CREEMOS QUE EN UN PAÍS COMO MÉXICO, QUE SOMOS EL SEGUNDO CON MÁS OBESIDAD A NIVEL MUNDIAL Y EL PRIMERO EN DIABETES, PARA JÜSTO ES FUNDAMENTAL DAR MEJORES ALTERNATIVAS DE PRODUCTOS QUE IMPACTEN LA SALUD.
¿Cómo definirías la propuesta de Jüsto?
Precios sumamente competitivos, mejor calidad en los frescos y mejor experiencia de compra tanto online como offline.
¿De qué manera utilizan la tecnología para transformar el consumo?
Aunque la industria de consumo es enorme, tiene diversas áreas de oportunidad en su modelo operativo. Tenemos nuestros propios hubs en los que desarrollamos tecnología 100% mexicana. La data que extraemos nos sirve para personalizar y entender mejor las necesidades de los usuarios. Además de buscar canales alternativos para llegar a nuestros consumidores.
¿En qué consiste el concepto de fair trade en las prácticas cotidianas de la marca?
Las prácticas justas son 360. Tanto con “los justicieros” (colaboradores de la empresa) como con los proveedores. Algo fundamental es que más del 20% de nuestros productos vienen de pyme y pequeños proveedores. Por ejemplo, algunos de los productos más vendidos son el queso oaxaca artesanal y los yogures artesanales, y vienen de una micro pyme. Su producto es excelente, pero no tienen idea de cómo crecer.
¿Qué te llevó a emprender en esta industria tan competida?
Yo creo que a veces la ingenuidad es positiva. Si no, muchas veces no te aventarías a hacer las cosas.
¿Cómo fue el proceso?
Decidimos entrar con lo más complejo de la industria, que es el manejo de los perecederos. Muchas veces la limitante en la venta en línea es que las personas no confían en la calidad y selección de los frescos, y esa es la barrera que estamos logrando romper. El porcentaje de frescos que tiene Jüsto es 2.5 veces más que en un súper tradicional.
Empezar por lo más retador es parte de tu filosofía. ¿Cuál es la razón detrás de esto?
Hay que empezar por entender los fundamentales de tu negocio. Imagínate que tienes un montón de dinero para invertir y empiezas a subsidiar el producto o el servicio que estás vendiendo. Tu atención y tu centro va a estar en atender esa demanda, no en entender el problema que se está resolviendo. Las probabilidades de éxito de una empresa que tarda varios meses en arrancar porque está entendiendo su product market fee son mucho mayores que las de una que empieza a escalar de forma acelerada desde el principio.
Mencionas el riesgo de un crecimiento acelerado, sin embargo, ustedes llevan menos de dos años operando y una cantidad importante de inversión que se traduce en expansión. ¿Qué opinas de esto?
Totalmente de acuerdo, no te puedo decir que no. Evidentemente, el alto crecimiento te lleva a perder un poco el foco, pero lo que nos ha ayudado al crecimiento que hemos tenido en estos 22 meses y a lograr levantar 100 millones de dólares de fondos nacionales e internacionales en tan poco tiempo es la experiencia del equipo. El reto es crecer rápido, manteniendo este nivel de servicio. La única manera de solventarlo es con un equipo extraordinario, que soy muy afortunado de tener.
¿Cómo logras un impacto social a través de la tecnología y la compra de insumos?
Somos una empresa que actualmente genera 800 fuentes de empleo directo y vamos a estar invirtiendo en el país en los próximos 18 meses más de 1,000 millones de pesos. Entonces no solo están las prácticas justas, de desarrollo de proveedores, sino también la responsabilidad, como emprendedores, de aportar a la activación económica del país.
Si pudieras definir la fórmula que te ha mantenido como un líder, ¿cuál sería?
Me encanta porque nadie me lo había planteado así. Realmente no tengo un estilo de liderazgo definido, solo intento ser empático con mi equipo. Es un conjunto de dos partes que entienden de qué manera se logran mejores resultados, empatando las personalidades para que realmente funcione. Y cuando el equipo tiene claro cuál es el objetivo común, facilita que eso se logre.
¿Cuál sería tu postura en cuanto al miedo y al riesgo dentro de la posición de emprendedor?
Uno de los mitos más grandes es que los emprendedores somos muy arriesgados. Yo creo que los más exitosos saben calcular los riesgos. Entender cuál es el peor y mejor outcome te permite tomar decisiones y mantener la calma.
El fracaso está súper mitificado en las culturas latinas y no se nos permite fallar, ¿no? Como dicen, el valiente no es el que no tiene miedo, sino el que lo afronta.
¿Cómo logras ese equilibrio entre enfoque, crecimiento y velocidad?
Ese es un reto con el que nos enfrentamos todos los días. Para mí se trata de un tema de alineación de equipo y de tener un objetivo claro. La expansión no es necesariamente una medida de éxito, en realidad es sinónimo de riesgo; sin embargo, en esta industria es fundamental tener volúmenes muy grandes y para cumplir nuestra misión, que es ser el super favorito de Latinoamérica antes de 2030, tenemos que tomar ese riesgo.
¿Qué sigue para Jüsto?
Vamos al 0.1% de lo que queremos lograr. Jüsto va a ser el súper predilecto de Latinoamérica antes de 2030. Y no solo eso, sino que vamos a generar un ecosistema alrededor del supermercado para transformar la industria del consumo, no tengo la menor duda.
QUEREMOS DEMOSTRAR QUE EN MÉXICO TENEMOS EL TALENTO Y LA PASIÓN PARA COMPETIR DE FRENTE CON LOS GRANDES TITANES DE LA INDUSTRIA DE CONSUMO.
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