Home away from home para apasionados esquiadores mexicanos y destino de preferencia para los más experimentados viajeros. Y es que además de tratarse de una montaña con más de 21,000 Km de pistas para esquiar o ‘snowbordear’ a toda velocidad, este lugar te sumerge en un verdadero cuento de casas pintorescas, extraordinarios y lujosos hoteles, comida espectacular y spas relajantes. Un destino en el que todos pedimos quedarnos un día más, que el viaje no termine y al que se querrá regresar siempre.
Vail es un pueblo “hecho” para ser así de bello y acogedor, donde todo parece estar donde debe. Es pequeño y puede recorrerse caminando. Como pocos destinos, Vail vale la pena para ser visitado en invierno o en verano con actividades completamente distintas. Para efectos de temporalidad (considerando que en la edición de septiembre podrás estar planeando tus vacaciones de invierno) nos enfocaremos en la faceta invernal del destino y, quién sabe, en otro momento podremos contar un poco sobre hiking, fat biking, rafting, y todas las otras actividades ofertadas en verano.
Aquí va un rápido overall de lo primero que hay que hacer para quien no es un experto esquiador y no es dueño de su propio equipo para realizar la actividad. La recomendación en este caso es sin duda rentar, ya que los equipos son caros y los que encontrarás en renta están en estado impecable para que los uses durante toda tu estancia. Al llegar a la tienda, quienes la atienden te medirán y te ayudarán a obtener el gear más adecuado para ti. Incluso, para quien ya ha esquiado, hay sorpresas y tips para obtener mejores resultados. El equipo lo recoges todos los días en la tienda para subir a la montaña y lo guardas ahí mismo al salir, no es necesario llevarlo al hotel contigo, aunque es posible si así lo prefieras. Habiendo dicho esto, estás listo para seguir adelante con la experiencia de Vail.
Para los novatos, hay excelentes instructores particulares o en grupo de esquí y snowboard y aunque por momentos te verás rodeado de niños de 5 años que tienen más habilidad que tú, lo importante está en no desesperar porque ¡el tercer día es el bueno! Lo sabrás cuando estés bajando por pistas verdes o azules y pidiendo regresar las próximas vacaciones.
Para los expertos, los lifts llegan a lo más alto de la montaña para descender por pistas negras y doble diamante, con bumps y powder a todo lo que da. Incluso en estos casos, vale la pena en alguna ocasión contratar a un instructor, primero para obtener algunos consejos expertos y mejorar la técnica, pero sobre todo porque al conocer la montaña a la perfección, podrán enseñarte rutas y pistas por las que tal vez no has descendido antes, el guía te ayudará a disfrutar el camino al máximo y no recorrer siempre la misma ruta.
HOTtip
Para obtener descuentos en lifts y grandes benefcios durante tu viaje, compra un EPIC PASS. Deberás hacerlo en los próximos dos meses ya que en noviembre no se venderán más. www.snow.com
Lo ideal por practicidad y costos es comprar un EpicPass, porque dependiendo del tipo de pase que adquieras podrás acceder a cualquiera de los Vail Resorts, las veces que quieras. Además hay una aplicación que deberás descargar en tu celular, en la que podrás ver los kilómetros y rutas por las que has descendido, encontrarás diferentes puntos de la montaña en los que puedes sacarte fotos y llevar un récord de tu progreso en las distintas temporadas que hayas esquiado. Esta aplicación se volverá tu aliado más importante para trabajar en tus habilidades esquiando y mejorar tu performance.
En Vail la oferta hotelera es amplia y, debo decir, impecable. The Lodge at Vail, Four Seasons, The Sebastian, entre tantos otros, ofrecen una experiencia de lujo y atención sin igual. Con chimeneas y cómodos espacios comunes, chocolate caliente o té a media tarde y habitaciones que ofrecen nevadas vistas de lo que, en la imaginación, podría ser una villa de casas de galletas de jengibre. El servicio es cálido, a pesar de lo frío del clima, y el diseño de interiores, debiendo resaltar en este caso a The Sebastian, es simplemente extraordinario.
El tipo de viaje es el favorito de muchos, mañanas tempraneras en las que se disfruta del día al aire libre esquiando y, durante la tarde, aprovechar la oferta gastronómica que parece inagotable enfocada en brindar confort con delicias indulgentes. Grilled Cheese con sopa de tomate, risottos, deliciosas hamburguesas, papas fritas con aceite de trufa y queso parmesano, Mac and Cheese, espárragos con tocino, entre otras maravillas. Todo esto con vino, mucho buen vino.
Aunque hay restaurantes “necesarios” para disfrutar de la experiencia completa de Vail como Pepi’s para aprés-ski drinks, el nuevo White Bison, que ofrece cocina americana contemporá- nea o Matsuhisa para una extraordinaria experiencia japonesa del aclamado grupo Nobu, en esta ocasión haremos énfasis en los hotspots no tan conocidos de este destino.
The 10th es una excelente opción para realizar una pausa si pretendes esquiar todo el día y almorzar. Al entrar, hay grandes vestidores con espacios para guardar tu equipo y podrás sustituir las botas de esquí por pantuflas, lo que representa un agradable descanso para tus pies y pantorrillas; también comer una hamburguesa, una ensalada o un risotto, beber una cerveza o una copa de vino y después regresar para esquiar un par de horas más antes de dirigirte a tu hotel a darte un baño caliente y descansar un poco.
La recomendación para una de las noches de tu viaje es cenar es el restaurante Flame dentro del Four Seasons; decir que es una steakhouse me parece subestimarlo. En este lugar, el cordero pasa por un proceso de dry-aging de 21 días, el pork belly se cocina por 24 horas y el ciervo se sirve de forma innovadora en corndogs con catsup ahumada hecha en casa, mezcla de tres mostazas y aioli. El pulpo, el favorito, es en realidad la receta de la familia de Gerardo Viejo, souschef de Flame. Y todo lo anterior deberá acompañarse de una probada –o toda la canasta– de pan con romero.
Los postres valen cada kilo extra con el que regreses a casa, y la recomendación número uno del lugar para terminar la comida son las donas de tocino. La cena en este lugar está avalada con la presencia del sommelier, quien además de las recomendaciones de maridaje con vino, nos ofreció como digestivo un té Earl Grey con higo remojado por cinco días en whisky y un toque de Orja, que para quien como yo, no tenga idea de qué es eso, es jarabe de almendra con cítricos. Me llevé una grata sorpresa con el after taste de té negro al pasar el gusto del whisky.
Hay infinidad de actividades que pueden realizarse además de disfrutar de las pistas. Los spas se caracterizan por consentir los cuerpos cansados con masajes relajantes e instalaciones para olvidarse de que existe algo que no sea exactamente ese momento y ese lugar. En este caso, recomendamos el Signature Massage del Bloom Spa, en The Sebastian Vail.
Una actividad totalmente recomendable que puede ser tan extrema o tranquila como la deseen, es subir la montaña snowmobiling. La rapidez dependerá de lo intrépido que sea el conductor y así mismo será la experiencia en general. Las vistas son espectaculares, con nieve que se antoja esponjosa bajo cielos azules a 12,500 pies de altura. Tendrás un guía al frente que te enseñará a usar la moto y te mostrará algunas señales para comunicarte con el grupo ya sea para avanzar, detenerte, o apagar la moto. Los mismos proveedores que rentan las motos, te proporcionarán la vestimenta adecuada, botas que no dejarán que se te mojen los pies, trajes para nieve y cascos. Lo ideal es que lleves tus propios guantes y visor para mayor comodidad.
Durante el trayecto podrás pararte las veces que desees para admirar el paisaje, sacar fotos, hacer videos, o simplemente tirarte de espaldas en la nieve. Si cuentas con una cámara GoPro, este será, además de la esquiada, un excelente momento para utilizarla y sacar fotos impresionantes de la montaña mientras atraviesas el bosque y llegas a la cima. Una actividad que puede ser realizada por todos, sin importar la condición física y a partir de los 9 años de edad.
Si retomamos la gastronomía en Vail, un lugar que definitivamente no puedes perderte, incluso por la sola experiencia de llegar, es Game Creek Chalet. Para ir al restaurante deberás subir en el lift (en horas en que ya se encuentra cerrado para uso general de la montaña) y después a una especie de tractor que atraviesa la nieve y te lleva a una cabaña que se encuentra a 2,000 pies de altura sobre el pueblo de Vail, decorada como una taberna clásica y con cálida iluminación. Una deliciosa variedad de quesos, ravioles con menta y parmesano, tártara de res y un verdadero descaro cuando de los postres se trata: crème brûlée de pistache, chocolate y frambuesa, y plátanos con cereza, chocolate y helado de caramelo y sal.
Para quien quiera experimentar un lugar un poco más relajado que Vail, y me atrevería a decir que incluso más hípster, a una hora aproximadamente se encuentra Breckenridge, que además de tratarse de un buen lugar para quien está aprendiendo a esquiar y ‘snowbordear’, dada la inclinación de sus pistas, se siente como un lugar más real y, aunque no es Disney para los esquiadores como lo es Vail, Breckenridge es perfectamente imperfecta. Tiene todo tipo de tiendas con curiosidades en donde se encuentran desde máscaras de ardilla hasta avestruces de peluche con los colores del arco iris; portavasos, cuadernos y tarjetas conmemorativas para morir de risa, lugares en donde hay de todo, pero nada a la vez, y donde pude saciar mi gusto personal por comprar cosas inútiles.
En Breck –para los amigos–, la oferta gastronómica asciende a más de 200 restaurantes. Relish es una excelente opción para cenar, donde encontrarás comida típica de Colorado y donde el menú cambia de acuerdo a la temporada. Aunque hay buena hotelería, la opción ideal, si vas en grupo, es rentar una casa.
Para esquiar o hacer snowboard, Breckenridge cuenta con seis picos de montaña y casi 12,000 km2 de pistas, una superpipe de 22 pies, 11 bowls y la chair-lift más alta de América del Norte. La calidez de los locales, lo cool de sus calles, la oferta gastronómica y de eventos durante el año, combinados con la gran expansión de su resort lo han convertido en uno de los destinos de esquí más visitados en el hemisferio occidental.
GUÍA DE VAIL Y BRECKENRIDGE
DÓNDE DORMIR
The Lodge at Vail
D. 174 Gore Creek Dr
T. +1 970 429 5044
www.lodgeatvail.rockresorts.com
Four Seasons
D. 1 Vail Rd
T. +1 970 477 8650
www.fourseasons.com
The Sebastian
D. 16 Vail Rd
T. +1 970 331 0698
www.thesebastianvail.com
DÓNDE COMER
The Flame
D. 1 Vail Rd
T. +1 970 477 8650
www.fourseasons.com
Pepi’s Bar & Restaurant
D. 231 Gore Creek Dr
T. +1 970 476 4671
www.pepis.com
Matsuhisa
D. 141 E Meadow Dr
T. +1 970 476 6628
www.matsuhisarestaurants.com
White Bison
D. 223 Gore Creek Dr
T. +1 970 763 5470
www.whitebisonvail.com
Game Creek Chalet
D. Game Creek Bowl, Back Bowls, Vail Mountain
T. +1 970 754 4275
www.gamecreekvail.com