En un mundo en el que el bienestar y la salud van de la mano con el lujo y el estilo de vida sofisticado, hay secretos milenarios que resurgen. Entre ellos, el caldo de huesos destaca por su sencillez y múltiples beneficios. Te contamos cómo puede convertirse en un complemento esencial de tu rutina diaria, pues nutre tu cuerpo y también revitaliza tu alma. Aquí te contamos todo lo que tienes que saber sobre el bone broth.
Esta rica historia data de tiempos antiguos. Este elixir nutritivo es el resultado de cocinar lentamente huesos de res, pollo u otras fuentes de proteína animal, hasta obtener un caldo rico en colágeno, proteínas y minerales. Esta técnica ancestral extrae compuestos como la arginina, glutamato, hidroxilina, hidroxipolina, prolina y glicina; y los ofrece de manera en que son absorbibles por nuestro cuerpo.
¿Por qué tomar caldo de hueso?
Los beneficios del caldo de huesos son tantos que fácilmente podría encabezar cualquier menú de salud. Aquí te compartimos sus virtudes más celebradas:
- Rica fuente de proteína: ofrece casi 10 gramos de proteína por cada 8 onzas, gracias al colágeno, esencial para la recuperación y el crecimiento muscular.
- Rico en aminoácidos esenciales, los bloques constructores de proteínas que son cruciales para muchas funciones del cuerpo y para un sistema inmunológico fuerte.
- Hidratación: contiene electrolitos y minerales, vitales para mantener una buena hidratación.
- Regeneración de la piel: ayuda a reparar las heridas y mejora la elasticidad de la piel gracias a su alto contenido de colágeno.
- Soporte óseo: los minerales esenciales presentes en el caldo de huesos, como el calcio y el fosfato, promueven la salud ósea.
- Salud intestinal: actúa mejorando condiciones, como el síndrome del intestino permeable y reduce la inflamación.
¿Cómo incorporarlo a tu dieta?
Preparar caldo de huesos es sorprendentemente sencillo. Requiere pocos ingredientes y utensilios básicos de cocina. Sin embargo, el resultado es un caldo que puede almacenarse y consumirse de muchas maneras: como base de sopas o con un toque de limón; e incluso en recetas más elaboradas. Es recomendable tomarlo en ayunas para aprovechar todos sus beneficios, especialmente para mejorar la salud intestinal.
¿Cómo preparar caldo de huesos en casa?
Necesitarás una olla de sopa grande de cocción lenta para cocinar a fuego lento, tazas medidoras y vasos o recipientes para almacenar en el refrigerador.
Ingredientes
- 2 tazas de cualquier tipo de huesos (res o pollo)
- 6 tazas de agua
- 1 cucharadita de sal
Instrucciones
- Agrega todos los ingredientes a una olla de cocción lenta.
- Cocina a fuego lento durante 12 horas.
- Cuela los huesos y guarda el líquido en recipientes de vidrio.
- Coloca los recipientes en el refrigerador una vez que el caldo alcance la temperatura ambiente.
- Vuelva a calentarlo en la estufa. Utilízalo como base para sopas o tómalo en ayunas (sirve simplemente en una taza y agrega limón).
TIPS
- Puedes guardar el caldo de huesos en el refrigerador durante tres o cuatro días y en el congelador durante dos o tres meses.
- Es recomendable romper el ayuno con el caldo de huesos.
- Cuando el caldo se enfría, puede volverse gelatinoso o tener una capa blanca de grasa en la parte superior. Recuerda que puedes retirarla.
- Para que el caldo de huesos sea aún más nutritivo, agrega una cucharada de vinagre de manzana y limón.
Nuestras marcas favoritas
Para aquellos que prefieren la conveniencia sin sacrificar la calidad, hay varias marcas que ofrecen caldos de huesos preparados con los más altos estándares. Sí, listos para ser disfrutados en cualquier momento. Algunas de nuestras favoritas son:
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