Lo que no debes dejar de hacer
Oaxaca no es solo una de las ciudades coloniales más hermosas del país, es también un lugar rico en cultura y lleno de vida. Te enamorarás de sus tradiciones y te asombrarás al recorrer sus calles conociendo los templos, conventos y museos que forman su patrimonio histórico. Un lugar que te dejará sin aliento por la exquisitez de sus platillos, la belleza de su pueblo y la hospitalidad de su gente.
Hierve el agua es un sistema de cascadas petrificadas de origen natural que se formaron hace miles de años en San Isidro Roaguía que ofrece una de las mejores vistas de toda la zona.
Otra belleza natural que vale la pena visitar es el Árbol de Tule que tiene el tronco con el mayor diámetro del mundo.
La mejor manera de conocer la historia de las culturas prehispánicas que habitaban la zona es visitando Monte Albán, un sitio arqueológico que fue la sede del poder dominante en la región durante muchos años, déjate impresionar por el conjunto de monumentos prehispánicos, el centro histórico de esta metrópoli mesoamericana.
Otro lugar para conocer más acerca de la historia de Oaxaca es Mitla, el segundo sitio arqueológico más importante de la zona en el cual se encuentran una gran variedad de museos e iglesias de la época prehispánica que narran la historia y trayectoria de los pueblos.
Al momento de viajar es de suma importancia aprender sobre las costumbres y tradiciones de las comunidades. Te recomendamos probar el mezcal, disfrutando de las capacidades admirables de artesanos como Adán Paredes y Fernando Sandoval.
[Raíces ancestrales oaxaqueñas]
Por último no dejes de probar el típico mole oaxaqueño, con una combinación de sabores sin igual que nos representa a nivel gastronómico como una cultura rica y llena de tradición.