Rotterdam, una ciudad en la costa del mar del Norte en Holanda, está revolucionando la forma en la que el plástico puede ser reciclado con su nuevo espacio público, un parque flotante hecho en su totalidad de este material.
El parque es solo un prototipo, pero es el inicio de una instalación enorme que le dará un nuevo uso a las grandes cantidades de plástico que se desechan en la ciudad. El proyecto consiste en construir hexágonos flotantes que se mimetizan con el paisaje del río Mosa gracias a los jardines que albergan y que funcionan como hábitats para la vida silvestre y áreas para que las personas se relajen.
Además, el plástico que se encuentra cerca de esta zona es recolectado mediante trampas de arena tanto para evitar que fluya hacia el mar como para ampliar el parque. Lo que empezó como una idea de Recycled Island Foundation ahora es fuente de inspiración para que otras ciudades se unan a la reutilización y al rediseño del plástico.
Texto por Renée Sotomayor