Desde que somos chiquitos, nos dicen que caminar 10 mil pasos al día es el estándar para estar saludables y en forma. Sin embargo, hasta que caminamos por la calle checando nuestro reloj inteligente, vemos que muchas veces la línea de meta es inalcanzable. Aunque colectivamente intentamos alcanzar este número, pocas veces nos preguntamos su origen. ¿Quién decidió qué tanto debíamos esforzarnos? Más importante aún, ¿y si es solamente un mito?
¡Ahora vámonos a los datos duros! Resulta que la idea de que necesitamos caminar aproximadamente 8 km (cinco millas) es un accidente. La meta de caminar 10,000 pasos al día se originó en Japón, en la década de los sesenta. Formó parte de una campaña de marketing para un podómetro. Sin embargo, desde entonces se adoptó como un objetivo diario para promover la actividad física. En otras palabras, nadie nunca cuestionó este número; pero si quieres, ¡puedes intentarlo!
La OMS recomienda que los adultos realicen al menos 150 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada a la semana, a través de una variedad de actividades: caminar, andar en bicicleta o nadar. Esto equivale a 7 mil – 8 mil pasos al día para la mayoría de los adultos.
Si bien lograr 10 mil pasos al día puede ser un objetivo alcanzable para algunos, no es el único enfoque que podemos adoptar cuando se trata de ejercitarnos. Entonces, el número de pasos necesarios para mejorar la salud y reducir el riesgo de enfermedades crónicas (como enfermedades cardiacas, diabetes y cáncer) depende de varios factores: la edad, el sexo, la condición física, el consumo de calorías y el estado general de salud.
El componente psicológico también es importante. Algunas personas pueden sentirse intimidadas por este número y obsesionarse con alcanzarlo; lo que, a su vez, puede generar ansiedad si no lo alcanzan. Enfocarse en los números y métricas puede ser perjudicial para la salud en lugar de beneficiarla.
¡Cualquier tipo de movimiento es mejor que no hacer nada en absoluto! Y aunque los 10,000 pasos pueden ser un objetivo medible al que aspiramos, a la vez no debe preocuparnos tanto no alcanzarlo.