Daniel Bitrán es fundador e ingeniero líder de El Desierto Casa Estudio y, para él, la bocina Era 300 de Sonos es un aliado que abre las puertas a la grabación en audio espacial, una tecnología que envuelve al oyente en una experiencia multidimensional. Impulsado por la tecnología de audio Dolby Atmos, en el audio espacial el sonido no solo brota de los canales izquierdo y derecho, como en una reproducción estéreo estándar, sino que ofrece un paisaje sonoro que añade una dimensión clave a la ecuación: la altura. El objetivo es transmitir fielmente el sonido original del artista, al crear una atmósfera inmersiva que redimensiona el vínculo emocional con la música.
¿Cuál es tu rol en el estudio de grabación?
Mi trabajo implica desempeñar dos roles: en la grabación y en la mezcla. En la primera etapa, busco que los músicos se sientan cómodos en el estudio y resuelvo las cuestiones técnicas para capturar el material en crudo. Decido cómo deben sonar los instrumentos, las texturas y los colores de la canción, siempre buscando plasmar la visión creativa del productor o del artista. El segundo sombrero que uso es el de la mezcla, donde una confluencia de piezas debe comunicar la idea propia de la composición. Aunque la fase de mezcla es más solitaria, siempre busco el feedback del artista para lograr el efecto
terminal deseado.
¿En qué consiste el audio espacial?
El audio espacial es la próxima frontera y revolución del sonido en la actualidad. Creo que ha llegado para quedarse. Al principio, la grabación era monofónica, lo que significaba que todo lo que se grababa salía de una sola fuente o una sola voz. Luego, se inventó el estéreo, que simplemente se transmitía a través de dos bocinas y este sistema duró mucho tiempo.
Después surgieron otros formatos de audio inmersivo, como el 5.1 y el 7.1, pero eran complicados, ya que requerían de una cantidad específica de bocinas calibradas en un cuarto o un costoso sistema de home theater para reproducir la música en esos formatos, como un DVD o un Super Audio CD. Ahora, con el audio espacial, se ha dado un paso más allá, ya que, en lugar de enfocarnos en un número específico de bocinas alrededor de nosotros, se trata de imaginar que estamos dentro de una esfera de 360 grados en la que la música puede salir de cualquier punto. El audio espacial te hace sentir dentro de la música y se puede escuchar en diferentes formatos, ya sea con audífonos o en una bocina como la Era 300 de Sonos, ya que no depende de la cantidad de bocinas que tengas o cómo sean.
¿Cuáles son las ventajas que tanto el artista como el oyente tienen con una bocina como la Era 300 de Sonos que permite escuchar en audio espacial?
Cuando comenzó a surgir el audio espacial, lo probamos en una sala profesional de audio, rodeados de numerosas bocinas. Fue una experiencia increíble poder abrir sesiones de grabación y mezclas estéreo, tanto recientes como antiguas, y descubrir detalles y matices que antes pasaban desapercibidos.
Es por eso que productos como la bocina Era 300 nos parecen increíbles, ya que nos permiten transmitir fielmente la visión original del artista, capturando el ambiente y la esencia de la grabación, cosas que a menudo se pierden en las mezclas estéreo. Además, esta bocina es muy accesible y fácil de usar y lo más importante es que no se pierde nada en comparación con la experiencia que se vive en una sala profesional.
¿Cuál es la diferencia de mezclar para estéreo y para audio espacial?
En realidad, no es tan diferente. Como ingenieros de mezcla nuestro objetivo es lograr el mejor sonido posible para conectar emocionalmente al oyente con la música. En este sentido, la mezcla en audio espacial es similar, pero nos proporciona nuevas herramientas, como utilizar el espacio para sorprender al oyente con efectos creativos, colocar sonidos en lugares inesperados y así crear pequeñas revelaciones o rebotes que transporten al usuario al mismo espacio con el artista.
¿Crees que estéreo va a desaparecer y audio espacial es el futuro?
Creo que el estéreo seguirá siendo utilizado por un buen tiempo debido a que gran parte del equipo de audio está diseñado para trabajar en dos canales. Sin embargo, considero que, eventualmente, el audio espacial se convertirá en la norma, ya que las mezclas pueden ser escuchadas desde una amplia variedad de fuentes, incluyendo dispositivos mono y estéreo. Por otro lado, en industrias como el cine, el audio espacial ha sido pionero en su desarrollo. A medida que nos sentimos más conectados emocionalmente con la música, la tecnología seguirá mejorando.
¿Cómo describirías la experiencia de escuchar tu canción favorita en este formato?
Cuando escuchamos audio espacial por primera vez con artistas, la experiencia se asemeja a una especie de psicodelia auditiva, ya que de repente escuchamos la música en todas direcciones y con mayor claridad en cada uno de sus elementos. Es como si de repente se comenzara a ver la música en una cuarta dimensión, algo completamente novedoso.
Hablemos de El Desierto Casa Estudio, ¿de dónde surge el concepto?
Surgió cuando tuve la oportunidad de trabajar en proyectos residenciales con bandas, lo que significa ir a un lugar específico con todos los músicos para trabajar juntos. Uno de esos proyectos fue con la banda Little Jesus en Sonic Ranch, antes de la creación del álbum Desierto. Pasamos una semana viviendo, comiendo y respirando música juntos en medio del verdadero desierto, cerca de El Paso. La desconexión y el lugar en sí mismo nos unió personal y musicalmente. Esta experiencia quedó plasmada en el disco.
Posteriormente, investigué y me di cuenta de que en México no había un estudio residencial. Considerando lo especial que es para mí este bosque y toda esta zona del Desierto de los Leones, decidimos que podía funcionar. El concepto principal es que puedas desconectarte de la vida cotidiana, salir de la ciudad y dedicarte 100% al proceso creativo sin las preocupaciones del día a día, incluso si es solo por una noche.
¿Cómo ha evolucionado a través del tiempo?
Hemos tenido la suerte de que prácticamente todos nuestros proyectos sean de amigos y gente cercana que va corriendo la voz. La gente que visita la casa comienza a convertirla en suya con pequeños detalles como dejar instrumentos aquí y allá. La idea es que se sientan como en su propia casa, donde pueden usar pijama todo el día, cocinar si quieren y no hay muchas reglas, simplemente hacerla suya.
En la actualidad, los estudios de grabación están en una etapa complicada porque se pueden obtener muy buenas grabaciones en casa, por lo que tratamos de diferenciarnos consiguiendo instrumentos extraños, micrófonos interesantes, etc. Estamos siempre reinventando. Me emociono cuando alguien sugiere tener algo específico y nos esforzamos por conseguirlo. La casa se vuelve cada vez más de todos los amigos que vienen y eso es lo que la hace tan especial.
Has grabado con muchos artistas como Enrique Bunbury, Siddhartha y Caloncho. ¿Cómo resaltas la esencia de cada uno a través de tus mezclas?
En el proceso de mezcla es crucial respetar la captura inicial y mantener la calidad de la grabación. Creo que lo más importante es plasmar la idea original de la forma más agradable posible, aunque a veces hay espacio para pequeños aportes creativos, no creo que debamos reinventar completamente la canción durante la mezcla. En mi opinión, la fidelidad a la visión original es clave.
Con productos como Era 300 de Sonos, que llenan el cuarto de sonido, la experiencia de escuchar música se vuelve mucho más real porque permite un rango dinámico mucho mayor, con pasajes más suaves, emocionantes e intensos.
¿Qué artista ha tenido el mayor impacto en El Desierto?
Una de las personas que ha impactado en El Desierto de manera significativa es Natalia Lafourcade. Aunque su primer proyecto con nosotros fue hace varios años, ella ha regresado en diferentes ocasiones y seguimos trabajando juntos hasta la fecha. En aquel entonces, este estudio era muy experimental y a largo plazo, sin saber si funcionaría o no. Natalia, con su creatividad y genialidad, pudo ver algo que nosotros aún no podíamos ver y quiso hacer un disco aquí antes de que este estudio existiera. Gracias a eso, pudimos dar forma a un proyecto singular y grabar discos tan especiales como Musas, lo que nos dio credibilidad. Natalia es nuestra hada madrina y siempre sentimos su presencia en el estudio.
Conoce aquí las producciones de Daniel Bitrán Arizpe.
IG. @el.desierto
