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Melbourne callejero

Olvidémonos de la National Gallery of Victoria y de catedrales góticas. También de monumentos históricos, ruedas de la fortuna gigantes y zoológicos que encierran koalas y canguros para satisfacer placeres voyeuristas. En lugar de repetir una lista genérica de visitas que se dicen obligadas, hablemos de la calle: donde la Melbourne de los locales sucede entre muros rayados, cafés y tranvías que no pasan de moda.

Para los australianos, ciudades de verdad solo hay dos: Sidney y Melbourne. Lo demás es el outback, arrecifes de coral, campos de viñedos y pueblos creciditos que quieren hacerse de un título metropolitano que les queda grande. De esa dualidad viene la eterna disputa entre las señoras urbes australianas: Sidney (la de los grandes edificios, postales icónicas e institución) vs. Melbourne (la de las casonas victorianas, los grafitis y el desenfado). No hay posibilidad de mencionar el nombre de una sin que le siga la otra y una inevitable competencia. La de mejor gastronomía, la que produce más arte, la que tiene olas más retadoras para surfear, la que vive más de noche, la que se despierta más temprano de día… ¡y ya párenle hermanitas! Sidney puede ser la más grande y antigua, también la de la ópera y el puente, pero cuando se trata de rondar por las calles sin rumbo fijo, la hermana chica lo hace mejor. Con callejones grafiteados, un amor declarado por las bicis y calles plagadas de irreverencia y locales independientes, el punto es para Melbourne.

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La divinísima capilla

Chapel Street, con sus poco más de cuatro kilómetros y edificios de apenas dos o tres pisos, es más que una de las avenidas principales del sur melburniano. Es el corazón comercial de varios barrios –South Yarra, Prahran y Windsor– y una referencia que irremediablemente se inmiscuye cuando se pregunta por buenos bares y restaurantes, no de la zona, sino de la ciudad completa. Además de una muestra culinaria que no descansa, Chapel también es la meca de la moda en Melbourne. Y por moda no debe entenderse monocromáticos incomprables y locales resguardados por hombres de gestos inertes. Para nada. Chapel es esa calle progresista que se toma muy en serio lo de la no discriminación: en la misma cuadra lo mismo hay pizzas artesanales, estudios de tatuaje, casas de empeño y tiendas de segunda mano que barberías retro, antros donde vestidas hacen como que cantan las letras de Cher y boutiques de diseñadores locales. Es más, lo único que le falta a la calle son los arcángeles que le dieron nombre en el siglo XIX y un par de estaciones de Melbourne Bike Share, el programa de bicicletas públicas de la ciudad. Por lo demás, lo tiene todo, incluidas estaciones de tren cercanas y varías líneas de tranvía que la hacen accesible en transporte público desde casi cualquier punto.

La zona norte de Chapel, que va desde el sur del río Yarra hasta Commercial Road, es la más extensa y ecléctica. Recorrerla con la filosofía de ensayo y error no es mala idea, no después de un desayuno que, bajo el mismo principio, seguro empieza con el pie derecho. Si hay algo que los australianos se toman muy en serio es el café. Con eso no se juega. Se puede diferir en posturas de migración y preservación de especies en peligro de extinción, y discutirlo se discute muy democráticamente. Lo del café no. Eso es orgullo nacional y ay de aquel que ose hacer un mal café. Y más en Melbourne, la capital australiana de esta bebida. Con eso en mente, dos opciones para empezar el día son Spoonbill y Speakeasy Kitchen Bar. El primero se encuentra en el hotel The Olsen, a media cuadra del río, y ofrece una variedad de panes y huevos orgánicos en varias presentaciones. El segundo, casi en el límite de South Yarra con Prahran, tiene varias mesas comunales y una terraza al aire libre y ofrece, además de panes y mermeladas caseras, los famosos toasts: una especie de sándwich abierto que de a poco se convierte en el clásico matutino australiano. Por la noche, el lugar se convierte en un bar que rinde tributo a los espacios ilegales donde se reunía la gente para tomar en el Estados Unidos de la Prohibición, de ahí el nombre.

En la zona de South Yarra se encuentran también muchas marcas de ropa que van de lo local a lo epidémicamente global. Tiendas nacionales como General Pants Co., especializada en jeans, y Politix, el guardarropa no oficial del virreinato australiano, comparten la calle con las omnipresentes Topshop y Nine West, pero también con otros nombres mucho más regionales como Neverland Store, que vende colecciones escogidas de diseñadores independientes. Cuando cae la noche, la Chapel Street se convierte en una alfombra roja por la que desfila cualquier personaje imaginable. Y en donde se puede escoger entre restaurantes japoneses, italianos y hasta gringos que se juran auténticos (para prueba, una vuelta al diner Soda Rock con sus cheeseburgers y malteadas servidas en copas). Al son de opa, The Greek Deli & Taverna ofrece platos tradicionales griegos como musaka, saganaki, tzatziki y otros con nombres más impronunciables. Y tiene su mérito porque, a diferencia de la mayoría de los locales, este restaurante griego tiene una vida en Chapel Street: se instaló mucho antes de que lo viejo fuera otra vez lo nuevo. De postre, los más alivianados pueden darse una vuelta en Chasers, un antro que tiene dos títulos presumibles: el del más antiguo en funcionamiento en la ciudad y el de ser algo así como el Studio 54 australiano. Los sábados, el lugar se transforma en Poof Doof, un antro gay hetero-friendly, drag queen-friendly y casi todo-friendly. Los más, digamos, conservadores, pueden conformarse con un café y un tiramisú (o un panna cotta o un mil hojas) de Italian Chef, un café veramente italiano de esos que, en lugar de cerrar a una hora específica, tienen un letrero en el que se lee “hasta tarde”.

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Hacia el sur, en el barrio de Prahran, Chapel Street se extiende apenas seis cuadras no muy grandes; eso sí, suficientes para ganarse el título de las más fashionistas. Aquí se dan lugar tiendas de diseñadores independientes y marcas más exclusivas no por los precios estratosféricos, que no precisamente baratos, sino porque no se consiguen en cualquier lado. Clemente Talarico es una marca regional de moda masculina con una tienda que evoca una era de caballerosidad (sin la parte anticuada). Con un poco de suerte, puedes encontrar a Paul, uno de los diseñadores y fundadores de la marca, atendiendo el local (y de paso, regalando recomendaciones muy atinadas de dónde cenar y a qué calles echarles otro vistazo). En esta sección de Chapel también conviven Nique, una marca vernácula de moda unisex que surgió de un estudio de diseño, Crumpler, otra marca nacional también, está especializada en bolsas y maletas terminadas a mano y con materiales impermeables, y un mercado que, aunque técnicamente está en South Yarra, es conocido como el Prahran Market. Además de ser el lugar perfecto para comprar frutas, verduras, especias y productos de origen animal frescos, este espacio cuenta con puestos de comida preparada que van desde los medio orientales gozlemes y falafel, hasta especialidades vegetarianas y un mini food truck que vende solo mejillones.

Por último, antes de convertirse en una calle residencial en el sur, están las pocas cuadras que Chapel tiene en el barrio de Windsor. Aquí es donde se encuentran las tiendas de antigüedades y donde los grafitis son menos tímidos. También es donde está Design a Space, una tienda que funciona como un pequeño showroom donde se exhiben y ofertan colecciones de varios diseñadores independientes australianos, y The Union Hotel, un pub en el que no se alquilan habitaciones. En la Australia de inicios del siglo XIX, cuando las regulaciones para la venta del alcohol se hicieron más estrictas, muchos bares construyeron un par de cuartos para poder registrarse como hoteles y vender licor con menos restricciones. Hoy eso ya no es necesario, pero lo de llamar a los bares y pubs hoteles es de lo más común.

Salidas con callejones

El centro de Melbourne no es el típico barrio financiero citadino que apenas empieza el fin de semana o se pone el sol, se antoja fantasmagórico. Aunque su designación sugiere lo contrario, lo de CBD (Central Business District) debe más su nombre a un protocolo australiano que a una descripción minuciosa. Son varias las oficinas que tapizan el centro, pero no están solas. Conviven con el mercado más grande de la ciudad, un par de museos y teatros renombrados, las estaciones de trenes más emblemáticas, varias galerías comerciales, la biblioteca pública del estado de Victoria y una de la joyas más preciadas de la vida urbana melburniana: sus callejones. Para empezar el día, los desayunos-brunch de The Kettle Black son una gran opción: la panadería es casera, los cafés buenísimos, algunos platillos tienen carnes locales como canguro y, lo malo, las colas para tener una mesa son enormes.

Las 32 cuadras que conforman el centro de la ciudad están llenas de callejones en los que, contra lo que sugiere el sentido común, vale la pena perderse. Algunos tienen salida, otros no, pero la mayoría tiene –entre bares, tiendas ocultas y muestras de arte urbano– algo interesante que ofrecer. En Manchester Lane, por ejemplo, hay un local de Claude Maus, una marca melburniana de ropa unisex con dejos urbanos y góticos, considerada un hito de la moda local; y Zoologie!, una tienda cuyo principio es hacer ropa manufacturada en la misma Melbourne, regida con la política de pago justo. En Hardware Lane, un local chiquitito, pomposo y ridículamente afrancesado llamado La Belle Miette vende una única cosa: macarrones, pero no cualquier macarrón. Además de ofrecer sabores poco convencionales como violeta con mora azul, flor del cerezo con sake y rosas, estos macarrones hacen parecer a muchos de los parisinos como poca cosa. Y aunque los callejones golosos y fashionistas dejan en alto el nombre del centro de Melbourne, ninguno lo hace tanto como el Hosier Lane. Este callejón, de apenas una cuadra, representa el alma contracultural de Melbourne. Tapizado de grafitis, pósters y rayones de todo tipo (algunos más cerca del arte institucional y otros de los gritos de resistencia) Hosier se ha convertido en una de las calles más fotografiadas de la ciudad, lo mismo por turistas que por parejas que están por casarse o productoras comerciales. Aunque su fama y popularidad ponen en jaque la idea del arte urbano como movimiento contracultural, también reafirman el carácter liberal y progresista de Melbourne, que se pelea el título como una de las ciudades más librepensadoras del hemisferio sur. Cerca de estos callejones se encuentran también Federation Square, una de las plazas más emblemáticas de la ciudad (y paradójicamente de las más nuevas) y Flinders Station, una estación de trenes que, además de ser la más transitada, se encuentra en un edificio histórico registrado como patrimonio del estado de Victoria.

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En el cuadrante norte del centro, otro lugar que vale la pena visitar –sobre todo con hambre y gula– es el Queen Victoria Market. Este mercado es de los más antiguos del país y en él se encuentra prácticamente de todo: frutas, verduras, granos, lácteos, carne, mariscos, vinos, pan con gluten, pan sin gluten, helados con lácteos, helados sin lácteos, productos orgánicos, productos inyectados con químicos que no queremos conocer y, por supuesto, también comida preparada. La mayor parte del mercado se encuentra al aire libre y la variedad de productos disponibles sirve como recordatorio de la magnitud y diversidad climática del territorio australiano. En los puestos se encuentran productos increíblemente contrastantes que presumen su origen nacional: desde piñas y cacao, hasta cangrejos azules, sidras, chile y carne de marsupiales. Dentro del Deli Hall, una parada perfecta para los hedonistas es el puesto de Swords Select Wine and Beers, que tiene una selección muy escogida de cervezas, vinos y sidras locales que no se consiguen en cualquier lado. Y volviendo al tema de los cafés serios, este es uno de esos lugares donde el grano es sagrado y no tratarlo de forma divina es sacrilegio. En Market Lane Coffee buscan a sus propios productores, compran los granos a precio justo, los tuestan directamente en sus locales e infusionan las bebidas con precisión y herramientas dignas de laboratorio. Tienen un puesto dentro del Deli Hall y otro frente al mercado, en Therry Street. A un par de cuadras, un viejo mercado ganadero funciona como foro escénico; en el Meat Market, operado por Arts House, se presentan compañías de teatro y danza con propuestas que distan mucho de los musicales estilo Broadway.

Vía de la posmo

Al noreste de la ciudad, el barrio de Fitzroy se presenta como otra meca del diseño, lo vanguardista y lo tan posmoderno que ya no sabe ni cómo definirse. Es uno de esos lugares a donde la gente va cuando ya no sabe qué inventar y muy probablemente algo se le ocurre. La calle comercial más famosa de esta región es Brunswick, donde se encuentran las boutiques de moda local, varios bares, tiendas pop-up de artículos completamente innecesarios (pero muy monos) y supermercados orgánicos independientes artesanales y ningún-conejo-fue-dañado-en-la-cosecha-de-nuestra-quinoa.

La calle misma es una exhibición involuntaria de las tribus urbanas de moda: normcores, hipsters y lumbersexuals caminan junto a personas que no están casadas con ningún categórico. La variedad de locales es tan ecléctica como los paseantes. N2 es una heladería, medio futurista y medio química, en la que se venden helados hechos al momento con nitrógeno líquido; Zetta Florence es una tienda especializada en papeles finos, donde todavía se pueden comprar sellos y cera para cerrar una carta a la antigüita; y Smith and Daughters es un restaurante vegano de inspiración latina, tan bueno, que hasta los carnívoros se forman para esperar una mesa.

En las callecitas aledañas a Brunswick, aunque más escondidos, se encuentran otros secretos melburnianos dignos de compartir. En la calle Gertrude, tiendas de interiorismo y galerías de arte convergen con restaurantes chiquititos que tienen su fama entre los locales. Uno de ellos, Añada, se especializa en tapas y vinos españoles. Frente a él, Aunt Maggies vende productos orgánicos y comida de todas partes del mundo, siempre y cuando sea natural y no contenga conservadores ni químicos.

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Guía Melbourne

[toggle Title=”Dónde dormir”]

The Olsen

Este hotel boutique, ubicado a unos pasos del río Yarra en Chapel Street, es una oda al artista australiano John Olsen, cuya obra está inspirada en la reinterpretación de paisajes de su país natal. Además de su estilo claramente urbano y un restaurante que suele aparecer en las guías cuando se trata de recomendar lugares en esta competida calle, uno de los highlights del hotel es su alberca al aire libre.

637 Chapel St, South Yarra

artserieshotels.com.au/olsen

The Blackman

Otro hotel del grupo Art Series, cuya filosofía es difuminar la línea que puede existir entre una galería de arte y un hotel, The Blackman es una gran opción ubicada en pleno centro de la ciudad. El diseño e interiorismo parte de la obra de Charles Blackman, un pintor australiano del movimiento vanguardista local conocido como The Antipodeans. El hotel tiene bicicletas a la renta para sus huéspedes y a dos cuadras hay una estación de Melbourne Bike Share.

452 St. Kilda Rd, Melbourne

artserieshotels.com.au/blackman

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[toggle Title=”Dónde comer”]

Spoonbill

637 Chapel St, South Yarra

artserieshotels.com.au/olsen/food-drink/spoonbill

Speakeasy Kitchen Bar

359 Chapel St, South Yarra

speakeasybar.com.au

The Greek Deli & Taverna

583 Chapel St, South Yarra

greekdeli.com.au

Italian Chef

427 Chapel St, South Yarra

italianchef.com.au

Prahran Market

163 Commercial Rd, South Yarra

prahranmarket.com.au

The Kettle Black

50 Albert Road, South Melbourne

thekettleblack.com.au

La Belle Miette

30 Hardware Ln, Melbourne

labellemiette.com.au

Queen Victoria Market

Esquina de las calles Victoria y Elizabeth, Melbourne

qvm.com.au

Market Lane Coffee

109 Therry St, Melbourne

marketlane.com.au

N2 Extreme Gelato

329 Brunswick St, Fitzroy

n2extremegelato.com.au

Smith and Daughters

175 Brunswick St, Fitzroy

smithanddaughters.com

Añada

197 Gertrude St, Fitzroy

anada.com.au

Aunt Maggies

188 Gertrude St, Fitzroy

auntmaggies.com.au

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[toggle Title=”Dónde tomar”]

Chasers Nightclub // Poof Doof

386 Chapel St, South Yarra

chasersnightclub.com.au, poofdoof.com.au

The Union Hotel

90 Chapel St, Windsor

unionhotelwindsor.com.au

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[toggle Title=”Qué hacer”]

Hosier Lane

Callejón de los grafitis.

Meat Market, Arts House

5 Blackwood St, Melbourne

melbourne.vic.gov.au/artshouse

Información útil

Visit Melbourne

Página oficial de turismo de la ciudad.

visitmelbourne.com

Melbourne Bike Share

Información detallada, costos, instrucciones y condiciones de uso del programa de bicicletas públicas de la ciudad.

melbournebikeshare.com.au

Public Transport Victoria

Horarios, rutas, costo e información detallada de trenes, tranvías y autobuses públicos en Melbourne. Resulta práctico y conveniente comprar una tarjeta Myki, la multimodal para todo el transporte público.

ptv.vic.gov.au

Chapel Street Precinct

Guía de comercios y actividades de la calle Chapel.

chapelstreet.com.au

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Texto: Marck Gutt