El crucero capaz de abrirse paso en las zonas más recónditas de los extremos polares, Silver Explorer, representa la elegancia de la compañía italiana Silversea de una forma definitivamente distinta. Equipado con un rompehielos de categoría 1A, puede traspasar hielos de más de tres pies de grueso, con la finalidad de llegar a regiones pocas veces vistas por el ser humano.
Por su carácter aventurero y con cabida para 132 pasajeros, este barco invita a los viajeros a realizar travesías por los puertos del Ártico y de la Antártida, dos de sus rutas más cotizadas. Aunque más enfocado en las expediciones que en ofrecer entretenimiento, a bordo del Silver Explorer te toparás con un tecladista en las horas de coctel, trivias, degustaciones de vino y clases de cocina impartidas por el chef seleccionado del día.
Todas las tardes se ofrecen charlas dinámicas sobre lo que los pasajeros vivirán en esta travesía, con ponentes expertos: biólogos marinos, geó- logos, historiadores o arqueólogos, y puede que con alguna figura de renombre como Rebecca Stephens, primera mujer británica en escalar el Monte Everest. Durante la tranquilidad de la navegación, podrás relajarte en uno de los spas o jacuzzi, degustar un buen licor en el Humidor, probar un rico té en Al Fresco o leer tu novela favorita en el Panorama Lounge, donde podrás maravillarte con los hielos eternos alrededor.
El Silver Explorer pone a tu disposición diez tipos de lujosas suites, con servicio de mayordomo, que varían en tamaño y amenidades. Las hay de carácter cómodo y práctico, y también exquisitas con balcón francés y ventanales con vistas a las costas o al océano. Otras, más amplias, incluyen sala principal y walking closet, y finalmente, las de máximo lujo y confort, espaciosas y elegantes, cuentan con todas las amenidades para el viajero más exigente.
Para deleitar tu paladar las opciones son diversas, sobre todo en cocina moderna europea preparada con frescos ingredientes regionales. The Grill Bar estará disponible para ti desde la mañana para que ordenes aperitivos de todo tipo, al igual que The Restaurant, donde podrás desayunar algo del bufé o bien cenar a la carta. El Connoisseur’s Corner será tu spot preferido para tomar un scotch y el Observation Lounge te servirá para gozar de un rato silencioso mientras contemplas los paisajes polares a través sus grandes ventanales de cristal.
EXPEDICIONES
No todos los días se tiene la oportunidad de conocer alguno de los polos del planeta a bordo de un crucero exclusivo de última generación. Dentro de los otros siete destinos del Explorer, recomendamos sin duda el viaje al Ártico o a la Antártida, por brindar experiencias imposibles de imitar, cada uno con historias propias y culturas diferentes que conocer. Los viajes se realizan en la época de verano en cada hemisferio para aprovechar al máximo la luz del día, y las travesías pueden escogerse entre 7 y 23 días de duración con diferentes itinerarios y número de puertos a visitar.
ÁRTICO
Por los relieves y contrastes geográficos que no olvidarás, te recomendamos la ruta de Reikiavik, en Islandia, a Kangerlussuaq, en Groenlandia, con 10 paradas en puertos ubicados al sur de la isla danesa. En Reikiavik contemplarás desde el mar géiseres, ensenadas y pequeñas islas, y una vez en terreno firme, dis – frutarás de un destino cultural en donde podrás visitar edificios de como el Parlamento y la Casa de Gobierno, asistir a las exhibiciones en el Museo Nacional o a la obra teatral del momento en el Teatro Nacional.
La segunda parada es Skjoldungen, isla de la mitología nórdica, seguida del estrecho Prince Kristiansund, donde podrás recorrer su única villa, Aappilattoq y contemplar paisajes espectaculares. Tras cruzar el mar de Labrador, pararás en Nanortalik, sede de altos picos de montañas y paredes verticales, comparables con las rutas más difíciles de los Alpes, y Uunartoq, isla redescubierta hace apenas 12 años.
Continuarás con Qaqortoq, y seguirás a Hvalsey, donde se encuentra el yacimiento arqueológico mejor preservado del Asentamiento Oriental. No podía faltar Nuuk, la capital y ciudad más grande de Groenlandia, donde podrás visitar el Centro Cultural Katuaq, el Museo Nacional de Groenlandia y probar un suaasat, sopa tradicional de la isla. Después irás a Maniitsoq, nombre que significa lugar del terreno escabroso y para finalizar, Kangerlussuaq, casi vacía de infraestructura y rodeada en su totalidad por montañas.
Lo más provechoso de esta ruta es el tipo de vivencias que escapan de lo ordinario, como conocer a los inuits –ancestrales habitantes del Ártico–, sumergirte en manantiales humeantes mientras observas icebergs flotar o explorar los sitios visitados por la Expedición de Franklin, perdida en 1845. Verás el Glaciar Jakobshavn, el más rápido en moverse en el mundo, así como la extraordinaria fauna ártica como las ballenas beluga, minke y narval, toros almizcleros, zorros y osos polares, entre otras criaturas, en paisajes asombrosos.
ANTÁRTIDA
Uno de los recorridos más emocionantes es el que zarpa desde la llamada “ciudad más austral del mundo” en Argentina, así que te recomendamos la ruta Ushuaia to Ushuaia, aquella en la que todos los días serán únicos, con ocho expediciones a escoger, según tu ánimo y condición física.
En Ushuaia, ciudad industrial y turística, podrás ir a museos emblemáticos como el Museo del Fin del Mundo. La isla West Point, en el archipiélago de las Malvinas, te recibirá con los acantilados más altos y verás el Monte Misery, de más de 360 m. La isla Trinidad y Puerto Argentino te irán aclimatando, mientras muestran los paisajes más reveladores, así como en las islas Georgias del Sur encontra – rás un panorama de montañas abruptas, vegetación tipo tusacs –un manto vegetal disperso de musgos y líquenes– y costas articuladas de bahías y caletas. Después, avistarás la isla Elefante, cubierta de glaciares, donde viven colonias de pingüinos gentoo o juanito.
Finalmente, cruzarás hasta la península Antártica, que forma una S alargada y cuyo eje mayor lo define una zona montañosa conocida como Antartandes. A estas alturas, podrás afirmar que conociste un continente nuevo, el más frío de todos. Ya de vuelta, transitarás por una parte de la historia al cruzar el Pasaje de Drake, tramo de mar que separa la Antártida de América del Sur y al avistar el Cabo de Hornos, en Chile.
Decidirte por esta ruta implica rodear icebergs y glaciares majestuosos, visitar lugares históricos, seguir los pasos de exploradores antárticos como Gerlache o Shackleton y observar animales como pardelas, ballenas con pico o jorobadas, orcas, focas y delfines, y caminar en páramos donde habitan colonias de albatros y pingüinos macaroni o los adelaida.
En ambas travesías polares, los secretos de las regiones más prístinas del planeta están esperando a que los descubras.
