como paninis de portobello, jamón serrano, y ensaladas con elementos frescos y de temporada, e incluso se llegaron a incluir tostadas de tinga de cocodrilo o productos con mantaraya en la parte más gourmet del menú.
Este proyecto podría haber parecido el mejor concepto del momento, y lo fue. Un pequeño deli, en el que la entrada y salida fuera rápida, en el que el nivel culinario fuera alto y en el que se pudiera probar desde lo más convencional, hasta lo más exótico.
“Estamos en una etapa complicada” nos asegura Miguel Angel Cooley, “porque no somos un restaurante nuevo, y estamos al borde de convertirnos en un clásico de la ciudad”. Con esto en mente, la cocina del lugar se convirtió en el apogeo de la comida francesa en la Ciudad de México y a pesar de que lleva ofreciendo durante muchos años el mismo menú, con las mismas tendencias, y definitivamente ha logrado permanecer y trabajar con los mismo lineamientos, este año ha incluido 22 platillos nuevos en su carta.
Se agregaron ensaladas, carnes y postres de distintos tipos, todos bajo la propuesta de reinstalación del origen de la receta original de cualquier platillo francés de su elección. “Con el tiempo estas cambian, nosotros tratamos de investigar y de ahí, crear la versión Gloutonnerie de la receta original”, asegura Miguel Angel.
Esto más el enfoque que este restaurante le ha dado al vino, han hecho de la Gloutonnerie un restaurante y una terraza inigualables y que han permanecido y cada vez se han fortalecido más.
Este concepto llegó hace mucho tiempo para quedarse. Hoy en día hay catas, hay cursos, eventos y como podemos ver muchas propuestas nuevas. Es una mezcla equilibrada entre lo clásico y lo nuevo, lo antique y la frescura del hoy en día desde las manos artesanas de quien mejor entiende la comida francesa.
D. Campos Elíseos 142, Col. Polanco
T. 52 50 35 50