La focaccia, con su textura esponjosa y crujiente a la vez, es uno de los panes más icónicos de la gastronomía italiana. Su origen se remonta a la antigua Roma, cuando los panaderos horneaban masas planas en piedras calientes. Hoy, la Ciudad de México recibe a Lázaro Focacceria, un espacio que reinterpreta este clásico italiano a través de una fusión gastronómica con raíces mexicanas.
El menú ofrece opciones de focaccias cuidadosamente diseñadas para satisfacer tanto a los de pensamiento clásico como a los más arriesgados. En su carta, se encuentran recetas que evocan el mediterráneo, como la clásica focaccia de mortadella con pesto, pero también creaciones inesperadas que rinden tributo a los sabores mexicanos, como la focaccia de huevo revuelto, tocino y aceite de chile chiltepín.
Para el chef Jocsan Reyes, Lázaro Focacceria no es solo un restaurante, sino una experiencia sensorial completa. La cocina abierta permite que los comensales sean testigos del proceso artesanal detrás de cada focaccia, creando una conexión más íntima con el pan que están a punto de disfrutar. Además, el restaurante es 100% pet-friendly, una filosofía inspirada por Lázaro, la mascota que da nombre al lugar y que representa el espíritu acogedor y relajado de este rincón gastronómico.
En una ciudad donde la oferta gastronómica crece diario, Lázaro Focacceria se posiciona como un nuevo imperdible para los amantes del buen comer. Con una combinación de hospitalidad, sabor y creatividad, este espacio captura la esencia de dos culturas para transformarla en algo totalmente nuevo.
D. Chilpancingo 39, Condesa, CDMX
