Arquitectura a escala del cuerpo
El diseñador y arquitecto franco-mexicano da un salto feroz de la arquitectura a la moda. En poco menos de tres años, Ayala ha logrado llevar la batuta de su propia marca que ha generado gran aceptación entre los más exigentes trendsetters de México. Su discurso fuerte y diferente lo ha llevado a conquistar territorios nuevos en el mundo de la moda.
Desde muy pequeño, Jorge sabía que su verdadera pasión era la arquitectura. Una vez, saliendo de preparatoria, se fue a un viaje Europa y llegó enamorado de la historia arquitectónica del Viejo Continente, tanto, que aplicó a las mejores universidades de arquitectura con la esperanza de cursar la carrera en alguna de ellas. Y, efectivamente, tuvo suerte de ser aceptado en instituciones en Francia y luego en el Reino Unido.
Ayala se considera amante de las artes y París, según su perspectiva, era la capital de ambas, en diseño, en arquitectura, en innovación, todas aquellas cosas que el artista buscaba. “Me di cuenta que correspondía más a la parte creativa y París es una ciudad en la cual respiras arte, moda, proporción y arquitectura; era perfecta para mí”, comentó Ayala.
Durante su estancia en Francia tuvo encuentros cruciales con gente que trabajaba en la alta costura, proveedores de telas, y muchos personajes adentrados en el mundo de la moda, pero nunca pensó que iba a formar parte de él. Una vez terminados sus estudios en París, se mudó a Londres para iniciar su maestría. Y fue, en definitiva, su estancia en Gran Bretaña el parteaguas de su carrera: ahí encontró su debilidad por el diseño, en especial por el diseño digital que hoy en día forma parte de la original propuesta de sus colecciones. Pero su principal inquietud era encontrar la manera en la que la arquitectura y la moda se entrelazaban. Después de un par de años, descubrió que básicamente hacer moda era como la arquitectura, pero en vez de crear un proyecto de construcción como un edificio de grandes proporciones, tiene como escala el cuerpo. Es una profesión donde igual se habla de presupuesto de materiales, de confort, de cómo venderse, de proporciones y de estética.
Justo cuando Jorge acababa la maestría, ocurrió la crisis del 2007 y la gente comenzó a perder sus empleos. En este momento, Alaya tuvo que tomar decisiones y comenzó a hacer pequeños proyectos personales. Empezó abriendo su propio estudio en París, llamado Aya Studio, al que no define como estudio de arquitectura en sí, sino como un estudio de experimentación. Gracias a su contacto con lo manual, el arquitecto se guió por una arquitectura fuera de lo común, poco alineada a los estándares tradicionales. “A mí no me servía tener los renders de edificios y no verlos construidos, yo me guíe por una arquitectura que se define como non-standard”, nos cuenta Jorge.
Pero, poco tiempo después, se dio cuenta de que lo que realmente le gustaba era la escala del cuerpo humano, tener un discurso, aportar una nueva voz como arquitecto al tiempo de hacer una moda con una nueva visión del consumo de la ropa. Comenzó haciendo torsos con resinas y cristales, seguido por embriones de ropa, estructuras, todo elaborado a mano, pero concebido según un medio digital, que mezclaba la arquitectura con la moda. Sus prendas comenzaron siendo de modelización 3D, su elaboración era como crear una maqueta arquitectónica. Con el tiempo, el diseñador se entusiasmó verdaderamente con crear prendas usables.
La prensa comenzó a definir su práctica como un híbrido: un diseñador de moda con todo el conocimiento de un arquitecto. Sus diseños causaron gran controversia, al grado que lo invitaron a participar en distintas ferias de arte en París. Empezó a conocer el medio de la moda y le ofrecieron capital para desarrollar una nueva marca: Jorge Ayala Paris. Una boutique con diseños que gustaran al mercado de la moda sin perder el ADN de su diseñador.
Hoy, Jorge rompe esquemas redefiniendo el concepto de la moda contemporánea. En el Mercedes Benz Fashion Week, México presentará su nueva colección, una propuesta con un discurso diferente basado en lo emocional, lo ecléctico y sensible. El diseño de sus prendas llevará aplicaciones 100% mexicanas, con un know-how francés.
