Desde tiempos ancestrales, remontándonos a las primeras grandes civilizaciones, se han encontrado vestigios antiguos que nos revelan el uso de la miel no sólo como endulzante, sino como el principal medio para preservar una buena salud, e incluso, ya dentro de un cuadro de enfermedad, utilizada como panacea, gracias a sus grandes bondades. Ahora, para conmemorar el Día Internacional de la Miel, te compartimos algunas razones por las que la miel debe ser parte fundamental de tu dieta diaria.
Desde un punto de vista nutricional, la miel se encuentra principalmente formada por azúcares, por lo que es una fuente de energía extraordinaria para nuestro cuerpo, además de estar elaborada a base de polen de flores concentrado, aporta una enorme fuente de vitaminas, minerales y nutrientes que van a contribuir de manera importante a mejorar nuestra salud. Sin embargo, no todas las mieles son iguales, cada región tiene propiedades específicas asociadas a las flores de la temporada y de la zona, lo que permite que, consumiendo la miel de cada lugar, podamos desarrollar ciertos factores de resistencia inmunológica ante las enfermedades comunes de la estación.
La miel cuenta con propiedades antibacteriales, antifúngicas y antivirales, por lo que nos ayudará ante cualquier enfermedad que vaya desde una gripa casual hasta una enfermedad gastrointestinal. Es bien sabido que si tenemos dolor de garganta o gripa, al tomar una cucharadita de miel de abeja con limón disminuirá la inflamación y además sentiremos de inmediato el descongestionamiento de los bronquios.
Para los que practican deportes de resistencia o realizan largas jornadas de trabajo donde tienen altas exigencias físicas o intelectuales, una sola cucharadita de miel les proporcionará la energía extra diaria que necesitan.
Los usos médicos de la miel en enfermedades crónicas degenerativas son muy amplios: si tienes hipotensión, problemas cardíacos, artritis, reumatismo o insomnio, la miel puede resultar un tratamiento muy efectivo.
En cuanto a factores digestivos, la miel es conocida por ser un laxante ligero que ayuda enormemente al estreñimiento y la colitis. En cuestiones inmunológicas tiene propiedades que estimulan la formación de glóbulos rojos, ayuda a mejorar los cuadros alérgicos y por si fuera poco, también tiene propiedades anticancerígenas.
Darles a los niños una cucharada de miel les proporcionará una dosis importante de calcio y magnesio, haciéndoles tener huesos más fuertes y por lo tanto será de gran ayuda para mejorar su crecimiento.
Y para las mujeres, es uno de los elementos que se utiliza como un secreto de belleza, ya que tiene grandes propiedades suavizantes y antiinflamatorias y, cuando tenemos alguna pequeña llaga, también es un cicatrizante y regenerador de la piel por excelencia.
Por todas estas razones y muchas más, te recomendamos que comiences a incorporar la miel a tu dieta diaria y que la utilices como un elemento cien porciento natural que te ayudará a gozar de una vida más prolongada y, sobre todo, a conservar un buen estado de salud.