1. Toma una bebida caliente antes de dormir.
Es una gran manera de relajarse y prepararse para conciliar el sueño. Puede ser un té con lavanda, manzanilla o valeriana, ya que estas hierbas tienen propiedades calmantes y por lo tanto favorecen la inducción del sueño.
2. Visualiza un lugar pacífico.
¡Olvídate de contar ovejas! Se ha comprobado que imaginar una escena que te produzca calma tiene mucho mejores resultados y ayuda a despejar la mente.
3. El método 4-7-8.
Consiste en una inhalación de 4 segundos, una pausa de 7 segundos y una exhalación suave de 8 segundos, repitiéndolo de 6 a 9 veces. Se dice que este proceso hará que quedes dormido antes de terminar las repeticiones.
4. Medita.
La primera causa de insomnio es la ansiedad, por lo que se recomienda apartar un momento para meditar y dejar a un lado las preocupaciones acumuladas durante el día.
5. Psicología inversa.
Si quieres dormir, intenta mantenerte despierto. Un estudio de la Universidad de Glasgow demostró que los pacientes a quienes les pedían que permanecieran despiertos se dormían antes que a quienes les solicitaron dormirse. Claro, estas soluciones no son a largo plazo, pero te permitirán conciliar el sueño algunas noches de insomnio.
6. Aromaterapia.
Consigue un spray con lavanda y rocíalo sobre tu cama, este olor ayuda a dormir y descansar. Otra opción para obtener este aroma relajante es dejar una bolsa de lavanda debajo de tu almohada durante el día, para que al llegar la noche, tu cama conserve el rico olor a esta flor.
7. Mantente físicamente activo.
Hacer ejercicio al menos 30 minutos al día puede ayudar a mejorar el sueño. Sin embargo, realizarlo por la noche podría ocasionar el resultado contrario.
8. Apaga tu celular.
La luz emitida por los dispositivos electrónicos activa el estado de alerta e incluso puede llegar a suprimir la melatonina, la hormona que fomenta el sueño, haciendo que conciliar el sueño sea mucho más difícil.
9. Escucha música de relajación.
El sonido del mar o del bosque son opciones perfectas para facilitar el sueño, ya que ayudan a relajar y a liberar la mente.
10. Tu cama es solo para dormir.
Trabajar, ver la tele, usarla como sillón, o cualquier otro uso que no sea dormir, puede provocar que tu cuerpo se acostumbre a que tu cama no es únicamente un lugar de descanso.
Redacción HOTBOOK
Ilustraciones por: Ximena Sánchez