Lo más reciente

Juan Pablo Vidal: ¿Cómo saber cuantas vidas le quedan a mi gato?

Juan Pablo Vidal posee ciertos mecanismos de seducción para moldear un universo, donde las cosas no son necesariamente lo que aparentan ser. Por medio del azar, el juego, la intuición y la improvisación, crea esculturas que hacen referencia a objetos cotidianos, reflejo de la cultura de consumo, que sutilmente evidencian el funcionamiento de la psicología humana y la manera en la que es manipulada por el sistema capitalista. La publicidad está constantemente presente, determinando tendencias en el arte, la moda, el cine, la música y todo lo que rige la promesa del consumo: que seremos felices.

A través del humor y la ironía, su obra no te dará respuestas, sino más bien, generará preguntas. ¿Dónde empieza lo real y dónde termina? ¿Cómo lo podemos definir y representar? Sus esculturas revelan la atracción por los productos comerciales y su poder de persuasión. Su obra explora el “mal gusto” como una irónica apreciación de atracción y repulsión al crear hipérboles visuales con objetos de la vida cotidiana descontextualizados y desfuncionalizados. Platicamos con Juan Pablo Vidal en su estudio para que nos contara más acerca de su trayectoria artística.

Juan Pablo Vidal: ¿Cómo saber cuantas vidas le quedan a mi gato? - angelino-heights

¿Se podría decir que eres un artista autodidacta?

Sí, mi escuela es YouTube. No te creas, no tuve formación académica, pero siempre estoy investigando y experimentando. Me gusta actualizarme, conocer cosas nuevas. Lo que quiero decir es que toda la información está allá afuera al alcance de cualquiera, pero tampoco puedes sacarla de un video porque no está la recta ya hecha de lo que estás buscando específicamente, solo hay que saber buscar.

¿Cuáles son las referencias principa- les de tu obra y práctica artística?

No puedo decirte solo una, va cambiando mucho dependiendo del mood en el que estoy en ese momento. En general, me gusta mucho la obra de Urs Fischer, creo que esa libertad que tiene en la que todo se ve tan simple a pesar de que su obra sea muy compleja, de cierta forma me gusta su ironía y que siempre se arriesga a hacer cosas diferentes. Sin embargo, una gran referencia que hay en mi obra, sobre todo en la más reciente, es la vida cotidiana.

¿Por qué te inclinaste por la escultura?

Juan Pablo Vidal: ¿Cómo saber cuantas vidas le quedan a mi gato? - stairway-to-heaven

Fue por curiosidad a lo desconocido. La pintura me gustaba, pero era un proceso muy lento, y llegó un momento en donde me pasó lo que a muchos: no sabía enfrentarme al lienzo en blanco. Nunca sé qué quiero hacer ni a dónde quiero ir y creo que por eso me fui por la escultura, porque se empezó a dar con más facilidad tocar el material. Me gustaba el hecho de que puedes quitar, mover, deshacer, construir, etc.

¿Cómo describirías tu proceso creativo y cuáles son las técnicas que utilizas?

Básicamente mi proceso es experimentar y jugar todo el día, trato de cuidar mucho ese tiempo. El 99% de mi obra no fue planeada, luego salen muchas obras de pláticas y tonterías que se me ocurren y las hago. La mayoría de mi obra es producto del accidente y la improvisación: de alguna pieza que estaba haciendo y no funcionó, y que acaba saliendo otra cosa completamente diferente que sí funciona. Con la obra trato de ir retando poco a poco, probando y viendo qué funciona, pero al mismo tiempo, tratando de que la gente entienda por dónde quiero ir.

¿Cuáles han sido los mayores retos que has enfrentado para abrirte ca- mino en el mundo del arte, principalmente en la Ciudad de México?

Es muy difícil empezar. Cuando comencé, no me iba bien, fueron meses de incertidumbre y llegué a decir: “Tengo que ser honesto conmigo mismo y si no está dando resultado, pues tendré que dejarlo”. Irónicamente, el día que fui a buscar trabajo en otra cosa, apareció gente de la nada pidiéndome obra. Fue de esas señales que te dicen: sigue intentando. Abrirte camino es muy difícil, pero no puedes esperarte a que te busquen o darte por vencido a la primera, tienes que ser perseverante. Por eso empecé Public Art Projects como una plataforma para impulsar a artistas.

Los colores estridentes, elementos pop y los títulos que escoges para nombrar tus obras reflejan una ironía ante lo absurdo y el sinsentido de vida y del mundo del arte contemporáneo. ¿A qué se debe esto?

“Si vivimos en un mundo ridículo, por qué no hacer arte ridículo”, podría definir un poco lo que estoy haciendo, enseñando el día a día tal y como es. No hay nada en este mundo que no esté pensado para que lo consumas. Si ves un anuncio en la calle sabes que detrás hay una agencia pensando en el color, la tipografía, etc. Subconscientemente somos esclavos del marketing, lo puedes ver más claro en la moda y la ropa que usamos, y está presente hasta en el arte. Vivimos en la era del FOMO (Fear of Missing Out).

En cuanto a los títulos de mis obras, son un juego que hago con los espectadores porque creo que son gran parte de la obra y el cómo lo leas cambia tu forma de ver la imagen. A veces pongo canciones, retos, preguntas, diálogos de películas o pensamientos absurdos solo para provocar o causar una reacción.

Juan Pablo Vidal: ¿Cómo saber cuantas vidas le quedan a mi gato? - portada

Algunos de los componentes esenciales en tu obra son el humor sarcástico y el juego representados en objetos cotidianos de la cultura de consumo. ¿Qué reacción buscas despertar en el espectador?

El humor y la comedia son herramientas indispensables para mi vida y obra. Un comediante no dice cualquier tontería, tiene súper bien estudiado el contexto, la forma y el tiempo en el que dice lo que dice. Siempre está en la delgada línea entre la risa y lo política- mente incorrecto, es el único lugar en donde no hay filtro, por eso hay temas que solo se pueden abordar desde la comedia. No me gusta provocar reacciones adversas en el espectador, aunque sí pretendo que reflexione y le genere curiosidad mi obra, pero prefiero llegar a los espectadores de una manera más amigable y sutil, en ningún momento quiero ser violento ni agresivo. Toda mi obra tiene un comentario, solo que no es evidente. Por ejemplo, en la serie de los papeles arrugados, todos ellos tienen textos escritos dentro, pero solo se puede ver el color que los recubre, dejando a la imaginación todo aquello que no se ve.

Además de tu que hacer artístico creaste Public Art Projects. ¿Cómo nació ese proyecto y cuál es su finalidad?

Public Art Projects surge de la necesidad de unificar el trabajo de artistas consolidados dentro del panorama actual del arte contemporáneo y artistas emergentes que buscan profesionalizar su carrera, desarrollando un proceso de investigación en el cual lo tangible e intangible se vuelven parte de la experiencia del proyecto.

La primera exposición que hiciste para ese proyecto se tituló Demoler, en la cual el hilo conductor era que el edificio sería destruido y también las piezas realizadas en él. ¿Qué artistas participaron y cuál fue el resultado de esa propuesta expositiva?

Un día me habló un arquitecto que estaba por construir un edificio en la Roma y como la obra empezaba en unos meses, me dijo que si quería utilizarla. Y así fue como se me ocurrió invitar a diferentes artistas para hacer una exposición. Con la ayuda de Marco Esparza y Karla Leyva logramos organizar la primera exposición de Public Art Projects.

La idea era hacer un espacio donde los artistas pudieran hacer lo que quisieran y sin fines de lucro, por el simple hecho de experimentar y divertirse. Todo se dio de manera muy orgánica, les enviábamos la propuesta y muchos artistas venían a ver el lugar y les encantaba.

Aldo Chaparro y Abraham Cruz villegas fueron claves para la exposición, ya que gracias a su apoyo logramos que fuera un éxito. Fue una cosa de boca a boca, y llegó mucha más gente de la que esperábamos. Recibimos muy buenas reseñas, gracias a que el formato gustó. Vino la demolición y luego llegaban personas preguntando por la exposición solo para enterarse de que había sido destruida.

Juan Pablo Vidal: ¿Cómo saber cuantas vidas le quedan a mi gato? - dialogos-de-s03e02-de-bob-esponja

¿Qué significó el hecho de crear obra que iba a destruirse junto con el inmueble?

Al final creo que era una invitación a vivir el presente y disfrutar cada momento, las cosas no nos están esperando para después. Para mí la obra no se destruyó, simplemente paso a vivir en nuestra memoria, y ahí se queda- rá. Quienes tuvieron la oportunidad de verla ayudaron a salvarla en un recuerdo, sin importar que físicamente ya no esté aquí.

Recientemente abriste un estudio con Aldo Chaparro en Los Ángeles. ¿Cuál ha sido tu experiencia personal y profesional en Estados Unidos?

El espacio de Los Ángeles nace de la inquietud de ir a ver qué estaba pasando en esa zona, conocer un lugar nuevo y dejarnos guiar por la ciudad.

Con el tiempo, se convirtió en nuestro espacio personal para experimentar; no es lugar a donde vaya gente, sino más bien donde desconectarte de todo. Es una ciudad que ha influido mucho en mi trabajo, desde mi paleta de colores, hasta los temas y materiales de las obras. Es una ciudad que trae otra vibra.

¿De qué manera se diferencia la escena artística de la Ciudad de México de la de Los Ángeles?


Los Ángeles es un lugar espontáneo, todo el mundo vive en ese sueño. Es la tierra de las oportunidades. Es otra mentalidad donde el tiempo corre diferente. Por lo mismo, la escena de arte es más arriesgada, porque los cambios son drásticos. No por nada las galerías más importantes tienen una sucursal allá, además de contar con todo ese glamour hollywoodense que acompaña a la escena del arte.

La pandemia ha significado un reto para la sobrevivencia de muchos artistas emergentes, aunque para otros, sorpresivamente ha sido muy benéfica. ¿Cuál es tu caso?

Al principio tuve que cerrar el estudio mientras estábamos en medio de la incertidumbre. Cuando vi que la cosa no mejoraba empecé a ponerme a trabajar, pero no había lugares abiertos para comprar materiales, estaba todo muerto. Entonces fue una época de arreglar, limpiar, sacar muchas cosas, remodelar el estudio, etc.

Para pasar el tiempo me puse a experimentar con los materiales, los procesos y hacer lo que normalmente no tenía tiempo de hacer; porque nunca teníamos tiempo, y paradójicamente, ahora que lo que más tenemos es eso y no sabemos qué hacer con él. Me recuerda mucho a una obra de Antony Gormley que dice: “Podrás encerrar mi cuerpo, pero mi mente siempre será libre”. Antes, cuando podías salir, seguramente querías quedarte un día en tu casa para descansar, y ahora, cuando te dicen que no puedes salir, te sientes encerrado.

¿En qué proyecto estas trabajando actualmente?


Estoy trabajando en un proyecto grande en L.A. No puedo dar spoilers, pero conseguimos un Blockbuster abandonado donde organizaremos exposiciones. Otro proyecto es retomar la exposición de Perú, que se tuvo que suspender por la pandemia, y la exposición de las obras del desierto. Y próximamente tengo una residencia en el hotel El Ganzo.

Juan Pablo Vidal: ¿Cómo saber cuantas vidas le quedan a mi gato? - amazon-prime

¿Y nuevo cuerpo de obra?

Siempre estoy produciendo veinte obras a la vez, estoy experimentando mucho con los tapes, cajas de Amazon, desechos, en general todo lo que tenga a mi alcance en la nueva realidad. Esa es mi materia prima.

Desde tu experiencia ¿qué consejo le darías a un artista emergente que quiere entrar al mundo del arte?

Aguantar, ser paciente y confiar en ti. Porque tarde o temprano te darás cuenta de que el primero que tiene que invertir en ti, eres tú mismo. Por otro lado, tienes que ser honesto contigo y saber escuchar y recibir la crítica formal de alguien más, y saber usarla de manera constructiva. Por último, creo que uno debe de hacer obra para sí mismo. No puedo hacer que a la gente le guste mi obra, lo que sí puedo hacer es compartirla y ver qué pasa.

¿Qué has aprendido del fracaso?

Todo lo he aprendido del fracaso, creo que es un consejo que le puedes dar a cualquiera: del error se aprende. Si a alguien no le das la oportunidad de equivocarse, no va a aprender. Muchas veces me ha pasado con obras en las que he estado trabajando durante meses, en las que algo sale mal y todo se echa a perder, y no hay más que volverla a empezar. De ese accidente aprendes mucho y salen cosas nuevas.

¿Qué podemos esperar de Juan Pablo Vidal próximamente?

No soy alguien que piensa mucho a futuro, este año nos ha demostrado que todo puede cambiar en un segundo, prefiero disfrutar el momento. Pero irónicamente, pienso hacer todo un branding de mí, así que puede ser que empiecen a ver mi nombre ridículamente en todas partes.

Texto por: Sheila Cohen
Fotos cortesía del artista