¿Te imaginas un lugar donde el aroma a pan recién horneado te envuelve y donde cada bocado es un truco de magia? Pues hazlo realidad y visita el asombroso mundo de Conejo Blanco Café. Este pequeño tesoro escondido en el corazón de Polanco es un santuario para los amantes del desayuno y la buena panadería. Con una propietaria que pone el alma y el corazón en cada detalle, este espacio promete convertirse en tu nueva parada obligatoria. Este nuevo HOT spot te invita a empezar tu día con magia, alegría y los mejores sabores.
No hay mejor manera de empezar el día que con un desayuno de campeones. Y en Conejo Blanco Café, los desayunos son literalmente de otro mundo. Peter Yuen, el chef panadero del lugar, se encargará de sorprenderte con cada uno de sus platillos. Aquí los desayunos se sirven todo el día y cada plato es un homenaje a la gastronomía francesa.
Conejo Blanco Café tiene de todo, desde unos molletes que te harán bailar de felicidad hasta unos huevos pochados que son pura poesía comestible. Aunque también hay opciones más saludables, pero exquisitas, como los nopales parrillados que te dejarán sin palabras. También te recomendamos el rico toast de aguacate, una verdadera obra de arte en pan campesino de masa madre. Sin duda, no te puedes ir sin probar el croque madame o los huevos benedictinos, son simplemente un sueño hecho realidad.
Ahora, la estrella del lugar. Imagina la fusión de un croissant y un muffin. Como resultado tenemos un exquisito cruffin. Aquí, los cruffins no solo son un pan, sino que son toda una experiencia celestial. Puedes probarlos con distintos rellenos: guayaba (nuestro favorito), Nutella, chocolate y más. Este producto se volvió viral por una razón, porque cada mordida es un viaje al paraíso de la panadería.
Un imperdible es el purple latte con extracto de lavanda, la bebida estrella del lugar. Pero si quieres algo más tradicional, su menú cuenta con una extensa variedad de jugos frescos, café de primera, tés y bebidas refrescas.