Sumergirse en un remanso de calma y sabor en medio del bullicio de la Ciudad de México es posible gracias a Salazar. Este nuevo proyecto culinario es mucho más que un simple restaurante, es un lugar donde la amistad y los sabores se encuentran para crear momentos inolvidables. Con un ambiente acogedor y su enfoque en la comida de campo, en Salazar te harán sentir en casa mientras disfrutas de una experiencia gastronómica única.
Este restaurante está ubicado en Reforma 333, frente al emblemático Ángel de la Independencia de la Ciudad de México. Ahí, dentro de una estructura de madera con un moderno look de granero, te esperan sabores deliciosos y momentos inolvidables.
Su nombre proviene de la combinación de dos palabras: sal, un condimento que fue símbolo de estatus y altamente valorado por las élites romanas; y azar, vocablo de origen árabe que se refiere a la fortuna y la causalidad.
Detrás de este proyecto se encuentran Edo Kobayashi, como director creativo, y las empresas Iterativa y Dorado, especializadas en el desarrollo de conceptos inmobiliarios y de entretenimiento. La idea principal de Salazar, según Edo y Allan, el chef, es ser un bistró de campo estacional.
El lugar es dirigido por el chef Allan Yáñez, quien con su experiencia en reconocida cocinas europeas y galardonadas con 3 estrellas Michelin, ha dejado su huella en Salazar. Allan logra que los platillos complicados se perciban de manera sencilla y deliciosa, y tiene una pasión por trabajar con ingredientes frescos de temporada, orgánicos y provenientes de productores locales. Con su técnica y atención a cada detalle, Allan crea versiones propias de platillos clásicos que no buscan ser de alta cocina, pero que llevan los sabores a otro nivel.
Salazar es un espacio diseñado para transportarte fuera de la ciudad, ya que combina la calidez y la familiaridad del campo con la energía y el dinamismo de la ciudad. La arquitectura de Alfonso López-Velarde crea un espacio interrumpido con una gran estructura de madera, que desafía la presencia de los edificios de vidrio y concreto de la ciudad.
En conjunto con el diseño de interiores de Habitación 116, la iluminación de Sombra, el sonido de Margules y el paisajismo de Jonathan Vizcarra y Pamela Ruiz, Salazar logra un ambiente elegante y acogedor que no oculta su calidad. Es el punto de encuentro perfecto que fomenta la conexión entre las personas en un ambiente casual y con un toque de lujo discreto. Aquí, la curaduría gastronómica se cuida a detalle, pero sin perder la relajación.
Una vez dentro, te darás cuenta de que todo en Salazar está pensado para compartir. Las mesas amplias y sillas cómodas te invitan a disfrutar de una comida sin prisa, donde los platillos exquisitos y sus generosas porciones son ideales para servirse en el centro para que todos puedan probar un poco de cada uno.
Dentro de su carta, algunos de los platillos que definitivamente no puedes dejar de probar son:
En primer lugar, el pollo ahumado y rostizado, el cual es orgánico y proviene de la Granja Kobayashi, que pasa por un proceso de 16 horas servido con un exquisito gravy de pollo y verduras confitadas que ofrece una combinación de sabores intensos y suculentos.
En segundo lugar, el poro ahumado y caramelizado con vinagreta de mandarina y mousseline de alcaparras, coronado con ikura curado al sake, te sorprenderá por su equilibrio entre sabores y texturas. Y siempre perfecto para complementar, el vino en Salazar puede ser un discreto acompañante de la comida o un protagonista carismático, que se adapta a cada ocasión.
No puedes dejar de visitar este nuevo HOTspot de la ciudad, que invita a disfrutar de comidas y cenas que se convierten en íntimas reuniones de amigos, para crear una secuencia de momentos inolvidables.
D. Av. Paseo de la Reforma 333-piso 8, Cuauhtémoc, CDMX
T. +52 55 7423 9975
P. salazar.rest
IG. @salazar.rest