Leandro Erlich, La delgada línea entre lo real y lo ilusorio 

Reconocido por desafiar las convenciones de la percepción y la realidad a través de sus innovadoras obras, el artista multidisciplinario argentino Leandro Erlich comparte los hilos que tejen su inspiración en un universo creativo donde el espectador se convierte en actor.

Para Erlich la liminalidad va más allá de un concepto abstracto. Representa una fuerza vital que impulsa su obra hacia nuevos horizontes creativos. La noción de liminalidad, que se refiere a un estado de transición o umbral entre dos etapas, realidades o dimensiones, se convierte en un elemento fundamental en su caja de herramientas artísticas, plasmándose en obras que exploran temas como la identidad, el tiempo y el espacio.   

En entrevista con Erlich, transitamos su proceso, trayectoria y el viaje de sus obras alrededor del mundo, mismo que ha sido parte de su posicionamiento como figura relevante en la escena artística global al exhibir sus creaciones en museos como el Pompidou, el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el Museo de Arte Contemporáneo de Tokio y el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, entre muchos otros.

¿Cómo comienza tu viaje en el mundo del arte?

Desde pequeño participé en talleres de cerámica y pintura, influenciado por mi padre arquitecto y mi madre geóloga. A los 10 años, en 1983, mismo año en que Argentina recuperaba la democracia, tuve la oportunidad de realizar un viaje familiar por Europa, visitando museos. Entre el juego, el deslumbramiento y el ocasional aburrimiento de estas visitas, el arte se fue arraigando en mí de manera profunda. Para mí, la vida es una suma de experiencias, y eso es exactamente lo que pienso sobre el arte: debe plantear una experiencia significativa.

Tus obras a menudo desafían la percepción convencional. ¿Cuál es el concepto que te impulsa a explorar la relación entre el espectador y la obra?

Me interesa el arte como una plataforma de pensamiento, donde la obra y el espectador están íntimamente ligados, como lo están el sonido al oído o la luz a la vista. No es posible acceder al arte, sino a través de nuestros sentidos, los cuales a su vez están al servicio de nuestro intelecto. El arte existe para el espectador, aunque el espectador no necesariamente exista para el arte. Es una vía de expresión y un estímulo. 

A diferencia de la omnipresente esencia de la luz o el sonido, el arte no suele presentarse de forma cotidiana a la gran mayoría de gente, sino que se presenta en encuentros específicos. Pensar en el espectador implica considerar cómo invitarlo a participar y generar interés en acceder a esa experiencia. Me interesa explorar el aspecto creativo por parte de la audiencia. El arte para mí es un camino que busca un encuentro sensible y trascendental. Creo que hay aspectos del arte que pueden ser explicados, pero me interesan especialmente aquellos que no pueden ser totalmente comprendidos. Sin más, solo queda esperar que el entusiasmo que uno lleva consigo también genere entusiasmo en los demás.

Tu trabajo utiliza una variedad de medios, desde instalaciones hasta esculturas y fotografías. ¿Cómo seleccionas el medio para expresar una idea en particular?

El medio es siempre un resultado de aquello que dicta la idea. Los materiales o el medio (video, arcilla, metales, agua, etc.) no son prioritarios para mí, y sin embargo, son de gran importancia. Los materiales y los recursos técnicos son algo así como las letras, el abecedario que me permiten “escribir” la obra. Forman parte de la codificación física del lenguaje en el arte.

¿Cómo crees que la interactividad influye en la experiencia artística y la interpretación de tus obras?

No pienso de forma disociada entre la vida y el arte. Cuando uno vive en un edificio de apartamentos y toma el ascensor en la mañana, ya está interactuando con el espacio y la arquitectura. Para mí es igual. ¿Por qué dejar de practicar la interacción cuando estamos frente o dentro de una exposición de arte? Por el contrario, si aquello que trae el arte nos permite entender la realidad que vivimos cotidianamente de otra forma o alimenta el espíritu en reflexiones, esa situación me parece valiosa.

Mostrar tu arte en museos internacionales permite interactuar con una amplia gama de audiencias. ¿Cómo te acercas a la creación de obras de arte que resuenen con personas de diferentes orígenes culturales?

El canon cultural está sujeto a contextos. Estos pueden ser muy diferentes, sin embargo, es mucho más lo que tenemos en común que lo que tenemos de distintos. La percepción, nuestros cinco sentidos, presentes desde el principio de nuestras, vidas dan cuenta de ello.

Sobre Liminal
¿Cómo surgió la idea de esta exposición?

Esta exposición fue creada con el anhelo de presentar mi obra desde el inicio al día de hoy. Una suerte de retrospectiva con una selección de obras que dieran cuenta de 30 años de historia.

El término “liminal” implica un estado de transición. ¿Cómo aplicas este concepto en tus obras y qué quieres transmitir a través de este estado intermedio?

El título surgió a partir de una conversación con Dan Cameron, quien fue el curador de la exposición en el Malba Buenos Aires y en PAMM Miami. Liminal es un concepto interesante, asociado a la idea de umbral, un estadio donde lo certero no existe. Es un sitio o un instante donde no hay certezas. Es en ese territorio donde abundan las ambigüedades y la duda puede estar presente en donde creo se construye el sentido crítico.

¿Cómo abordas la representación del límite entre lo real y lo ilusorio?

La dualidad entre lo ilusorio y lo real tiene larga data. ¿Cuánto hay de ilusorio y cuánto de real? ¿Y qué es real? Cuestiones que se discuten desde la Grecia antigua y que más allá de la evolución del conocimiento sigue siendo pertinente. Al respecto han surgido definiciones temporales a lo largo de los sucesivos paradigmas. Y es imposible llegar a una verdad absoluta en la medida que el conocimiento y la cultura evolucionan. Imaginemos a Platón con un casco de Realidad Virtual. Una escena surrealista y al mismo tiempo perfectamente lógica.

¿De qué manera la participación activa del espectador contribuye a la comprensión del concepto?

Pienso que la participación juega varios roles. Por un lado, es próxima a nuestra vivencia cotidiana, donde existe una ficción de protagonismo. Por otro, es la vinculación con los demás a través de una experiencia artística lo que genera algo distinto. En mis obras muchas veces el espectador se encuentra observando o siendo observado por otros. Entonces la obra no es una entidad física inerte o estática, sino que es transformada por quienes interactúan con ella.

Sobre la inspiración

Se menciona que Jorge Luis Borges ha sido una influencia significativa en tu obra. ¿Cómo se manifiesta en tu arte?

Yo fui y soy un gran admirador de la obra de Borges; sin embargo, nunca he considerado representar o ilustrar sus obras. Lo que más me conmueve de Borges es cómo entrelaza lo cotidiano con lo metafísico. Su encantadora ficción tiene una profunda raíz filosófica. En particular, un bellísimo cuento titulado “El otro”, que forma parte de El libro de arena, siempre ha resonado en mí.

Tu trabajo a menudo evoca una sensación de misterio, reminiscente del cine de Alfred Hitchcock, Roman Polanski y otros cineastas. ¿Cómo incorporas elementos narrativos y atmosféricos del cine en tus instalaciones y obras de arte?

El cine fue una gran inspiración. La ficción se presenta de forma tal que entre un corchete temporal la realidad está plasmada en una proyección animada de luz. Digamos que salir del cine y no pensar cuán identificados pudimos sentirnos es como no comprender cuánto de acting implica la vida en su cotidiano.

¿Cómo combinas las influencias literarias y cinematográficas en tu proceso creativo? 

La gran mayoría de mis obras son producto de experiencias personales, reflexiones. El bagaje literario o cinematográfico se articula supongo de forma intuitiva y no premeditada.

¿Qué tema o medio te gustaría explorar en tus próximas creaciones?

Hay muchas cosas que me gustaría explorar, siempre buscando algo desconocido y escapando de la zona de confort. Sencillamente porque pienso que el arte debe ser una expresión del futuro aunque esto no sea siquiera posible planificar. El desafío frente a cuestiones inciertas me parece atractivo e importante.

Inteligencia Artificial, Realidad Virtual y la exploración del cosmos son asuntos que me inquietan e interpelan. Estoy por el momento observando. No hay conclusiones. El mundo está cambiando significativamente y trato de entender lo que va sucediendo.

Entrevista por: Isabel Flores 

Fotos: Cortesía de Leandro Erlich