Corazón del poderoso Imperio Romano, capital del cristianismo y símbolo de la dolce vita, la Ciudad Eterna es caótica y fascinante al mismo tiempo. Más allá de sus clásicos e invariablemente concurridos sitios de interés, este place to be siempre in es un must tanto para intelectuales y románticos como para jet-setters y shopaholics.
Para conocer
- Basílica de Santa María la Mayor: Construida sobre un templo pagano dedicado a Cibeles, es una de las cuatro basílicas mayores de Roma.
- Catacumbas: Íntimamente ligadas a los primeros años de la era cristiana, representan una forma diferente de descubrir la historia de esta ciudad; las de San Sebastián y San Calixto son las mejor conservadas y más accesibles.
- Museos Capitolinos: Justo en la Piazza del Campidoglio, este conjunto de palacios es reconocido entre los museos más antiguos del mundo.
- Iglesia de Santa María del Popolo: Aunque de dimensiones modestas, representa a uno de los más notables ejemplos del Renacimiento.
- Termas de Caracalla: Edificadas en el siglo III de nuestra era, en su época fueron consideradas el mayor complejo de manantiales termales.
- Villa Borghese: Entre los parques urbanos más grandes de Europa; destaca la Galería Borghese y su célebre colección que incluye obras de Caravaggio, Tiziano y Rafael.
- Trastevere: Por mucho el barrio más tradicional y bohemio de la capital italiana con pintorescas plazas, restaurantes, cafés y pequeñas tiendas artesanales. Piazza del Popolo y Piazza di Spagna: Recorrido obligado para los amantes serios del shopping de altura y las antigüedades finas.
- Tívoli: Vale la pena el viaje de unos 30 kilómetros para visitar los vestigios arqueológicos de Villa Adriana (interesantes réplicas de edificaciones griegas y egipcias) así como los espectaculares jardines y el palacete renacentista de Villa del Este.