Este no es el rincón más sibarita de Estados Unidos. Y tampoco se trata de una de esas ciudades ególatras que sin reparo se autoproclaman capitales mundiales de la moda, de las finanzas o del buen comer. En Portland los superlativos se reservan para los espacios más incluyentes, las propuestas menos conservadoras y los placeres más simples. Y si esta ciudad es conocida por algo, ese algo es una combinación de autenticidad y extrañeza. Sobre todo, lo segundo.
Antes de presumir centros comerciales, grandes museos y rascacielos de autor, esta ciudad presume su cotidianidad. Mercados de granjas vecinas, tiendas que revolucionan la industria de la marihuana y cafés veganos que seducen a más de un carnívoro, son algunos de los estandartes que la comunidad celebra con orgullo. Con la ayuda de cocinas poco ortodoxas y productos de primera mano, Portland se prueba sencillamente deliciosa. Quizás, contra sus principios módicos, la más deliciosa.
Con un poco de imaginación, los límites fronterizos de Oregon forman un rectángulo. Al interior, la cordillera de las Casca- das separa dos mundos casi antagónicos. De un lado: bosques siempre verdes, comunidades librepensadoras y colinas increíblemente fértiles. Del otro: planicies que dan la mano al horizonte, ranchos acostumbrados a las botas puntiagudas y condados que sueñan con hacer América great again.
La región metropolitana más poblada del estado descansa en el primero de los dos lados. Pese al título, Portland tiene apenas entre dos y tres millones de habitantes. En cuestiones demográficas no llama la atención. En términos cultura- les esta ciudad es otro mundo. Naturaleza accesible, espacios seguros, pezones al descubierto y gallinas felices forman parte del estilo de vida local. El modelo, que no encaja del todo con la doctrina del Tío Sam, ha sido calificado de raro. Y raro, precisamente, es el adjetivo que los locales usan como gentilicio.
En el terreno culinario, Portland también es excepcional. Una larga tradición campesina ha forjado las bases de una cocina que se identifica con el movimiento horticultor y los ingredientes que saben a sí mismos. Se trata, sencillamente, de una ciudad rica. Eso sí, alivianada. Lo único que este lugar aborrece más que las hamburguesas de Ronald, es la pretensión. Y por eso, con razón de sobra, las cocinas payasas son las únicas de la ciudad que no dan de qué hablar.
Gustitos de barrio
East Portland, un barrio otrora industrial, es especialmente rico cuando se trata de hallazgos deliciosos. Las naves de ladrillos que alguna vez sirvieron como bodegas, hoy hacen justicia al espíritu sencillo y goloso de la ciudad. Desde que amanece hasta entrada la noche, las manzanas poco glamorosas del este ofrecen desde pan y chocolate hasta dulces salados, fermentados nipones y destilados artesanales.
De acuerdo con Google Maps, el restaurante Trifecta Tavern abre solo para la cena. Los conocedores, sin embargo, saben que sus hornos panaderos se rigen con otro horario. Desde temprano, la taberna consiente a los paseantes con rollos de frambuesa, chocolatines y cruasanes recién hechos. Para acompañar el pan, nada mejor que una visita a una de las tostadoras de café más famosas de la ciudad.
A unas cinco cuadras, Coava Coffee Roasters ofrece granos de origen único, métodos de infusión especializados y catas gratuitas en horarios determinados.
Si desayunar en partes no despierta antojos, Cup & Bar es buena alternativa. Este local, con aires industriales, combina el café de Trailhead y los chocolates de Ranger. El menú incluye toast de aguacate con ricotta, baguette de brie con mermelada y tabla de quesos con chocolate. Para un plan descafeinado, Smith Teamaker es buena opción. El local ofrece mezclas aromáticas con té, rooibos y hierbas de productores responsables. Su planta, que funciona también como casa de té, sirve kombucha de barril y servicios de cata con maridaje.
Entrada la tarde, los caprichos mañaneros ceden terreno a gustos más excéntricos. Si bien la ciudad no respira brisa marina, su cercanía con el océano es evidente. A la oferta variada de pescados y mariscos se suma también una compañía salada. En su local de la calle Salmon, Jacobsen Salt ofrece sazonadores, caramelos salados y decenas de productos en colaboración con marcas locales como Spielman Bagels y Pitch Dark Chocolates.
A unas cuadras del río Willamette, entre túneles carreteros y lotes baldíos, una bodega cargada de curiosidades de importación esconde una probadita de sol naciente. Entre kimonos, ponchos y papel picado, el deli japonés Giraffe Goods consiente a sus comensales con curry, sopa miso y sándwiches de ensalada de huevo. Con antojo de un oriente menos lejano, el vecino Shalom Y’all sirve desayunos israelíes en horarios propios de comida y cena. Su shakshuka, un plato de huevos pochados servido en una salsa picante de jitomate, es una apuesta segura.
La mesa está puesta
Portland es un lugar devoto del buen comer. Eso sí, los amantes de la guía Michelin han de saber que esta ciudad le apuesta a la sencillez antes que a la estrellas. Las nubes que impiden divisar astros son las mismas que dotan de agua a los campos fértiles del estado. Incluso Portland, con su título urbano, está rodeada de granjas a las que debe su identidad culinaria. Por eso, más seguido que no, las cocinas afamadas tienen sus ojos puestos en la tierra y no en el cielo.
Ava Gene’s es un restaurante italiano en el barrio Richmond. Acostumbrado a llenos totales, el local se ha ganado un lugar como favorito gracias a su pasta casera elaborada desde cero. Al mando del chef Joshua McFadden, la cocina regida por ingredientes de temporada ofrece ensalada de burrata, tagliatelle de hongos silvestres y ñoquis de col rizada con almendra. Todos, platillos italianísimos que enamoran gracias a los campos locales. Si bien el recetario de nonnas desconocidas juega un papel importante en Ava Gene’s, la clave de su éxito son los más de 35 productores locales que abastecen su cocina.
Un tributo aún más descarado a los campos de la región se materializa en un rincón atípico del distrito Belmont. Farm Spirit no cuenta con una carta para consultas, no recibe propinas y no sirve un solo producto de origen animal. En otras palabras, se trata de un restaurante vegano con un menú de degustación que no garantiza más que insumos locales de temporada. La cocina de Farm Spirit sorprende a medio centenar de comensales por noche con platillos como crocante de granos con betabel ahumado, zanahoria deshidratada con puré de hierbas y helado de papa con trufa. Y para reservar una mesa hace falta planear con mucha anticipación o esperar un milagro.
Los postres de los mejores restaurantes de la ciudad están a la altura de sus cocinas. Sin embargo, por cuestiones de licencias, los placeres más estimulantes de Portland no se anuncian en Open Table. Para terminar un día de pecados deliciosos, nada mejor que una última incitación a la gula. La legalización de la marihuana recreativa en Oregon, hacia fina- les del 2015, cambió los locales lúgubres medicinales por tiendas exquisitas. Hoy, el cannabis se sirve en gomitas gourmet, mentas orgánicas y chocolates premiados. En Serra, uno de los dispensarios más emblemáticos de la ciudad, dos bocados bastan para hacer de un viaje otro viaje.
No solo de pan vive el hombre
Entre cocinas veganas, mercados itinerantes y viñedos cercanos, la gastronomía de Portland da para escribir varios tomos. Afortunadamente, la ciudad también es capaz de entretener a las visitas sin engordarlas. Colectivos de arte y festivales de música son algunos de los ases que este lugar esconde bajo la manga. En aras de presumir, sin embargo, el mejor complemento de la vida urbana son los derroches de verdor cercanos.
Oregon es famoso por su actividad volcánica y afición por las aguas termales. En Portland, propiamente, no hay albercas naturales de agua caliente, pero eso no significa que la batalla esté perdida. Knots Springs, un híbrido entre club deportivo y centro wellness, es famoso por su circuito húmedo. Los envidiosos dirán que varias albercas, vapor y sauna no son equiparables a un baño termal de verdad. Quizás tienen razón, pero en cualquier caso, el espacio se presenta como un santuario de relajación en pleno núcleo urbano.
Más lejos de la ciudad, Oregon revela sus verdaderos tesoros. A cambio de manejar 70 kilómetros en dirección al este, Wildwood Recreation Site comparte la esencia de la cordillera de las Cascadas. El parque, escondido a orillas de la carretera estatal 26, reúne bosques centenarios, ríos custodiados por castores y humedales frecuentados por pájaros migratorios. La reserva da para pasar todo el día, pero es conveniente guardar un rato de luz para el regreso. Sandy, un pueblo aparentemente prescindible, resguarda un mirador con vistas privilegiadas de Mount Hood, el pico más alto del estado. Y a juzgar por su restaurante de montaña, Cascade, también el más sabroso.
GUÍA DE PORTLAND
CÓMO LLEGAR
Volaris ofrece el único vuelo direc- to entre México y Oregon con la ruta Guadalajara-Portland. Otras aerolíneas ofrecen vuelos desde diferentes ciudades del país con conexiones en Estados Unidos. volaris.com
DÓNDE DORMIR
Jupiter Next
Jupiter Next es un hotel boutique ubicado en Southeast Portland. La propiedad, inaugurada en 2018, es operada de forma independiente y cuenta con jardines, teatro, salas de juntas y restaurantes que están en boca de todos.
D. 900 E Burnside St
T. +1 503 230 9200
jupiterhotel.com
DÓNDE COMER
Ave Gene’s
D. 3377 SE Division St
T. +1 971 229 0571
avagenes.com
Cascade Dining Room
D. 27500 E Timberline Hwy. nment Camp, Mt Hood
T. +1 503 272 3410
timbelrinelodge.com
Coava Coffee Roasters
D. 1015 SE Main St
T. +1 503 894 8134
coavacoffee.com
Cup & Bar
D. 118 NE Martin Luther King Jr Blvd
T. +1 503 388 7701
cupandbar.com
Farm Spirit
D. 1403 SE Belmont St
farmspiritpdx.com
Gira e Goods
D. 81 SEYamhill St
T. +1 503 449 8346
giraffegoods.com
Shalom Y’all
D. 117 SETaylor St #101
T. +1 503 208 3661
shalomyallpdx.com
Smith Teamaker
D. 110 SE Washington St
T. +1 971 254 3935
smithtea.com
Trifecta Tavern
D. 726 SE 6th Avenue
T. +1 503 841 6675
trifectapdx.com
DÓNDE COMPRAR
Jacobsen Salt Co.
D. 602 SE Salmon St
T. +1 503 719 4973
jacobsensalt.com
Serra
D. 220SW1stAve / 2519SEBel- mont St
shopserra.com
QUÉ HACER
Knot Springs
D. 33 NE 3rd Ave
T. +1 503 222 5668
knotsprings.com
Texto y fotos por: MARCK GUTT
Es vegetariano, procurador apasionado de la buena ortografía y viajero. Aunque sus papás le dijeron de chi- quito que no era buena idea, también es conversador con extraños. Cuando sea grande quiere ser políglota y auto- sustentable, de los que crecen naranjas en su propio huerto, mientras colabora como fotógrafo y articulista en National Geographic Traveler y Aire, entre otras.
Instagram: @don.viajes