La culinaria vanguardista que ha plasmado el reconocido chef mexicano Enrique Olvera ha trascendido internacionalmente en países como Francia, Estados Unidos, Japón y Perú. Después de su éxito como empresario en Cosme, considerado entre los 50 mejores restaurantes del mundo, su talento y su amor por la cocina lo impulsaron a crear un nuevo concepto gastronómico en Nueva York, junto a sus socios Santiago Gómez Larrea y Santiago Pérez Suárez.
El restaurante Atla se encuentra ubicado en NoHo, una de las avenidas más elegantes y concurridas de la Gran Manzana, sede de algunos de los espectáculos, bares y restaurantes más exclusivos de la ciudad.
El nombre Atla está tomado del glifo mexica “atl tlachinoli”, un concepto que en náhuatl significa la unión entre agua y fuego, aunque también puede referirse a un lugar de reunión. Con raí- ces culinarias mexicanas en una propuesta gastronómica informal, es un lugar casual y delicioso con un enfoque saludable.
Todos los ingredientes son originarios de productores establecidos en el valle de Hudson, conocido por sus viñedos, granjas y centros de alimentos sustentables. El lugar opera bajo la dirección de la chef Daniela Soto Innes, quien obtuvo el codiciado premio gastronómico James Beard como “estrella en ascenso” y actualmente es la encargada de cuidar que todo se lleve a cabo a la perfección.
El menú ofrece desayunos, comidas y cenas. Entre las opciones más destacadas para desayunar se encuentran los chilaquiles de linaza, los huevos rancheros y la avena con chía, que es de lo más Instagram-friendly. Para comer o cenar no pueden faltar la ensalada de quinoa con yogurt de pepino y pico de gallo, el frijol ayocote con hummus, los pambazos o el toast con guacamole y queso de cabra.
Para el postre, el restaurante cuenta con tamales dulces, fresas con crema, arroz con lichi y nieves variadas. Además tienen diversos panes dulces, como orejas y cochas, que van muy bien acompañados de un café oaxaqueño con piloncillo y leche de vaca, coco o nuez de la india. La leche es totalmente homemade y el café es de Buna, una marca 100% mexicana.
Por último, la mixóloga Yana Volfson es la responsable de diseñar bebidas auténticas y refrescantes. Las más consumidas por los clientes son las aguas frescas de diferentes frutas y semillas o el jugo de maracuyá, además de algunas bebidas alcohólicas como el tepache, las micheladas, las clá- sicas margaritas y una extensa selección de mezcales frutales.
La arquitectura y el diseño vanguardista de esta nueva propuesta están inspirados en la edificación de los años 50, a cargo del arquitecto Alonso de Garay y la diseñadora de interiores Micaela de Bernardi, respectivamente. En conjunto, transformaron la planta baja de un edificio de apartamentos en una agradable terraza con vitrales gigantes que proporcionan luz natural al interior y dan vista a la calle. Además, los muebles están hechos de materiales mexicanos, similares a lo que hallarías en las casas de playa.
Sin duda, este nuevo hotspot culinario será el must que no podrán dejar pasar citadinos y viajeros, en donde seguramente se enamorarán de la gastronomía mexicana en un nuevo enfoque saludable.
372 Lafayette St, Nueva York
atlanyc.com
@atlanyc
