
Dentro del Four Seasons, el restaurante OMA redefine la experiencia del omakase, fusionando la tradición japonesa con una sensibilidad mexicana auténtica. Con un enfoque en la pureza, la calidad y el respeto por los ingredientes, OMA invita a sus comensales a un viaje sensorial por el Japón tradicional, guiados por el chef Abraham López Martínez.
Una visión artesanal y con alma
En OMA, cada cena trasciende una simple degustación; es un diálogo entre culturas, un acto de amor por la gastronomía que va más allá de las fronteras. El chef Abraham, mexicano de corazón, ve en el omakase no solo una técnica culinaria, sino un lenguaje de emociones y respeto por la naturaleza. La premisa es clara: menos es más. Los nigiris se presentan sin salsas o toppings excesivos, dejando que la frescura y la calidad de los ingredientes hablen por sí mismas.


Sostenibilidad y diálogo cultural
El compromiso con la sustentabilidad es uno de los pilares de OMA. El 90 % de los pescados y mariscos provienen de cultivos y pesquerías responsables en México, en un esfuerzo por apoyar la pesca sustentable y reducir el impacto ambiental. El 10 % restante llega desde mares lejanos, como Japón y Noruega, creando un diálogo constante entre las diferentes culturas marinas y culinarias.
Una sinfonía de sabores
La experiencia de omakase en OMA comienza con un suimono, un caldo cristalino que prepara el paladar y el espíritu. Le sigue un homenaje a la sencillez con verduras como sunomono, nasu y kinoko. Luego, los sashimis —sawara aburi, pulpo, hamachi— y un cangrejo azul con ikura, frescos y delicados, abren paso a los cortes de pescado de alta calidad. El momento cumbre son los nigiris, una verdadera obra de arte efímera y sensorial. Aquí, la diversidad de ingredientes asombra: totoaba, lubina, kampachi, hamachi, trucha salmonada, hotate, almeja chocolata, mirugai, macarela —el favorito del chef—, akami, otoro, uni, wagyu y anguila. Cada pieza refleja la técnica, la pasión y el respeto por las tradiciones japonesas.


El cierre y el ritual
Para finalizar, una reconfortante sopa miso prepara el espíritu para la delicadeza de un postre que conecta mundos: una tarta vasca acompañada de gelatina de yuzu. La fusión de tradición y modernidad, de culturas y sabores, crea una experiencia única que trasciende la comida para convertirse en un ritual cultural.
Un puente entre culturas y sabores
Para Abraham López Martínez, el omakase en OMA no es solo una cena; es un puente entre culturas, una celebración de la sencillez y la grandeza de los ingredientes. Es un recordatorio de que, cuando se respeta la tradición, se fomenta la verdadera sofisticación y el arte en la cocina. En el Four Seasons CDMX, OMA se erige como un templo de la gastronomía japonesa con alma mexicana, donde cada bocado es una experiencia con corazón.


D. Av. Paseo de la Reforma 500, Juárez, CDMX
T. 55 5231 4858
IG. @omamexicocity