La elegancia exótica de Azuma Makoto
Azuma Makoto viajó a México para instalar una escultura monumental en una plaza abandonada. En contraste con la decadencia y el descolorido del tiempo, la composición de casi tres metros de altura iluminó el espacio y revivió por unas horas su pasado olvidado. El artista utilizó, como de costumbre, plantas autóctonas del lugar como dalias, heliconias, amaranto y nopales; además, hizo una corona de agave amarillo.