Quentin Shih sabe perfectamente que lo que llama la atención es un poco de drama – algo fuera de lo común, casi fantástico. Le gusta lo teatral y lo aplica en sus obras.
Shih, fotógrafo profesional nacido en Tiajín, China, comenzó a dominar su disciplina fotografiando a artistas y músicos underground en la universidad.
Sus fotografías se crean como su fuera una estrategia completamente planeada. En muchas de sus obras hay sujetos que están siendo espiados, observados, como si los hubieran puesto en un escenario; y por el otro lado están sus observadores. Sus obras son también una forma de expresión política y social, donde nos hace ver el conformismo en China previo a la reforma, sin dejar de resaltar el contraste entre el régimen y la república, es decir, el pasado y el presente.
Después de graduarse en 2000, se mudó a Pekin para enfocarse en su profesión y comenzó a trabajar en China y Estados Unidos. Su trabajo se ha expuesto en museos como Danforth Museum of Art, el Worcester Art Museum, Christian Dior Collection en París y el Belgium Royal Museum of Fine Arts en Bruselas. Shih obtuvo una beca en la School of Visual Arts de Nueva York, donde se ha quedado a vivir, aunque aún trabaja frecuentemente en China.
Dos de sus obras más conocidas, Stranger in a glass box (2008) y Shanghai Dreamers (2010) han sido patrocinadas y mostradas por Dior. La atención en estos casos se fija en mujeres altas que imitan estatuas, donde se muestra el presente gusto chino por los lujos del Occidente, al igual que el intercambio cultural de este con Oriente desde los días de la Ruta de Seda.