Cuando el cuerpo detecta células enfermas o patógenos, el sistema inmune se activa y manda señales para atacar el problema. Cuando no se activa correctamente, el problema aumenta ocasionando infecciones y malestar.
Para asegurar el desarrollo y mantenimiento de las células del sistema inmune, debemos consumir los nutrientes necesarios. Algunas vitaminas y minerales juegan un papel esencial en el ciclo de vida de estas células, como la A, la C, la D, la B2, la B6, la B12, el ácido fólico, los betacarotenos, el hierro, el selenio, el cobre y el zinc. También es necesario consumir fibra y probióticos.
Que nuestro sistema inmunológico esté fuerte y sano es lo más importante en estos momentos, pues es la defensa natural del cuerpo contra virus e infecciones. En colaboración con la nutrióloga Andrea Mulás, te compartimos algunas recomendaciones para lograrlo:
- Come variado y evita los suplementos, ya que puedes llegar a exceder la dosis de micronutrimentos que el cuerpo necesita.
- Consume frutas y verduras de todos los colores. Entre más colorido sea tu plato, mayor será la variedad de vitaminas y minerales.
- Evita los jugos o añádeles la menor cantidad de fruta posible. El sistema inmune prefiere la fruta entera.
- Exponte al sol 10 minutos por la mañana para activar la producción de vitamina D.
- Duerme entre siete y ocho horas.
- Evita los refrescos y los jugos artificiales, ya que contienen mucha azúcar.
- Evita la comida chatarra, pues tiene demasiada grasa saturada.
- Consume alimentos ricos en fibra, como el plátano (no tan maduro), las manzanas, las alcachofas, los espárragos, el brócoli, las leguminosas y la avena.
- Consume alimentos con probióticos, como el yogurt (sin azúcar añadida) o cualquier otro fermentado.
- Si eres mamá, ¡alimenta a tu bebé con leche materna! Los bebés aún no tienen desarrollado el sistema inmune, por lo que no se pueden defender de los patógenos. La leche materna es rica en células y compuestos con propiedades inmunes.
Escrito por Regina Cordero en colaboración con la nutrióloga Andrea Mulás