La diversidad culinaria y riqueza cultural de Perú hacen que sea uno de los destinos más atractivos para los amantes de la comida. Lima, en particular, es poseedora de una propuesta tan rica e intensa en sabores, que es considerada, por esencia, la capital de la gastronomía en América Latina. Te invitamos a explorar que es lo que hace tan especial a la comida peruana.
“Déjame que te cuente limeña”, comienza la famosa canción de Chabuca Granda, célebre compositora peruana. Y es que las calles de Lima narran historias. Cada uno de sus rincones está cargado de colores y sabores intensos y vibrantes. En nuestra visita a esta pintoresca ciudad, tuvimos la oportunidad de hospedarnos en el famoso barrio de Miraflores, con su precioso malecón frente al mar. Aquí disfrutamos de todas las comodidades y lujos del hotel cinco estrellas Iberostar Selection. Con sus 277 amplias habitaciones, equipadas con la última tecnología, confort y con una privilegiada vista al Pacífico, este hotel nos entregó los más altos estándares de comodidad, gastronomía y entretenimiento.
Junto al lobby, se encuentra el restaurante Ortega y Huamán, que mezcla a la perfección las cocinas mediterránea y peruana. Ortega es la oliva verde nacida en las tierras mediterráneas, y Huamán es la aceituna botija peruana, quien siempre acompaña papas rellenas. Acá se combinan sabores andinos y europeos, logrando una cocina fresca, equilibrada y creativa.
Además, el Iberostar cuenta con un rooftop en el piso 18, con una vista impresionante de la ciudad, una infinity pool para sus huéspedes, un delicioso bar llamado 27 tapas, que ofrece drinks y platos pequeños, estilo tapeo, y un cómodo spa para relajar el cuerpo y la mente después de un intenso día recorriendo la ciudad.
La capital de Perú cuenta con una mezcla única de tradiciones culinarias indígenas, europeas y asiáticas, dando paso a una variedad de sabores, texturas y aromas que no podemos encontrar en ningún otro lugar del mundo. Desde los platos más tradicionales, hasta los más modernos, la gastronomía de Lima es una fiesta para los sentidos. Además de las clásicas preparaciones, como el ceviche, ají de gallina o lomo saltado, en Lima se está desarrollando una creciente oferta de restaurantes de alta cocina. Los chefs limeños están constantemente innovando y creando platos únicos que combinan ingredientes locales con técnicas culinarias modernas.
Iniciamos nuestra ruta gastronómica en el Restaurante Jerónimo, del aclamado chef peruano Moma Adrianzen, quien con su creatividad y pasión por la comida ha creado un menú inspirado en ingredientes locales, frescos y de alta calidad. En un ambiente relajado y cool, probamos platos como el tiradito ahumado (el cual consiste en láminas de pescado blanco, pulpo crocante y salsa ahumada de ají amarillo). Este plato cuenta con una presentación espectacular y una mezcla de sabores vibrantes, sumándole un intenso toque de humo. Además, probamos el udón con mariscos en salsa al curry con camarones, pulpo, ostiones y maní picante. Este plato realmente nos sorprendió por su mezcla balanceada de sabores asiáticos, sin abandonar los guiños a la cocina peruana. Para terminar, nos deleitamos con un postre tres leches de Nutella, húmedo y esponjoso, simplemente perfecto.
Para continuar el recorrido, fuimos a probar el delicioso restaurante Pescados Capitales, en el barrio de Miraflores. Aquí, los pescados y mariscos frescos son la estrella principal; y como tales, protagonizan cada uno de los ceviches, tiraditos, causas, arroces y demás combinaciones. Un lugar lúdico, con una decoración colorida y atrevida, donde tanto su comida como sus interiores hacen una juguetona referencia a los pecados capitales.
Continuamos probando delicias en el Restaurante Tragaluz, ubicado en el primer piso del lujoso hotel Miraflores Park, de Belmond. Este lugar combina el arte, la comida y la mixología. Un ambiente moderno y sofisticado, con cuadros enormes y lámparas de lágrimas. Un toque de fine dinning, elegante y sofisticado, con leves referencias a una galería de arte. Sus creaciones culinarias mezclan creativamente los sabores peruanos con los internacionales, logrando un delicado equilibrio. Su coctelería de autor ha sido reconocida a nivel internacional, debido a su creatividad y deliciosos sabores.
Luego nos encontramos en El Mercado, del aclamado chef peruano Rafael Osterling. Si bien se respira un ambiente informal similar al de un mercado, a la vez resulta un spot muy chic. Definitivamente es el lugar en Lima para ver y ser visto, pues cuenta con una cocina abierta para que sus comensales puedan observar el modo en que las expertas manos de los chefs crean magia. Y es que acá los sabores son tan intensos y frescos que cuesta creer que el siguiente plato logrará sorprendernos todavía más. Pescados y mariscos del día mezclados con salsas que dejan asombrados hasta los más exigentes y finos paladares. Este lugar es una verdadera fiesta.
También fuimos a Cosme, en el barrio de San Isidro. Acá el ambiente es informal y relajado. Admiramos la decoración minimalista y colorida, compuesta por botellas recicladas y cuadros creados con las tapas de estas mismas botellas. La comida fusiona ingredientes locales y tradicionales, con técnicas culinarias modernas. El servicio es amable y la selección de vinos nacionales e internacionales es impecable.
Una ruta gastronómica no podría estar completa sin visitar un bar de moda. Por esto fuimos a Carnaval, en el barrio de Barranco. Elegido dentro de los 50 best bars Latam, este animado lugar cuenta con creaciones de coctelería dignas de un acto de magia. Humos, hielos de colores, frutas que parecen una cosa y luego son otra diferente. Acá nos dejamos sorprender por su buena música y ambiente, así como por sus singulares y deliciosos drinks.
Nos vamos felices ya que Lima es un destino gastronómico obligatorio para los que buscamos explorar los sabores de Latinoamérica. Este lugar es una joya culinaria: cada plato refleja la pasión que los limeños ponen en su comida.