Consumir té ya no se limita a beberlo en agua caliente. En la actualidad, se puede ingerir de diferentes formas, a veces incluso sin que sepas que estás consumiéndolo. Si tu inclinación es por los sabores dulces, lo puedes encontrar en diversas preparaciones para pasteles, galletas, helados, cocteles, frappteas, y un sin fin de posibilidades para disfrutar este producto milenario en formas renovadas.
Para días calurosos del verano que empieza, lo ideal es el frapptea. Se trata de una nube de hielo mezclada con el té de tu preferencia. Además puedes mezclarlo con leche de almendra, arroz, coco y avena. Estas bebidas de origen vegetal resaltan el sabor del té, con notas cremosas y con la ventaja adicional de no tener elevado contenido calórico.
Un excelente complemento para añadir textura son las perlas de té elaboradas con distintos sabores que aportan dulzura y consistencia frapptea, una excelente opción para el postre.
Gracias a los blends, los sabores se pueden encontrar en fantásticas combinaciones para todos los gustos: con notas a frutos rojos o frutas tropicales como durazno y mango. Específicamente, para estos dos tipos de sabor, la recomendación es mezclarlos con leche de coco ya que aporta cuerpo, sabor y suave textura al paladar.
Si prefieres los sabores nutty o especiados como el chai, recomendamos mezclarlo con leche de frutos secos como almendra o avellana, ya que aportan notas tostadas que resaltan los sabores spicy.
Para consentirnos con té, no existe un momento del día predeterminado. Además, beberlo o comerlo suma puntos a favor, pues esta dulce opción cuenta con beneficios saludables.
Texto realizado con información de: Gerardo Orta
Tea Sommelier, Teavana México
Foto cortesía de Teavana