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Puerto Escondido, Oaxaca

Un mar gigante es atravesado por numerosos surfistas, verdaderos acróbatas en la inmensidad oceánica, que llegan desde distintos rincones del mundo a este paraje natural. La localidad es Puerto Escondido en el estado de Oaxaca, lugar abierto al veraneante todo el año al combinar la dosis perfecta de naturaleza con aventura.

El punto de encuentro es Playa Zicatela cuyas olas llegan a alcanzar los seis metros de altura. Por ello es considerada una de las más importantes para la práctica de esta actividad  (el cuarto a nivel mundial) sobre todo en noviembre cuando la adrenalina se desborda durante el Torneo Internacional de Surf, todo un espectáculo en el que las piruetas sobre el mar son las protagonistas de la fiesta.

Para la buena suerte de muchos, acudir a este puerto no significa tener que ser un experto en este deporte. En playas como Puerto Angelito o Playa Marineros el oleaje es suave y podrás encontrar maestros nativos que las convierten en la mejor escuela para montar las olas con tabla.

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Si de sólo nadar se trata, se puede disfrutar de las prácticas acuáticas en zonas de oleaje mediano como es la Playa Principal. Pero si lo que se quiere es un lugar escondido, tal como lo promete el nombre, lo mejor es la visita a la Playa Carrizalillo a la que se llega sólo a pie, descendiendo por un camino empinado pero cuya dificultad de acceso garantiza escasa concurrencia. Sus aguas, con gran variedad de peces y coral, son ideales para practicar snorkel. El atardecer que pinta en tonos violetas el cielo se garantiza en este paraje.

La zona residencial y hotelera está en Playa Bacocho, enmarcada por la exuberante vegetación. Es posible hospedarse en hostales, cabañas, casas de verano o bien en hoteles de cuantas estrellas se desee. No habrá decepción sobre el cual se elija ya que Puerto Escondido es una ciudad hospitalaria.

Existen diversos tours en lancha que se adentran lo suficiente al mar para poder ver delfines, ballenas y tortugas. Para conocer más sobre estos ejemplares, se encuentra el Centro Mexicano de la Tortuga. Aquí se aprende sobre el trabajo de preservación y hasta se puede participar en la liberación de crías protegidas.

Otro modo de integrarse con la flora y fauna del lugar se logra visitando la Laguna de Manialtepec, un oasis donde conviven pelícanos, cormoranes y garzas. Los paseos se realizan en lanchas de motor o bien se puede alquilar un kayak. Un consejo es pasar todo el día en sus pequeñas playas y esperar el anochecer. Entonces la magia surte efecto. El agua de la laguna destella ráfagas fluorescentes, gracias a los millones de microorganismos que la habitan. Es un fenómeno de bioluminiscencia que le ha dado fama a esta laguna localizada a 20 minutos del centro turístico.

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Las embarcaciones llegan a ciertos claros para poder apreciar este fenómeno. Después de la época de lluvias, entre septiembre y noviembre, son las mejores noches para la bioluminiscencia. Leves movimientos en el agua bastan para encender los brillos naturales del plancton como luces de bengala que momentáneamente quedan adheridas a la piel.

Puerto Escondido es pequeñito pero bien vale la pena darle una vuelta por el área peatonal “El Adoquín” en busca de locales que sirven manjares marinos y mezcalerías cuyas puertas abiertas siempre invitan al viajero a tomar un trago de este destilado.

Cuando cae la noche, Puerto Escondido deslumbra al congregar a una comunidad de surfistas de todas las nacionalidades que se apropian de bares y restaurantes. Entonces aparece la noche bohemia junto con la música de reggae y los tarros de cerveza desbordante.

3 imperdibles

  • Practicar el buceo libre en la playa Manzanillo y Carrizalillo donde abundan el ostión grande, las madreperlas, las morenas y las mantarrayas.
  • Ser parte del Festival Costeño de la Danza que celebra el reencuentro con las raíces indígena y negra de la Costa. Participan danzantes mixtecos y afromestizos quienes interpretan piezas como la Danza de la Tortuga y el Toro de Petate.
  • Llevar a casa el cacao que se produce en la región. Existen lugares donde este producto se muele a la vista del cliente para después prepararlo con agua y disfrutar del tradicional chocolate oaxaqueño.

Contacto para más información: visitmexico.com