Elegante, llena de energía, fascinante y a veces caótica, la capital italiana vio crecer y después caer a una de las culturas más poderosas en la historia de la humanidad. Ha recibido a millones de peregrinos católicos, atestiguado innumerables besos y escenas de amor, y alimentado a una infinidad de viajeros con una de las cocinas más deliciosas del planeta.
Se pueden pasar semanas e incluso meses en Roma sin dejar de descubrir cosas nuevas en cada rincón. Sin embargo, sabiendo que muchas veces cuando se viaja a Europa se cuenta con pocos días para conocer un puñado de ciudades, aquí te presentamos una guía de 4 días que incluye en poco de todo, con la que podrás conocer y enamorarte de Roma como debe de ser.
Día 1
Visita el Coliseo y el Foro Romano y después, dirígete al Ghetto Ebraico haciendo una escala en la Bocca della Veritá. Al llegar al Ghetto, come en alguno de sus restaurantes tradicionales como La Taverna del Ghetto o Sora Margheritta y al terminar, recorre sus callejones y plazas. Cierra con broche de oro con un rico coctel en el BarTaruga.
Día 2
Inicia tu día con un paseo en Villa Borghese. Baja a Piazza del Popolo y toma un café en el clásico Caffe Rosati. En verano pide la granita di caffé. Recorre la Via del Corso y sus tiendas hasta llegar a las Vias dei Condotti y Frattina donde te esperan las boutiques más finas. Llega a la Piazza Di Spagna y visita el Museo Keats-Shelley, o siéntate a descansar en la Scalinatta. Fue un día cansado, así que consiéntete con una cena en el Ristorante Tema, elegante y acogedor local especializado en cocina romana.
Día 3
Explora la Basílica de San Pedro y la Capilla Sixtina, y después ve al centro, a Piazza Navona, donde hay muchos restaurantes al aire libre para elegir. Compra tu tartuffo nero en Tre Scalini y camina hacia el Pantheon. Después de maravillarte con su imponente arquitectura, sigue hasta la Fontana Di Trevi y aunque te dé pena ser parte del cliché, lanza tu moneda, pues seguramente para este punto ya estarás encantado con Roma y querrás volver. En la noche, relájate visitando Enoteca Spiriti, un wine bar muy gustado por los locales.
Día 4
Levántate y ve a Campo Dei Fiori y piérdete entre los puestos de su mercado matutino. Cruza el río y explora Trastevere, ideal para comer. Entre las opciones recomendamos Da Enzo o Taverna Trilussa. Por la tarde, descubre las ruinas de las Termas de Caracalla, y si quieres celebrar a lo grande tu última noche en Roma, cena en el Ristorante Eleonora D’Arborea, que ofrece un espectacular menú inspirado en el mar.
SITIOS HISTÓRICOS
Basílica de San Pedro
Estrictamente hablando, se ubica en la Ciudad del Vaticano, pero es una de las construcciones más características de la capital italiana. Se construyó en el sitio donde San Pedro fue crucificado y enterrado y es el centro del catolicismo en el mundo. Independientemente de tu religión, visitarla es una experiencia impresionante, viendo desde la columnata que rodea la Piazza di San Pietro y la fachada de la basílica, hasta las incontables esculturas y pinturas que hay adentro, como el baldacchino de bronce de Bernini, y la Piedad de Miguel Angel.
Museos del Vaticano y la Capilla Sixtina
Los Museos del Vaticano están conformados por varios edificios, incluyendo la Pinacoteca, el Museo Gregoriano Etrusco, y la Capilla Sixtina. Albergan una vastísima colección de arte que los papas han reunido a través de los siglos, incluyendo desde objetos arqueológicos hasta arte religioso. La Capilla Sixtina, plato fuerte de este centro de cultura, fue decorada por los más destacados pintores florentinos como Ghirlandaio, Botticelli y Perugino. Miguel Angel fue el encargado de pintar la bóveda con temas bíblicos como la Creación, y la pared con la trágica imagen del Juicio Final.
Termas de Caracalla
Para imaginarse el esplendor del imperio romano, hay que visitar estas termas que se construyeron durante el mandato del emperador Caracalla en el siglo III y que fueron baños públicos y un centro de entretenimiento de gran importancia, que incluso contaba con una biblioteca. Paséate entre sus columnas, estatuas y mosaicos, que sirvieron de inspiración para la construcción de Penn Station en Nueva York. Si visitas la ciudad en verano, infórmate sobre los conciertos que se ofrecen en las noches en las Termas, pues es un escenario incomparable.
Bocca della Veritá
Cuenta la leyenda que esta cara de mármol colocada en el pórtico de la iglesia de Santa Maria in Cosmedin, les mordía la mano a las mujeres adúlteras, delatándolas de sus infidelidades ante todos. La cara mide 1.75 m de diámetro, y es tradición de los viajeros meter su mano en la boca para probar su honestidad.
PLAZAS Y PARQUES
Piazza di Spagna
Es uno de los puntos más encantadores de Roma y se une a través de la Scalinata della Trinitá dei Monti con la Piazza del mismo nombre. Los 138 escalones decorados con macetas de azaleas son el punto de encuentro para cientos de personas que se sientan a platicar, observar o tomar fotos. Justo frente a la Scalinata se extiende Via dei Condotti, así que es un excelente punto de inicio para ir de compras.
Campo Dei Fiori
Esta linda plaza se ubica cerca de Piazza Navona, y se llama así porque en la edad media fue literalmente un campo de flores. Eventualmente se convirtió en una zona comercial en la que se construyeron tiendas y hotelitos, así como la iglesia de Santa Brigida. Todas las mañanas (excepto el domingo) se instala ahí un mercado de frutas, verduras y pescados por lo que es muy entretenida para curiosear, y después sentarse en alguno de los cafés de alrededor a tomar una cerveza. La famosa estatua de Giordano Bruno se colocó ahí en honor a este astrónomo, a quien ejecutaron en esta plaza por sus ideas herejes.
Villa Borghese
Este enorme parque es el segundo más grande de Roma, y es la sede de edificios, fuentes, lagos y jardines, así como museos, incluyendo el Museo Etrusco, la Villa Medici, la Galleria Nazionale d’Arte Moderna y la Galleria Borghese, donde puedes admirar obras de maestros como Tiziano, Caravaggio y Rubens. Y si se trata de admirar, vale mucho la pena caminar hacia la zona llamada Monte Pincio, donde te espera una vista increíble de Roma.
PARA PASEAR
Trastevere
Este barrio se llama así por estar localizado atrás del Tíber, y sus calles empedradas y casas medievales lo hacen uno de los más bonitos de la ciudad. La mejor forma de absorber todo su sabor y su vibra es caminarlo, perdiéndose entre sus calles, en sus tiendas y construcciones. En su centro está la Piazza di Santa Maria, llena de restaurantes y cafés con excelente comida auténtica. Si visitas Trastevere de noche, estarás rodeado tanto de turistas como locales paseando y haciendo bar-hopping. Y de día, haz una caminata por la colina Gianicolo, donde está el Faro Manfredi y desde donde puedes ser testigo de maravillosas vistas de Roma.
Ghetto Ebraico
El barrio judío de Roma es uno de los más antiguos del mundo. Alejado del ruido y las multitudes que caracterizan al centro romano, resulta la mejor opción para pasear toda una tarde y sumergirse en su mezcla de culturas. La zona alguna vez fue testigo de violencia y segregación, pero hoy está llena de historia y magia, representada en construcciones como la Gran Sinagoga, que data de principios del siglo XX y contiene el Museo Ebraico en su interior.
Dos recorridos clave son la Via della Reginella, con galerías de arte y antigüedades, y la Via del Portico d’Ottavia, donde está el antiguo tempo de Ottavia que durante 800 años fue el mercado de pescados de la ciudad. Esta calle también es un paraíso para los souvenirs, pues tiene varias joyerías, además de restaurantes y cafés. Si comes aquí no puedes perderte las carciofi alla giudia (alcachofas fritas) o el brodo di pesce (caldo de pescado). En la noche, visita el simpático BarTaruga en la Piazza Mattei, favorito entre los locales.
DÓNDE COMER
Otello alla Concordia
La hostería Otello alla Concordia es un lugar de tradición familiar, que ofrece comida típica romana. Aún estando en el bullicioso centro de Roma, al entrar al patio donde se ubica se respira un clima muy relajado, adecuado para gozar de su menú que incluye delicias como flores de calabaza fritas, berenjenas a la parmesana, y una variedad de pastas excelentes. Para completar la experiencia, tiene una gran oferta de vinos italianos.
Tre Scalini
Este restaurante es un clásico absoluto que no puedes perderte cuando estés en Piazza Navona. En Tre Scalini se sirven platillos tradicionales italianos, pero su verdadera obra maestra es el tartuffo nero, un delicioso helado de chocolate elaborado con cacao austriaco y servido con crema, siguiendo la receta secreta desde sus orígenes.
DÓNDE DORMIR
Rome Marriott Grand Hotel Flora
Ubicado en la Via Veneto y a un costado de los jardines de Villa Borghese, la ubicación es inmejorable. Elegante y lujoso, es perfecto para descansar después de cansados días de turisteo. No hay como desayunar en su terraza y admirar el paisaje, preparándose para lo que Roma tiene que ofrecer para ese día.
Kame Hall
Ubicado en el barrio judío, obtiene su nombre de la palabra japonesa “kame” que significa “tortuga”, haciéndole honor a la fuente de las tortugas que se encuentra frente al hotel. Los cuartos son cómodos y luminosos y con detalles pensados en la comodidad absoluta del huésped.
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